El último partido que jugó Mboula fue contra el Lugo el 19 de marzo. Apenas 48 horas después se rompió y, a partir de ahí, el Racing ha disputado cuatro partidos en los que José Alberto ha alineado a un jugador diferente en la banda derecha. El catalán ha tenido cuatro sustitutos pero es muy probable que el domingo haya un quinto, ya que da la sensación de que el entrenador asturiano maneja dos opciones para ocupar su puesto y ninguna de ellas son las cuatro anteriores. El casting actual estaría entre Peque y Unai Medina. De ahí saldrá, en principio, el elegido. Menos mal que parece que no hará falta un sexto.

Y no lo parece porque todo apunta a que Mboula podría incluso entrar en la convocatoria para el partido contra el Granada. Con todo, la idea sería tenerle como recurso y apurar todo lo posible su reaparición, ya que quieren tener mucho cuidado con él para, sobre todo, tenerle al cien por cien para las cinco últimas jornadas. He ahí el gran objetivo con el que el cuerpo técnico se daría con un canto en los dientes, ya que significaría que el jugador ha recuperado muy bien una rotura de grado dos. Bajaría del mes y medio de convalecencia y eso sería un éxito. Tanto Mboula como Sangalli realizaron buena parte del entrenamiento de ayer al cien por cien. No lo completaron porque habría significado un riesgo, pero disputaron buenos minutos de partidillo que sirvieron para confirmar que están prestos y dispuestos y a punto de saltar al ruedo de nuevo. Lo significativo es que ambos actuaron por banda izquierda, lo que vino a confirmar que José Alberto tiene asumido que ninguno de los dos estará para jugar de inicio. Y tampoco lo estará Arturo, que ni siquiera apareció por el terreno de juego. Su lesión no procede de ninguna rotura, sino de un edema en el pie que le viene martirizando desde principios de curso. Es una cuestión dolorosa que hace más complicado poner plazos. Quienes ayer actuaron en la posición de extremo derecho fueron tanto Peque como Unai Medina. El primero no había jugado ni un solo minuto con José Alberto hasta que la trampa de Zaragoza le dio una oportunidad. Y la aprovechó porque cuajó una buena actuación en una situación muy complicada y, además, se echó sobre su espalda la responsabilidad de lanzar un penalti, el cual anotó mostrando buenas dotes. El lateral de Basauri, por su parte, también estaba prácticamente inédito desde el cambio de entrenador pero la sanción de Dani Fernández le permitió meter la cabeza y ahora puede ser difícil apartarle del equipo, ya que ha rendido a un gran nivel. Lo ha hecho en su puesto natural pero es posible que ante el Granada pueda jugar de inicio con Dani Fernández por detrás. Es una opción que ya usó Fernández Romo porque el basauritarra tiene aptitudes ofensivas, pone buenos centros y es capaz de llegar bien al área al mismo tiempo que, obviamente, aporta mucho trabajo defensivo. Ante una potencia como el equipo nazarí, podría ser una opción que el técnico pudiera estar teniendo en cuenta. Es un jugador más de banda mientras que Peque tendería a meterse para el centro, lo que es muy del gusto de José Alberto. Sea uno o sea otro, será, en definitiva, el quinto jugador que ocupe el puesto que había ocupado siempre Mboula hasta su lesión. El primer elegido para jugar en el extremo derecho fue Yeray, pero la jornada siguiente le tocó comenzar en el banquillo y ceder el testigo a Sangalli. Esta apuesta no pudo tener continuidad porque el donostiarra se lesionó, lo mismo que le sucedió a quien fue detrás de él por ese carril diestro, que fue el ya citado Arturo. Fue éste quien jugó por ahí en el gran partido completado ante el Albacete. A buen seguro que a José Alberto le habría gustado dar continuidad a alguno de los dos últimos y, sobre todo, a este último por lo bien que salió, pero no va a poder. Al menos, de partida. Tampoco pudo para el partido de Zaragoza, donde eligió a Juergen. Tuvo buena pinta la apuesta en los primeros veinte minutos en los que hubo partido, pero luego llegaron las expulsiones y hubo que variar todo. Una de ellas fue la de Íñigo, que es lo que puede hacer que el colombiano vuelva al medio centro para jugar contra el Granada, por lo que podría quedar descartado en la banda derecha. Los movimientos por ahí no dejan de sucederse pero la confianza del equipo es poder volver a la estabilidad que daba Mboula a partir del encuentro ante el Ibiza de dentro de siete días. Ese, como los seis que quedan pero un poco más por la situación clasificatoria del rival, será un partido clave.

Ezkieta asume que ha llegado su «oportunidad». El desastre de Zaragoza tuvo como consecuencia directa la sanción de dos jugadores importantes como Íñigo y Miquel Parera. El portero se perderá su primer partido liguero de la temporada, por lo que tomará la alternativa Jokin Ezkieta, que sólo ha podido jugar el partido de Copa del Rey en Linares. En territorio maño ya tuvo que entrar en acción y tuvo mucho trabajo, el cual solventó bien. Él es consciente de que ha llegado su momento. «Yo he trabajado de la misma manera toda la temporada sabiendo que en cualquier momento podría llegar la oportunidad y, por diversas circunstancias, llegó el pasado fin de semana», recuerda el portero navarro. Tuvo la desgracia de encajar un gol antes incluso de poder tocar un balón pero no se vino abajo por eso. «Sucedió así y ya está, había que asumirlo», apunta. Confía estar a la altura el domingo porque sabe que es «un partido muy importante para todos». Él ve al equipo «confiado» porque, sobre todo, ha estado «bien en los últimos partidos en casa», algo a lo que quiere dar continuidad «con el apoyo de nuestra gente». Tiene el Racing un calendario aparentemente más difícil que el de Málaga y Ponferradina pero Ezkieta destaca que ellos tienen «una ventaja que otros no tienen», que es depender de sí mismos. «El míster nos transmite tranquilidad, insiste en que si jugamos como sabemos estaremos cerca de ganar el partido, por lo que no veo más allá de lo que tenemos el domingo», apunta.