El responsable de política institucional del PNV, Koldo Mediavilla, ha considerado que la repetición de elecciones generales es "lo peor que podría ocurrir" y ha augurado que "más pronto que tarde habrá gobierno" porque Pedro Sánchez es "un gran corredor de obstáculos" y hará "lo imposible por seguir en Moncloa". No obstante, ha advertido que, "para que eso se dé, tiene que haber unos compromisos firmes".

En una entrevista concedida a Radio Popular - Herri Irratia, recogida por Europa Press, el dirigente jeltzale ha opinado que la candidatura a la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no prosperará y sí será posible reeditar el gobierno de coalición por parte del dirigente socialista Pedro Sánchez.

Para Mediavilla, "sería conveniente que hubiera un Gobierno de coalición" porque, según ha indicado, "lo peor que podría ocurrir es que se repitieran las elecciones por la actuación interesada de unos u otros". En todo caso, ha confiado en que "más pronto que tarde habrá gobierno", sobre todo teniendo en cuenta que Pedro Sánchez es "un gran corredor de obstáculos", con capacidad para "saltar las vallas e intentar llegar a sus objetivos".

En este sentido, ha señalado que, si bien la situación es "muy complicada", el propio presidente del gobierno en funciones "se ha definido como un superviviente y, como tal, hará lo imposible por seguir en la Moncloa, entre otras razones porque, una vez nominado, será muy difícil descabalgarlo". No obstante, ha subrayado que, "para que eso se dé, tiene que haber unos compromisos firmes y unas voluntades de que después se acometan".

En esta línea, ha lamentado que la experiencia del PNV en relación a los acuerdos alcanzados con Sánchez y el PSOE no es "demasiado positiva" y hay "compromisos que no se han cumplido", como el calendario de transferencias pendientes "y, por supuesto, el régimen económico de la Seguridad Social, que consta en el Estatuto de Gernika es una de las materias básicas en las que debiera cumplirse lo que es ley".

Asimismo, ha rechazado que Vox haya "desaparecido de la ecuación política" que presenta Alberto Núñez Feijóo, ya que el PP "representa 137 parlamentarios" en el Congreso y "todo el mundo cuenta con que están incorporados a su alternativa" los 33 del partido de Santiago Abascal. "Vox es inherente a la candidatura de Núñez Feijóo", ha manifestado Mediavilla, que ha reiterado que el PNV mantiene que "en esa alternativa no va a participar y se enfrentará abiertamente a ella".

El dirigente del PNV se ha preguntado "qué sentido tiene presentarse a una investidura" por parte del líder del PP "si no considera la posibilidad remota de un apoyo de Junts o del resto de las formaciones políticas".

Preguntado si el PNV apoyaría una ley de amnistía como plantea Junts, Mediavilla ha incidido en que su partido, "desde que se produjo la crisis" en Cataluña, ha venido advirtiendo de que "lo que hay en el trasfondo de la cuestión es un problema de carácter político, que debiera abordarse políticamente, y no judicialmente como desde el Estado español y del Gobierno español de turno se ha llevado a cabo".

De este modo, ha defendido que "debe darse de una vez por todas solución a un clima que debe volver al ámbito de normalidad, de diálogo, de si es posible entendimiento, eliminando el carácter, por así decirlo, represivo o de orden y mando". Asimismo, ha recordado que "no sería la primera vez" ya que, en el año 36, "también el Frente Popular determinó una amnistía que puso en libertad a Luis Companys, que en el año 34 había declarado el Estado catalán", de modo que sería "novedoso" pero no "una excepción".

"Los problemas se resuelven abordándolos con diálogo, con generosidad por parte de todos y con voluntad de llegar a acuerdos. Lo contrario es permitir que los problemas se pudran y que la situación empeore cada día que pasa", ha advertido.

En relación a las palabras del presidente del PP, Alberto Núñez Fejóo, sobre el "encaje" del problema territorial en Cataluña, ha afirmado estar "perplejo" ante "los pronunciamientos" que realiza porque "un día hace una declaración y al día siguiente se ve obligado a matizarlo, no sé si por presiones de esa caverna mediática que acompaña al Partido Popular o por ámbitos de su propio partido".

En todo caso, ha remarcado que "hay un problema de entronque territorial y de sensibilidades nacionales en el conjunto del Estado español y hay que solucionarlo de manera directa, de manera positiva, sí o sí, no con decisiones unilaterales o unívocas, como hasta el momento".

Según ha indicado, se deberían abordar "las diferentes formas y sensibilidades de entender las nacionalidades que existen en el conjunto en el conjunto de la península, y eso hoy, mañana o pasado habrá que abordarlo de una manera seria y de una manera consensuada si es posible".

LA PROPUESTA DEL LEHENDAKARI

Por lo que respecta a las críticas que ha recibido la reciente propuesta del lehendakari, Iñigo Urkullu, para poner en marcha una 'convención constitucional', ha afirmado que no les da "mayor relevancia".

A su entender, "lo importante" en la actual situación política --en la que "los equilibrios" para gobernar en el Estado "obligan a sintonías y acuerdos con partidos como el PNV o con los partidos de las nacionales históricas-- es ser "propositivo" y no simplemente dedicarse a "hacer crítica de las propuestas que los demás hacen".

En este sentido, ha afirmado que le gustaría saber "cuál es la proposición que EH Bildu en este momento hace en relación a la cuestión territorial" porque lleva "muy callado con este tema, pese a su apoyo incondicional a Pedro Sánchez".

En relación a la conveniencia de alcanzar un acuerdo previo en Euskadi, ha recordado que hay ya una propuesta en el seno de la Ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco, "guardada en este momento en un cajón", para un nuevo estatus político y que "concita ya determinadas sintonías".

De este modo, ha señalado que "habría que buscar que esas sintonías se ampliaran y que implicaran al Estado en una negociación seria para abordar el futuro encaje de la nación vasca".

También ha afirmado que el PNV hará "todo lo que esté en su mano" para que pueda abordarse el debate sobre el derecho a decidir, una reivindicación que "no lleva dos días", sino que es "laboriosa y costosa".