04.05.2024 |
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Íñigo Vicente: Ya no miro los calendarios

El de Derio reconoce que antes sí solía estudiar los enfrentamientos que le quedaban a cada equipo, pero cree que no tiene sentido | Advierte de que el Zaragoza, el rival del Racing el sábado, “es un equipazo”

Íñigo Vicente entrenando con el Racing. / RRC
Íñigo Vicente entrenando con el Racing. / RRC
Íñigo Vicente: Ya no miro los calendarios

Cuando Íñigo Vicente era más joven sí era de los que cogía el calendario de cada uno de los equipos, los estudiaba y elucubraba sobre lo que podía suceder en las jornadas restantes. Ahora no. O ha madurado, o tiene menos tiempo, o simplemente se ha dado cuenta de que sirve para poco. “Antes sí lo hacía pero el pasado fin de semana, por ejemplo, no ganó ninguno de los seis primeros clasificados”, recalca. Hay muchos, por lo tanto, que se enfrentaron a una jornada teóricamente complicada que lograron sacar su partido adelante, por lo que no hay mucho margen para sacar conclusiones precipitadas.

“No merece la pena mirar la clasificación”, sentencia el jugador de Derio para huir del temor que puede tener quien sí lo haga, ya que se dará cuenta de que los perseguidores del conjunto cántabro tienen, en teoría, un camino mejor asfaltado sobre el que transitar. Vicente prefiere no detenerse en ello, centrarse en lo que pueden comprobar, que es lo que suceda en su propio partido, y, a partir de ahí, que suceda lo que tenga que suceder. De hecho, el próximo fin de semana, cuando juegan en sábado, confía en poder “ganar y, de esta manera, meter presión a los que están más cerca”. “Si ganas serán los demás los que tengan que mirar el calendario”, apunta.

El Racing se ha ganado, de hecho, el derecho a disponer de un margen de error de un par de partidos. Tiene seis puntos de ventaja respecto a la Ponferradina tras lo sucedido el pasado fin de semana y lo quieren mantener en Zaragoza, donde tienen la próxima cita. “Tiene un equipazo”, advierte Íñigo Vicente. Recalca que es un jugador que está “yendo para arriba, que no pierde y que compite todos los partidos”. Es un equipo que, como destaca el jugador vizcaíno, “cuesta mucho que le hagan gol y que pierda un partido”. Nadie dijo que fuera a ser fácil pero el objetivo a perseguir está claro: “Vamos a ir a por los tres puntos, a hacerles todo el daño que podamos y a intentar hacer el mismo partido que hicimos el sábado en El Sardinero”.

Eso es lo mejor, que el conjunto cántabro ya tiene un modelo en el que mirarse porque ahora mismo sabe que el camino está en repetir una actuación semejante. Reconoce Vicente que completaron “una primera parte extraordinaria a pesar de haber encajado un gol y de los minutos de dudas que pudo haber después”. Cree firmemente que fue “una de las mejores primeras partes del equipo” mientras que, en la segunda, “el equipo supo leer el partido, ya que éste fue completamente diferente”.

Resultó evidente que hubo un paso hacia delante en cuanto a intensidad, algo en lo que insistieron “durante la semana”. “Hay que mantenerla durante noventa minutos porque sabemos que, en cuanto te despistas cinco, el rival te hace mucho daño”. La pregunta está en saber por qué no salir a jugar así en cada jornada, ya que ha habido encuentros en los que el equipo ha dado la sensación de salir a esperar y no a provocar. “Cada partido es un mundo y se dan diferentes situaciones”, explica. En ese sentido, destaca que ante el Albacete salió todo de cara desde el principio, ya que “en el primer minuto ya tuvo el equipo una primera ocasión de gol, en el cinco otra muy clara, se vino arriba y después ya se encontró con un gol rápido”. Así es todo más sencillo porque quien se adelanta en Segunda División tiene mucho ganado. 

Jugadores del Racing durante el entrenamiento. / RRC
Jugadores del Racing durante el entrenamiento. / RRC

 

Pudo haber sucedido en Burgos porque el Racing dispuso de un penalti que no acertó a transformar a los dos minutos de juego. “Si lo llegamos a marcar, el partido habría cambiado totalmente”, apunta el de Derio. Fue la segunda pena máxima consecutiva errada y la tercera le tocó a él, que, a su vez, ya había fallado desde los once metros en la primera vuelta. No hubo presión. “En los entrenamientos nos habíamos quedado varios jugadores a preparar los lanzamientos de penalti y el entrenador decidió que fuera yo”, explica. Y acertó. Quien lo tira es quien lo falla pero a menudo también quien lo marca.

Lo que está claro es que la victoria del pasado sábado fue todo un balón de oxígeno para el conjunto cántabro, ya que sumaba cuatro jornadas sin ganar a pesar de que, en opinión de Íñigo Vicente, el equipo estaba “compitiendo y jugando bien”. Le lastró tener “una pizca de mala suerte en los detalles”, algo que cambió contra el Albacete porque el partido “se puso de cara pronto”. “Salimos con mucha intensidad sabiendo que los tres puntos se tenían que quedar aquí sí o sí y la verdad es que el equipo supo superar muy bien un partido difícil”, relata.

Hubo cambios en la alineación pero quien siempre está ahí es él, un titular fijo ya sea para arrancar desde la banda izquierda o desde la parcela central del ataque. “Cada vez me encuentro mejor”, insiste. Da la sensación de que la temporada se le va a hacer corta porque reconoce que le costó adaptarse, ya que “venía de algo totalmente diferente”. “Al final, el hecho de jugar y de conocer mejor a los compañeros hace que cada vez estés más cómodo y mejor”, apunta. Es más, sospecha que puede estar en uno de sus “mejores momentos”. “Espero que se alargue y ayude para conseguir el objetivo cuanto antes”, concluye.

Dani Fernández, recuperado, se suma a la rutina del grupo

Buenas noticias en el entrenamiento de ayer, ya que José Alberto recuperó a uno de sus hombres. Dani Fernández, convaleciente desde la semana pasada, por fin pudo completar el entrenamiento con el resto de sus compañeros, por lo que, si lo estima oportuno, el técnico asturiano podrá echar mano de sus servicios el próximo sábado en Zaragoza. Lo que está por ver es si volverá a confiar en él como ha hecho desde su primer partido en Cartagena o si dará continuidad a Unai Medina, que cuajó una buena actuación contra el Albacete. Además, el lateral madrileño no había rendido a su nivel habitual en sus últimas apariciones. Quienes estuvieron entrenando ayer a las órdenes del recuperador Ramón Tataret fueron Jordi Mboula y Marco Sangalli, que se recuperan de sendas roturas musculares. Confían en poder volver a principios de mayo. Mientras, Arturo Molina, que se tuvo que retirar con molestias en el primer tiempo del encuentro del pasado sábado, trabajó al margen y será complicado que viaje a Zaragoza. Tras entrenar ayer en El Sardinero, la plantilla volverá hoy a las instalaciones Nando Yosu.

 

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