Alberto Núñez Feijóo lo había bautizado como el "pacto encapuchado" mucho antes de que su contenido se hiciera público, ya que el PSOE y Bildu mantuvieron en secreto sus detalles desde el principio. Este miércoles, tras un Pleno en el Congreso en el que el independentismo logró sus objetivos, saltó la noticia en Pamplona: el PSN de María Chivite entrega la Alcaldía de Pamplona a Bildu. Para UPN, el PP y Vox, esto representa el primer pago al partido de Arnaldo Otegi por la investidura de Pedro Sánchez. La moción de censura en la capital navarra no solo se mencionó en la sesión de control al Gobierno, sino que la protagonizó.

Uno tras otro, los diputados del PP y Vox denunciaron lo que la portavoz de Vox, Pepa Millán, calificó como una alianza del PSOE con "el brazo político de ETA". La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, advirtió sobre la posible continuidad de esta alianza en el País Vasco el próximo año, donde el PSE podría tener la llave del gobierno. Los diputados peneuvistas protestaron en sus escaños ante estas insinuaciones.

En el Pleno, el diputado de Bildu Oskar Matute no hizo ninguna alusión a lo sucedido en Pamplona y se centró en una pregunta sobre la inflación dirigida a Nadia Calviño. Mientras tanto, los ministros evitaban abordar directamente la moción de censura en Pamplona, hasta que Óscar Puente habló claramente a favor de la alcaldía progresista.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, respondió evasivamente a la pregunta sobre la entrega de la Alcaldía a Bildu, mientras que Félix Bolaños y Cayetana Álvarez de Toledo protagonizaron un tenso duelo verbal, marcando un inicio acalorado para esta legislatura.