29.04.2024 |
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TRAINERAS

Astillero vive al límite

Fue cuarto en Ondarroa mientras que Donostiarra B, su gran rival por el playoff, se colocó a sólo un punto al terminar segundo | La ‘San José’, aún así, reaccionó bien en el último largo para remontar cuatro segundos a Mutriku

Los remeros de la San José trasladando su trainera hacia las aguas.
Los remeros de la San José trasladando su trainera hacia las aguas.
Astillero vive al límite

En Ondarroa se vive tanto el remo que en su escudo aparece una embarcación muy similar a una trainera capturando una ballena. Lo malo es que ya no hay ballenas en Ondarroa. Sólo han quedado las traineras. Y ahora pescan banderas. O eso intentan. Astillero acudió hoy a ese lugar que huele a historia, mar y pescado asumiendo que sería muy difícil pelear por la victoria pero aspirando a quedarse al menos con la cola del cetáceo, a defender su estatus y lanzar su arpón. Se quedó a medias. Volvió a puerto con un puñado de espinas y con miedo de perderlo todo hoy en Hondarribia.

El fin de semana decisivo para Astillero no comenzó bien. Dio continuidad al mes de julio, lo que significaba que la mejor parte de la ballena se la iban a llevar tres traineras que a día de hoy parecen superiores. La ‘San José’ apenas las pudo seguir el ritmo porque comenzaron a marcharse en el primer largo, sin mirar atrás y con ambición. Donostiarra B amenazó con ir a más conforme avanzara el verano y no sólo se ha colocado a un punto de la tercera plaza que aún tienen los cántabros cuando hace sólo tres regatas estaba a once, sino que hoy se quedó cerca de ganar la bandera.

Se han afilado los arpones. Tanto es así, que un rival directo como Portugalete incluso se ha reforzado para las cuatro últimas regatas ligueras y, sobre todo, para un playoff que sabe que no se le va a escapar. Porque suma ya cuatro jornadas consecutivas terminando por delante de Astillero y eso le concede un estatus que es difícil que pierda. Hoy el bote azul no se pudo ni acercar porque, para colmo, a bordo de la ‘Jarrillera’ había un remero recién llegado de Labradores, reputado club sevillano de remo olímpico, llamado Luis de Hoya y un tipo más conocido en el remo cántabro como Mario Hernando. Su hermano Pablo volvió a ser el marca de babor de la ‘San José’ pero él ha preferido ir con el ‘enemigo’ aceptando la llamada de su buen amigo Jaime Ríos.

A Astillero se le han complicado las cosas. Hoy le tocó bogar por la calle cuatro, desde donde hizo frente a un campo de regatas que presentó algo de viento y no demasiada mar. Su gran rival a vigilar, que era Donostiarra B, viajó por el extremo opuesto del circuito, por la calle uno, la que estaba más pegada al espigón, mientras que las dos embarcaciones amarillas ocuparon los caminos centrales. La ‘San José’ intentó aferrarse al ritmo de los demás, no quedarse fuera de juego demasiado pronto y demostrar que seguía teniendo motor para pelear por el playoff, pero las cosas no salieron bien.

A la primera ciaboga ya llegó descolgado. Orio B se fue desde la primera palada a por la victoria mientras que, por detrás, a siete segundos del líder, viajaban, prácticamente a la par, Donostiarra B y Portugalete. Era la pelea en la que le habría gustado estar a Astillero, pero no le dio para ello. Y eso que sus dos rivales le dieron una segunda oportunidad al cruzar el ecuador, ya que firmaron dos malas ciabogas, demasiado abiertas e incluso con problemas logísticos, ya que el proel de la trainera de San Sebastián estuvo a punto de perder el remo de trincar.

Al contrario que los dos botes que llevaba por delante, la ‘San José’ realizó un giro perfecto, por lo que pudo recortar algo más de un segundo. Comenzó el tercer largo a cinco de donostiarras y portugalujos y con el ánimo de aprovechar el tropiezo, pero ya era difícil pensar en una recuperación. Con una mar más revuelta quizá se habría abierto más el abanico, pero hoy no estaba la cosa para grandes volteos. Lo que hicieron, de hecho, quienes iban por delante fue abrir más distancias.

De nuevo se vio peleando la ‘San José’ más con los tiempos de la primera tanda que con los de la suya propia. Mala cosa. Hibaika, que se había convertido en otra amenaza para el estatus de playoff de Astillero, comenzó dominando el acto en el primer largo pero terminó sucumbiendo a Mutriku, el ganado en Ondarroa el pasado año, a partir del segundo y, sobre todo, del tercero. En la última ciaboga, dejó escrito un tiempo de 16.04 mientras que los entrenados por ‘Garru’ lo hicieron en 16.08. Sonó la alarma. Tocó apretar los dientes aunque fuera para quedarse con las raspas de la ballena.

El golpe moral que sufrieron los astillerenses fue muy grande pero demostraron estar vivos al tener capacidad de respuesta. Conocer el tiempo contra el que estaba compitiendo es una ventaja pero remontar cuatro segundos a una embarcación que había completado más rápido el segundo y el tercer largo no es sencillo. Notar esa presión permitió a los azules completar esos últimos metros mucho más cerca del ritmo de Donostiarra B y de Portugalete que los anteriores. De hecho, desde la última maniobra hasta la meta, la ‘San José’ no perdió nada respecto al ganador de la bandera.

Éste fue Orio B, muy superior desde la primera palada. Es difícil adivinar si se relajó o se le fue acabando la gasolina, pero lo cierto es que los presentes intuyeron que si la regata hubiera durado quinientos metros más, quizá el triunfo lo hubiera logrado Donostiarra B, que remontó seis segundos en el largo final. Esto le sirvió para dejar atrás a la ‘Jarrillera’ y remontar un punto más a Astillero hasta quedarse a sólo uno del tercer puesto. Si hoy queda por delante de la ‘San José’, se hará con esa preciada plaza.

ELLAS, TERCERAS

Una vez que terminó la regata masculina de la ARC 2 comenzó la femenina. También participó la ‘San José’, que volvió a dominar con gran autoridad su tanda con un tiempo de 11.27,67, siete segundos mejor que el de Hernai. Lo bueno fue que, por encima de todo, fue superior al de dos embarcaciones de la tanda de honor. Sólo los grandes dominadores de la categoría, Kaiku, que ganó la bandera, y Zumaia fueron más rápidas que las cántabras, ya que éstas superaron por tres segundos a Deusto y por cinco a Zarautz. Gran actuación, por lo tanto, del bote cántabro.

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