El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha puesto en marcha una estrategia desesperada para proteger a Francina Armengol, presidenta del Congreso y expresidenta de Baleares, intentando implicar a la cúpula del Partido Popular (PP) en la trama corrupta conocida como caso Koldo. Esta maniobra se produce en medio de crecientes demandas de dimisión hacia Armengol por parte de los populares, quienes la responsabilizan por su presunta implicación en irregularidades relacionadas con contratos millonarios durante su mandato como presidenta de la comunidad autónoma balear.

La situación de Armengol es delicada, con informaciones que la vinculan estrechamente a la trama corrupta y a presuntas irregularidades en la gestión de contratos públicos. Entre estas, destaca un contrato de 3,7 millones de euros con la compañía Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, formalizado durante su mandato como presidenta balear. A pesar de las advertencias sobre posibles irregularidades en dicho contrato, su gobierno solo exigió la devolución parcial de los fondos después de perder las elecciones ante el PP.

Además, nuevas revelaciones indican que la trama corrupta habría presionado a Armengol para evitar la reclamación del dinero destinado a la compra de mascarillas defectuosas, y que José Luis Ábalos, exministro del gobierno central, habría mediado en este asunto. Sin embargo, Armengol niega haber mantenido cualquier contacto con Ábalos sobre este tema.

Ante esta situación, el PSOE busca desviar la atención hacia el PP, intentando implicar a altos cargos del partido en la trama corrupta. Se ha señalado al portavoz del PP, Miguel Tellado, en relación con una supuesta reunión con Koldo García, un personaje clave en el caso. Sin embargo, Tellado ha negado rotundamente estas acusaciones, asegurando que nunca se reunió con ningún miembro de la trama y atribuyendo sus interacciones con políticos a sus funciones parlamentarias habituales.

En medio de esta tensión política, durante una sesión en el Congreso de los Diputados, varios diputados del PP dirigieron críticas directas a Armengol, cuestionando su gestión y exigiendo respuestas sobre su presunta implicación en los casos de corrupción. Mientras tanto, desde el PSOE se insiste en que el PP debe rendir cuentas sobre sus supuestos vínculos con la trama corrupta, buscando cambiar el foco de atención y proteger a Armengol de las crecientes demandas de dimisión.

En este contexto, la vicepresidenta primera del Gobierno y del PSOE, así como el secretario de Organización del partido, han salido a respaldar esta estrategia, demandando explicaciones al PP sobre las presuntas reuniones con miembros de la trama. Sin embargo, hasta el momento, el PP ha negado cualquier implicación y ha rechazado las acusaciones vertidas en su contra, manteniendo la presión sobre Armengol y su papel en los escándalos de corrupción que la rodean.