08.05.2024 |
El tiempo

Odio eterno del Cartagena al Racing por lo sucedido en el 91

Mantienen que el club cántabro compró el partido contra el Getafe que le dio el ascenso por un gol en propia puerta en el descuento

El jugador del Racing de 1991, Juan Carlos Pedraza.
El jugador del Racing de 1991, Juan Carlos Pedraza.
Odio eterno del Cartagena al Racing por lo sucedido en el 91

En Cartagena le tienen ganas al Racing. Tanto odio genera el club cántabro en la localidad murciana que incluso cuando la entidad blanquinegra felicitó a la verdiblanca por su centenario con un mensaje en las redes sociales, sus aficionados se le echaron encima y obligaron a borrar dicha felicitación. Y todo por algo que sucedió hace ya más de treinta años, concretamente en la primavera del 91, cuando ambos se estaban jugando el ascenso a Segunda División y salió triunfador el equipo santanderino gracias a un gol en propia puerta del Getafe en el minuto 91 que dio al Racing la victoria y el salto de categoría. Los cartageneros vieron ahí gato encerrado. Directamente, han mantenido desde entonces la acusación de amaño, de que todo estuvo atado y bien atado y les dejó a ellos como las víctimas de la película. Aquel playoff se disputó mediante una liguilla entre cuatro equipos en la que sólo ascendía el campeón. Al Racing y al Cartagena les tocó jugársela con el Getafe y el Córdoba, nombres que dan muestra de la dificultad de la empresa.

Lo cierto es que el equipo verdiblanco comenzó mal y, de hecho, cuando se llegó a poner perdiendo 3-0 en territorio cordobés en la tercera jornada, prácticamente se quedó sin opciones. Sin embargo, la película comenzó a cambiar rápidamente. Tanto es así, que llegó a la última jornada dependiendo de sí mismo. El Cartagena jugaba ese día contra un Córdoba que no se jugaba nada. Al Racing le tocó jugar en Getafe, que sólo tenía opciones de saltar de categoría si ganaba al conjunto cántabro y perdía el Cartagena. Esto último quedó descartado en seguida porque en 25 minutos ya iba ganando 0-3 el equipo cartagenero. A partir de ahí, si el Racing empataba o perdía, subía el Cartagena. Si, en cambio, ganaba, ascendía. Y el partido fue de locos. Al descanso se llegó con empate a uno y tras el mismo se adelantó el Getafe, pero de nuevo volvió a igualar la contienda el conjunto cántabro desde el punto de penalti y, pocos minutos después, consumó la remontada marcando un nuevo tanto que puso las cosas 2-3.

Ese resultado le llevaba directamente a Segunda División pero, a falta de diez minutos, Rivera volvió a poner las tablas en el marcador marcando el tres a tres. El partido de Córdoba se terminó antes y, por lo tanto, todos los aficionados del Cartagena estuvieron entonces pendientes del transistor, ya que no dependían de sí mismos. El empate que se estaba produciendo en Las Margaritas, que era el estadio getafense, concedía el ascenso al conjunto murciano, pero nadie podía imaginar lo que iba a suceder a partir de ahí. Ya en el minuto 91, cuando el encuentro estaba a punto de terminar, un córner botado por el Racing fue rematado con un tremendo cabezazo por Luis Pombo, central del Getafe. Lo hizo, obviamente, en su propia portería dando la victoria y el ascenso al conjunto cántabro y dejando hundidos a los seguidores, a los jugadores y a los dirigentes del Cartagena. Desde entonces, el apellido Pombo está prohibido allí. Y hoy, para colmo, lo llevará consigo un jugador del Racing. Alguno lo tomará como una provocación.

30 millones. Como era de esperar, aquello fue visto como un amaño de manual por parte del entorno cartagenero. Se empezó a hablar de visitas extrañas con maletines de por medio durante el descanso, cuando el Cartagena ya tenía ganado su partido y, por lo tanto,   dejaba sin opción alguna al Getafe. En el diario Marca incluso se llegó a publicar que había sido Marquitos quien habría ofrecido a la directiva del Getafe «entre 25 y 30 millones de pesetas por dejarse perder». Lo cierto es que, si fue así, ambos equipos jugaron con fuego por la incertidumbre que hubo en todo momento en el marcador.

El capítulo ha quedado marcado a fuego en la historia del Cartagena porque, a la vez que el Racing acabaría en poco tiempo incluso ascendiendo a Primera División, el club cartagenero terminaría desapareciendo. Volvió a tener en su mano el ascenso al curso siguiente pero pinchó en Badajoz. Las apuestas económicas habían sido muy fuertes y el Cartagena FC acabó bajando la persiana. En su lugar, nació el FC Cartagena. Capicúa. Se produjo una refundación que ha seguido arrastrando los odios del pasado. Esta tarde se comprobará hasta qué punto perdura ese odio eterno por el Racing. No ha habido manera de comprobarlo antes porque es la primera vez que se ven las caras desde entonces. He ahí un aliciente añadido a todos los que ya de por sí tiene este partido.

Odio eterno del Cartagena al Racing por lo sucedido en el 91
Comentarios