05.05.2024 |
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RACING SANTANDER

Aldasoro: Una cuestión de “mentalidad y ambición”

El jugador del racing, Aldasoro.
El jugador del racing, Aldasoro.
Aldasoro: Una cuestión de “mentalidad y ambición”

Aldasoro fue el hombre del partido. No sólo marcó un gol y estuvo a punto de marcar otro, sino que fue quien más kilómetros recorrió (11,5), quien más balones recuperó (7), quien más duelos ganó (8) y el segundo que más pases completó con éxito (41). Es un jugador de moda después de que, días antes del debut liguero, incluso protagonizara la segunda renovación mediática del verano tras la de Íñigo Vicente. Ambos fueron clave en la goleada contra el Eibar. Ambos fueron, en definitiva, un buen ejemplo de lo que reclamó José Alberto tras el encuentro: que los jugadores se aprovecharan del buen rendimiento colectivo para brillar a nivel personal y no al contrario.

Íñigo Vicente y Aritz Aldasoro brillaron porque brilló el Racing en prácticamente todas las facetas del juego. Es difícil soñar un debut mejor porque, como reconoce el medio centro guipuzcoano, “todo salió como habíamos planteado en el vestuario y como todos queríamos”. Fue, en definitiva, “un día muy bonito” que seguramente quedará en el recuerdo. Sobre todo, si termina siendo sólo el inicio de una bonita historia. “Es la mejor manera de empezar y de afrontar el siguiente reto que tenemos”, recalca el jugador vasco.

No es fácil (o sí) explicar qué pasó para que un Racing que, en líneas generales, era el mismo que el de la temporada pasada, goleara a una potencia de la categoría como el Eibar. Aldasoro considera que, “sobre todo”, se trató de una cuestión de “mentalidad y de ambición”. Salieron con ambos ingredientes al terreno de juego porque, al haber una continuidad de jugadores en la plantilla, todos tenían “muchas ganas de volver a El Sardinero y de volver a vivir una tarde magnífica como la que se dio”. Los futbolistas verdiblancos saben cómo responde la grada santanderina a poco que den algo y quisieron ser quienes dieran el primer paso.

Percibe Aldasoro la mirada del tigre en sus compañeros, la certeza de que hay materia prima para hacer cosas. Da la sensación de que se lo creen en el vestuario y por eso el encargado de anotar el 2-0 contra el Eibar insiste en que es “ese hambre, junto a la calidad futbolística de todos los jugadores”, el secreto de cómo salieron las cosas en el debut liguero. Está de acuerdo con su entrenador en que el resultado fue excesivamente abultado porque, en líneas generales, considera que el encuentro estuvo “bastante disputado”. No podía ser de otra manera cuando delante estaba “uno de los mejores equipos de la liga”.

La diferencia estuvo en la eficacia de cara a puerta y, en general, en la solvencia en las áreas. Entiende el medio centro guipuzcoano que el primer gol “les hizo mucho daño” y, pocos segundos después, llegó el que llevó su firma. “Eso nos permitió a nosotros jugar con más tranquilidad mientras que les hizo jugar más precipitados a ellos”. Por eso entiende que, tras ese par de tantos en apenas minuto y medio, “el partido se pusiera ya de nuestro lado”.

A Aldasoro se le vio llegar. Estuvo en el momento oportuno para anotar el segundo de la tarde y se quedó cerca de anotar el segundo de su cuenta particular. Da la sensación de que José Alberto le pide que tenga presencia en el área pero tampoco es algo nuevo. “Al final, los medio centros tenemos que estar siempre equilibrando y, si uno llega arriba, el otro tiene que cerrar”, explica. Quién desemeña cada uno de los dos roles depende, según explica, “de la jugada o de cómo vaya el partido”, pero destaca que tanto Íñigo como él tienen “libertad” de hacer una cosa u otra.

La goleada permite al Racing pasar la semana coliderando la categoría junto al Mirandés, que también anotó otros cuatro goles. Es fácil lanzar las campanas al vuelo y dejarse llevar por las cuentas de la lechera, pero en el seno del vestuario tienen los pies en el suelo. “Nosotros vamos a mantener el mismo objetivo aunque empecemos ganando los seis primeros partidos, que es el de llegar a los cincuenta puntos lo antes posible”, recalca Aldasoro. Asegura que sólo tienen eso “en la cabeza” porque, además, ya habrá tiempo para tener sueños de grandeza: “Una vez que lleguemos hasta ahí, veremos cuánto queda de liga y qué se puede hacer”.

PUERTA CERRADA. El segundo encuentro, el siguiente paso en ese camino que pretende transitar el conjunto cántabro, será el sábado en el campo del Espanyol, que no tendrá público. “Es algo que no queremos nadie, tampoco nosotros. Yo siempre prefiero que haya afición aunque juegue fuera de casa. Más aún nosotros, que siempre tenemos a racinguistas en todos los campos”, subraya. Recuerda que jugar en estadios vacíos, como a él mismo le tocó hacer en tiempos pandémicos, “es una sensación rara” que tocará administrar en la segunda jornada.

Tras lo sucedido el pasado fin de semana, en el equipo ya saben lo que hay que hacer para sacar partidos adelante. Hay una referencia que seguir pero es una referencia que todavía se puede mejorar. Y es que, ambiciosos como quieren ser en el Racing, no están dedicando la semana a mirarse en el espejo a ver lo guapos que son tras endosarle un 4-0 al Eibar, ya que saben que “en todos los partidos hay cosas negativas a mejorar”. También en el del pasado sábado. Por ejemplo, entiende Aldasoro que “hay mecanismos que aún no se han cogido, sobre todo en el inicio del juego, que hubo momentos en los que costó”. Es lo normal cuando se trata aún de la primera jornada. De ahí lo sorprendente de lo sucedido en El Sardinero.

Aldasoro: Una cuestión de “mentalidad y ambición”
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