02.05.2024 |
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Ganas de cerrar el círculo

La última vez que hubo un gran ambiente de fútbol sin restricciones en El Sardinero fue el 29 de febrero de 2020 ante el Zaragoza | El domingo esperan llegar a los 11.200 seguidores de aquel día

Los aficionados del Racing volverán a acudir a la grada sin restricciones de espacio. / Hardy
Los aficionados del Racing volverán a acudir a la grada sin restricciones de espacio. / Hardy
Ganas de cerrar el círculo

 

El jueves se puso el punto y final (por ahora) a la limitación de aforos en Cantabria. Los clubes deportivos ya no tienen que estar pendientes del permiso que reciban por parte de los técnicos del departamento de Salud de la consejería de Sanidad y, por ejemplo, podrá acudir a Los Campos de Sport todo aquel que quiera. Como no se podrá garantizar la distancia de seguridad recomendada, habrá que seguir con mascarilla, pero está todo preparado para vivir un día muy especial porque, además, esta nueva normalidad coincidirá con el que, probablemente, sea el partido más esperado de toda la fase regular.

La última vez que Los Campos de Sport disfrutaron de un encuentro sin limitación alguna de aforos fue dos semanas antes de que se decretara el estado de alarma y todo dejara de ser como siempre. Fue el 29 de febrero de 2020, día en el que el Real Zaragoza visitó Santander. En aquella ocasión, hubo 11.263 espectadores, cifra a la que bien se podría llegar el próximo domingo, lo que permitiría cerrar completamente el círculo y quizá, quién sabe, pasar página por fin.

Aquel encuentro contra el equipo maño fue, como el del domingo, declarado de alto riesgo, ya que se anunció la presencia de un buen número de aficionados maños, lo que siempre provoca que haya un mayor control policial y de seguridad. En lo deportivo, fue un partido dramático y espectacular por lo mucho que había en juego. El equipo zaragocista había comenzado el año a lo grande y como un tiro. Se podía decir que era el que en mejor forma estaba en ese momento en la categoría de plata pero, a pesar de ello, se mostró inferior al Racing, que se mereció más premio del que se llevó.

El conjunto cántabro logró llegar al minuto noventa ganando 2-1 pero acabó empatando. Fue el enésimo gol en los minutos finales de encuentro que recibió el Racing en aquella dramática campaña. Fue todo un golpe moral para el conjunto cántabro, que abandonó el terreno de juego con un sabor amargo a pesar de la buena imagen que había mostrado y de haber tuteado a un equipo que estaba peleando por lo máximo. La afición agradeció el esfuerzo y despidió a sus jugadores con una buena ovación porque entendía que había motivos para confiar en levantar la cabeza en lo que quedaba de campeonato. Aunque ya se oían muchas cosas, en aquel entonces nadie podría haber imaginado que no iba a poder volver al coliseo verdiblanco hasta muchos meses después y que no volvería a disfrutar de un ambiente de los de verdad hasta más de año y medio después. Hasta este domingo, concretamente.

El Racing ya no está en Segunda División, sino en una cosa nueva que está un piso por debajo y que se llama Primera RFEF. Delante no estará el Zaragoza pero sí el Deportivo, otro equipo con renombre y con el que el conjunto cántabro se ha cruzado mucho más en Primera División que en cualquier otro lugar. Sin embargo, ahora andan los dos peleando en la categoría de bronce. Y van a llegar empatados a puntos y a tiro de piedra del liderato, por lo que el encuentro lo tiene todo para volver a vivir una gran fiesta en Los Campos de Sport.

La afición parece que está respondiendo. En el club se ha mantenido una cierta preocupación en los últimos tiempos porque la afluencia de público habitual no se había recuperado. En la pasada temporada, se permitió ocupar en algunas contadas jornadas el veinte o el treinta por ciento de la grada pero la presencia de público en la misma siempre se quedó muy lejos del límite impuesto por las autoridades. En el presente campeonato, cuando ya se elevó la restricción hasta el 50 e incluso al 75%, lo que, en la práctica, permitía recuperar la normalidad, apenas se han superado los cinco mil espectadores.

Por eso es importante lo que suceda el domingo, porque puede ser el partido que permita reimpulsar la presencia de aficionados en la grada. El club cuenta con poco más de ocho mil abonados pero, históricamente, siempre se ha dado por descontado que hay unos mil quinientos o dos mil que, sencillamente, no acuden a los partidos. Lo bueno es que la venta de localidades está avanzando a buen ritmo a pesar de que todavía queda incluso el tirón final del último día.

Ayer se habían superado ampliamente las tres mil localidades dispensadas. Algo más de 1.300 de ellas han sido adquiridas en territorio gallego, ya que al adquirir la localidad por internet, está abierta la opción de elegirla para una zona del estadio que se ha reservado de manera específica para aficionados visitantes. Sólo esto ya garantiza disfrutar de un ambiente de fútbol que, precisamente, no se vive desde aquella visita del Zaragoza. El curso pasado hubo hinchas en las gradas en algunos encuentros pero además de ser pocos, no los hubo visitantes. Sólo el día que jugó el Tarazona en territorio cántabro hubo unos pocos, para cuando el equipo verdiblanco ya no se jugaba nada.

Contando con que al menos acudan al coliseo verdiblanco seis mil abonados y que se terminen vendiendo algo más de cuatro mil entradas, se puede confiar en superar un aforo de diez mil. Siendo optimista, se puede confiar en igualar la cifra de asistentes que hubo en aquel encuentro contra el Zaragoza cerrando, de esta manera, el círculo. Lo que es seguro es que se va a disfrutar de un buen espectáculo futbolero en El Sardinero. Al menos, fuera del terreno de juego. Lo que suceda dentro será ya cuestión de lo que consigan hacer los futbolistas. Sólo conseguir que se viva un episodio propio de lo que se vivía antes de la pandemia ya permitirá cerrar por fin ese círculo y, al menos durante noventa minutos, pensar que todo ha terminado ya.

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