La Comisión de Justicia, encargada de aprobar el nuevo dictamen de la proposición de ley orgánica de amnistía, ha comenzado en medio de una polémica y un ambiente tenso. La diputada del PP, Cuca Gamarra, ha solicitado la suspensión de la sesión debido al incumplimiento del procedimiento.

Al inicio de la sesión, se ha distribuido a los diputados el texto definitivo de la ley, que incluye enmiendas transaccionales al preámbulo y a los artículos 1, 2 y 7. Esto significa que la Mesa del Congreso no ha calificado previamente las enmiendas. Aunque estas llevan la firma de varios partidos, incluyendo PSOE, Sumar, Junts, ERC, Bildu y el PNV, Podemos ha expresado sentirse excluido de la negociación.

"Ante una ley de esta trascendencia, ¿qué menos que desde la Mesa se ampare a todos los diputados para que puedan disponer del tiempo suficiente para ejercer nuestro derecho y nuestra función parlamentaria?", cuestionó Gamarra. Javier Ortega Smith, de Vox, también se quejó: "Esta sesión es un auténtico fraude a la legalidad, un desprecio absoluto al Reglamento del Congreso y una muestra más de la cacicada del Gobierno y sus títeres".

El presidente de la Comisión, el socialista Francisco Lucas, ordenó un receso para decidir qué hacer. Sin embargo, minutos después, reanudó la sesión, explicando que la Mesa había votado y que la decisión fue tres contra dos (tres del PSOE y Sumar, dos del PP). Con el acuerdo, el PSOE y sus aliados tienen prisa. Tanto, que han decidido convocar un Pleno extraordinario el próximo jueves, al término del Pleno ordinario, para aprobar la ley definitivamente y enviarla al Senado.

Antes de la sesión, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se mostró eufórico. También los portavoces de ERC y Junts. "Ahora sí es una ley integral y de aplicación inmediata", se felicitó la diputada de Junts, Míriam Nogueras.