Las conversaciones intervenidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil revelan nuevos detalles sobre la presunta relación entre Koldo García Izaguirre, un importante implicado en el caso de las mascarillas, y el director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, el teniente general Manuel Llamas. Según los pinchazos telefónicos, ambos se habrían reunido el 10 de enero, 40 días antes de que García Izaguirre fuera detenido por la UCO en la operación Delorme.

En una conversación mantenida en el restaurante La Chalana entre Koldo y José Luis Rodríguez García, un subteniente de la Guardia Civil, se discute sobre la situación de una empresa de pizarras en la que García Izaguirre está involucrado. Rodríguez García menciona problemas con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y pregunta a Koldo sobre su relación con Manolo Llamas, el teniente general y número dos de la Guardia Civil. Koldo confirma su cercanía con Llamas y se compromete a llamarlo para resolver los problemas de la empresa.

La conversación continúa mientras esperan al exministro José Luis Ábalos, con quien supuestamente tenían una cena esa noche en La Chalana. En la discusión, se menciona que García Izaguirre intenta convencer a Rodríguez García de invertir en la empresa, asegurando que es una oportunidad lucrativa. Además, se revela que Rodríguez García está enfrentando problemas con otros socios, incluidos Víctor de Aldama y Juan Carlos Cueto, y busca la intervención del exministro José Luis Ábalos para resolverlos.

La empresa de pizarras, Comercializadora Pizarras Santa Bárbara SL, ha cobrado relevancia en la investigación del caso, ya que se sospecha que fue utilizada por la organización para desviar comisiones ilegales obtenidas en contratos adjudicados a proveedores de material sanitario durante la pandemia, incluido Soluciones de Gestión y Apoyo a la Empresa SL, el proveedor preferido de José Luis Ábalos.