04.05.2024 |
El tiempo

Sólo Camargo mantiene el tipo en Elantxobe

Fue sexto tras aguantar el ritmo de Arkote, que acabaría peleando por la bandera, sólo en el primer largo | Pedreña se hundió en la segunda mitad de regata y acabó noveno | Castro volvió a estar lejos de todos | Victoria para Lapurdi

Trainera de Camargo. / AC
Trainera de Camargo. / AC
Sólo Camargo mantiene el tipo en Elantxobe

Era el primer día de mar, de mar complicada, con ola de costado. Era un día para especialistas, un día donde la técnica podía convalidar la ausencia de vatios, donde no tenía por qué ganar el más fuerte, sino el mejor. Y lo hizo Lapurdi, el tercer campeón en tres regatas. La ARC 1 promete alegrías porque cuenta con muchos aspirantes y hasta el más rápido de la segunda tanda se ve con opciones de dar la campanada. La música suena mucho a la del año pasado, cuando, sin necesidad de ser quien más veces ganara, quien mejor parado salió de tanto baile fue San Pedro por ser el más regular. Lo importante es estar siempre ahí y la ‘Libia’ lo está.

La regularidad es la que marca la diferencia y a los cántabros les está costando encontrarla. Quizá es Castro quien amenaza con tener ya su sitio porque, por segundo día consecutivo, se quedó fuera de juego, a más de veinte segundos de la trainera más cercana. Es un mundo. Como cabía esperar, Busturialdea se desenvolvió mucho mejor que ‘La Marinera’ sobre la mar y aprovechó para asestar un importante zarpazo poniendo a Deusto entre los dos. La embarcación castreña acudió a Elantxobe a pegarse con los de casa pero dos no se pelean si uno no quiere. Y la embarcación local no quiso. En seguida puso la directa y su pugna fue con Hondarribia B por ganar la tanda. De hecho, estuvo mucho más cerca de Pedreña que de Castro.

A quien no le gusta esto último es a la ‘Pedreñera’. Como sucediera siete días atrás, los entrenadores no pudieron poner en liza a la que quizá sea su trainera titular. De los fijos, ayer no subieron a bordo Miguel Lado, Axier Alonso y Kevin Vieira. Sólo este último estaba entre los suplentes. Y tres ausencias se notan mucho. Sobre todo, en los malos momentos, cuando toca apretar, saber sufrir y tener la mente clara. Los trasmeranos no encontraron ayer su remada en la segunda mitad de la regata y cayeron a un pozo que les dejó mucho más cerca de Busturialdea que de Camargo. Mala señal.

A Pedreña le tocó salir a bogar en el segundo acto, donde también estaban Camargo, Arkote y Zarautz. Era una tanda que anunciaba cosas interesantes, que tenía alicientes para todos. La ‘Pedreñera’ no salió bien, el despertador sonó tarde. Arrancó por detrás de los demás y eso ya le pesó. Sumó tal losa a bordo que cuando realizó la primera maniobra sólo mejoraba el tiempo de ‘La Marinera’. Sus compañeros de viaje se habían marchado y parecía estar peleando con las traineras de la tanda inicial. Su sitio no debería estar ahí.

Reaccionaron bien los patroneados por Kewin Ruiz, que al menos cruzaron el ecuador cerca de dar alcance a Zarautz. Estaban entonces enfilando el tercer largo, el que, según lo intuido a lo largo de la mañana, mejor venía a las calles interiores (tenían las dos). Sin embargo, fue ahí cuando se produjo el naufragio de la ‘Pedreñera’. Mala señal. Lo completó media docena de segundos más lento que la ‘Enbata’ quedándose ya demasiado sola. Verse, de pronto, tan lejos fue un duro golpe moral que no lograron rectificar en el largo final.

Pedreña no encontró el camino de vuelta. La de ayer no era una ola que cogiera de popa, sino de costado. Eso complica al máximo sacar partido de ella y quien lo consigue tiene mucho ganado. No fue el caso de la trainera negra, que completó ese último largo un segundo peor que Hondarribia B y Busturialdea, en el mismo tiempo que Deusto y sólo dos segundos mejor que ‘La Marinera’. Algo le había sucedido a ese motor para terminar llegando tan lejos de todo el mundo.

Fue Arkote quien se fue hacia delante sin mirar atrás. El primer largo se lo aguantó Camargo, que giró por vez primera con sólo dos segundos de retraso respecto al que apareció con mirada voraz y hambre de bandera. Por la calle tres, puso la directa en el primer viaje de vuelta, que completó diez segundos más rápido que la ‘Virgen del Carmen’. Fue todo un recital el suyo, que a partir de ahí inició una dura contrarreloj.

Camargo sintió en ese segundo parcial la presión de los de atrás, ya que Zarautz se pega a toda estela que coge como si de una lapa se tratara mientras que Pedreña parecía reaccionar, pero éste se quedó perdido en mitad del océano mientras que la ‘Virgen del Carmen’, como ya había echo siete días atrás, se mantuvo firme a pesar de sentir el aliento de la ‘Enbata’. Ojo a la capacidad que está mostrando el bote zarautztarra de ir de menos a más cada día que pasa.

Mostró la ‘Virgen del Carmen’ un ritmo de palada muy alto durante toda la prueba, sobre todo en los largos impares. Su sueño pasaba por dar la sorpresa a alguna trainera de la tanda de honor pero no lo consiguió. Sólo en la primera ciaboga mostró un tiempo cercano al de San Juan (sólo dos segundos más), pero no fue una tendencia general. De las embarcaciones del segundo acto, sólo Arkote estuvo metido en la pelea con los grandes. Y lo hizo de tal manera que, a falta de unos centenares de metros, aún tenía opción de bandera.

Cuando San Pedro y Lapurdi cambiaron de dirección por vez primera, marcaron los mismos tiempos que Arkote. Había aún mucha leña que cortar. Sin embargo, sin que hubiera habido cambio de condicones, ya que el viento apenas estuvo presente, parecían tener mejores cartas los integrantes del acto final. Por un lado, tenían las referencias que había dejado la ‘Plentziarra’ y, por otro, mantenían un apretado duelo que siempre hace apretar más y sacar un rendimiento que cuesta poner en escena cuando uno, como le sucedió a Arkote, rema en solitario.

Fue Lapurdi quien, llegando ya a la zona donde se agolpaba el público, comenzó a enseñar su proa con claridad hasta atravesar la meta sin necesidad de ‘foto finish’ respecto a su duelo con San Pedro. Sin embargo, tardó en comenzar la celebración a bordo porque no se fiaban del tiempo que había dejado escrito Arkote. No hubo disusión. Éste había terminado el trabajo en 20.51,59 y el bote galo en 20.43,81. También la ‘Libia’ (20.47,23) fue más rápida, por lo que la embarcación de Plentzia fue tercera. Camargo (21.08,41) fue sexto, Pedreña (21.25,13) noveno y último fue Castro con un tiempo de 21.57,45. Por ahora, los cántabros están muy lejos de los focos.

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