El próximo domingo se disputa el Campeonato de Cantabria de traineras. Es una cita habitualmente importante en el calendario autonómico porque hay un título en juego, pero este año, para colmo, ha ganado un interés que hacía tiempo que no tenía. Todo deporte que quiera despertar la pasión del espectador ha de contar siempre con la incertidumbre como ingrediente fundamental, con no tener claro quién va a ganar o qué va a suceder, y es algo de lo que ha carecido en los últimos tiempos la pelea por el cetro autonómico. Este verano, sin embargo, todo se ha puesto patas arriba. El aficionado podrá acudir a la regata sin saber lo que va a suceder. Y ese es un cambio fundamental.

El Campeonato de Cantabria se disputará el próximo domingo a mediodía en Laredo. Las traineras, por lo tanto, saldrán a la mar en un contexto veraniego, con la temporada estival a pleno rendimiento en una de las cunas turísticas de la comunidad autónoma. En medio de todo el gentío aparecerán las embarcaciones cántabras, primero las mixtas, las que disputan la liga combinada, la de veteranos, la única femenina y, por fin, las cuatro embarcaciones que pelearán por lo máximo a lo que pueden aspirar este verano. De ahí que estemos ante uno de los momentos trascendentales de la temporada.

El título autonómico se ha convertido en la gran esperanza para los clubes cántabros este verano. Sobre todo, para los de la ARC 1 y, en concreto, para Camargo y Pedreña, que, en principio, son los únicos candidatos serios a ganar el campeonato. Castro, que también está en la categoría de plata, ha estado muy lejos de ambos tanto en las banderas Sotileza y Bansander de principios de mes como en las cuatro primeras regatas ligueras. Astillero, por su parte, tiene otros objetivos en mente. Es consciente de que no puede pelear de tú a tú con la ‘Virgen del Carmen’ y la ‘Pedreñera’ y se centra en la ARC 2. Es, de hecho, la única embarcación cántabra que tiene objetivos ilusionantes en liga, ya que en su mente está conseguir el ascenso y, de paso, alguna bandera.

La ‘San José’ ya ha ganado a Castro este año, por lo que su intención será hacerse con la medalla de bronce. Ahí puede haber pelea, pero el verdadero bacalao se cortará más arriba, donde se anuncia batalla. Y lo cierto es que ya es hora de que la hubiera porque en los últimos tiempos era fácil hacer una quiniela sobre lo que iba a suceder en el Campeonato de Cantabria. De hecho, la victoria no se decide por menos de diez segundos desde el 2014, cuando Astillero le ganó a Pedreña por ocho segundos. Para encontrar una ventaja más pequeña y, por tanto, una apretada pugna hasta el final, hay que remontarse hasta el 2007, cuando fueron los trasmeranos los que ganaron a los astillerenses por sólo tres segundos.

Más allá de las ventajas, en la última docena de años (por lo menos) no ha habido incertidumbre en los campeonatos de Cantabria. Astillero ganó nueve entorchados consecutivos y, cuando terminó su hegemonía, que lo hizo de manera repentina y no poco a poco, dando algunos coletazos, le sustituyó Pedreña, que no tuvo rival en las tres últimas ediciones. El aficionado acudía a la cita sabiendo lo que iba a suceder y quién iba a ondear la bandera, lo que resta pasión al asunto. De cara al domingo, en cambio, todo está más abierto. Hay un favorito pero éste es consciente que tiene encima una seria amenaza de quien no quiere perder su trono así por así.

Lo que añade interés a la prueba del domingo en Laredo es que, para colmo, quien entra en buena parte de las quinielas para hacerse con el entorchado no tiene ninguno en su vitrina. Camargo nunca ha ganado el Campeonato de Cantabria. Tiene seis platas y nueve bronces pero nunca se ha llevado el título a su pabellón. Camargo está, por lo tanto, ante una oportunidad histórica de sumar un nuevo logro a su sala de trofeos. Es consciente de que es su año, de que se le ha abierto una puerta que ha de aprovechar para ocupar el trono e intentar defenderlo en el futuro.

Otro aliciente que tiene Camargo es conseguir la triple corona del banco fijo, algo que, por ejemplo, no logró Pedreña en sus tres últimos años de hegemonía. El club de Punta Parayas ya se ha hecho este año con los campeonatos de Cantabria de bateles y de trainerillas y sólo le queda el de traineras. Y es consciente de que está en disposición de hacerlo porque los precedentes corren a su favor. Hasta la fecha, se ha medido a la ‘Pedreñera’ en seis regatas en el último mes y cinco las ha ganado. La ‘Virgen del Carmen’ sólo terminó por detrás en la segunda jornada liguera, en la disputada en Pasajes. En la Sotileza, en la Bansander, en San Juan de Luz, en Elantxobe y en Mundaka, ha cruzado la meta viendo a la trainera negra por el retrovisor.

Pedreña confiaba en estar en otra situación a estas alturas. Es consciente de que hablar de entrar en la tanda de honor de la ARC 1 en lo que queda de verano resulta utópico a estas alturas y que, por tanto, asomar la cabeza será complicado. En sus presupuestos entraba haber ganado, cuando menos, las regatas santanderinas de principios de mes pero se quedó a medias. Cerca estuvo de llevarse la Bansander porque giró por última vez con ventaja, pero la maniobra le salió regular y luego sucumbió ante el siempre potente último largo de Camargo.

Todo esto quiere decir que el Campeonato de Cantabria se ha convertido en un objetivo prioritario para Pedreña, en prácticamente su última oportunidad de no pasarse la temporada en blanco. Ganar le permitiría dar un puñetazo encima de la mesa y defender su estatus en la comunidad autónoma. Sería todo un espaldarazo moral para un equipo que necesita un buen chute de confianza. El primer objetivo será contar con su tripulación de gala, algo de lo que apenas ha podido disfrutar hasta la fecha. Sería lo mejor para el espectáculo porque en los grandes momentos siempre es mejor que estén los mejores. Así el disfrute será mayor. Sólo quedaría que la mar hiciera su trabajo.