No hay por qué negarlo: había ganas. Ganas de volver a ver a Sergio García en acción, de disfrutarlo en vivo y en directo, en casa, en Torrelavega, en el Vicente Trueba. Su templo. El lugar donde ganó el Campeonato de Europa y donde saldó con éxito dos de sus tres defensas. Se fue a hacer las américas pero ha vuelto, como el hijo pródigo. No encontró lo que fue a buscar pero no se resiste a dejar de intentarlo. Quiere demostrar que sigue estando ahí, preparado, dispuesto y en forma. No ha dicho su última palabra y esta noche quiere dejarlo bien claro. El Niño hace muchos que se hizo mayor y no está para perder el tiempo.

‘El Niño’ llega al Besaya tras hacer campamento en Inglaterra durante tres meses

Un año y una semana. Casi como una condena. Es el tiempo que ha estado el torrelaveguense sin pelear. La última vez fue en el lugar donde se celebran los grandes combates, de donde vienen las luces; la patria del boxeo de barras, estrellas y confeti. Peleó en Las Vegas, la estación a la que sólo se puede llegar habiendo hecho antes muchas otras cosas. Fue su segunda experiencia norteamericana tras haber estado a la altura de un bicho raro como Sebastián Fundora pero se chocó con Tony Harrison. No pudo con él, le superó por tierra, mar y aire. Fue un bajón tanto para él como para su entrenador. Tanto es así que este último no estará hoy en la esquina. Será la gran ausencia en el Vicente Trueba.

‘El Niño’ siempre ha ido de la mano de su padre pugilístico. Los dos han sido uno pero al boxeador le ha tocado buscar otra media naranja para continuar su carrera. Víctor Iglesias volvió de Estados Unidos desmotivado y su pupilo fue incapaz de convencerle para continuar. Se apartó, se echó a un lado. Durante mucho tiempo fue el maestro quien intuyó que la trayectoria pugilística de su hombre iba a ser corta pero éste ha insistido en continuar. Han sido muchos años comiendo tierra como para retirarse ahora, cuando tiene en su mano la posibilidad de rentabilizar tanto esfuerzo. Porque a Sergio García nadie le ha regalado nada. Eso está constatado. Por eso es momento de intentar llenar la barriga.

A pesar de las dos derrotas americanas que mancharon su, hasta entonces, impoluto expediente, a ‘El Niño’ le han seguido llamando para pelear en algunas de las mejores plazas. Eso quiere decir que gustó y que se le sigue valorando. Ha alcanzado un estatus en el que le ha valido perder con dignidad. Lo que sabe es que se le ha acabado el crédito y que para seguir caminando ha de ganar esta noche. Eso es innegociable. Habrá muchos ojos mirando a Torrelavega porque son muchos los que quieren comprobar en qué estado va a volver a escena.

El torrelaveguense vuelve al Vicente Trueba, donde ganó el Campeonato de Europa

Al boxeador torrelaveguense le han reclamado en Inglaterra e incluso en Estados Unidos pero antes de volver a mirar arriba necesitaba recuperar sensaciones y volver a verse a sí mismo en acción sobre el ring. De ahí el combate de hoy.

Puede ser una de las últimas veces que se pueda ver a Sergio García peleando en Torrelavega. Eso es así. La luz se apaga y ni siquiera él mismo quiere alargar en exceso su carrera. Lo que quiere es terminar de sacarla partido y asume que las buenas bolsas están fuera. Hoy será el día de su retorno tras un año muy largo y se va a presentar con nuevo entrenador, de ahí la doble e incluso triple expectación que levanta la prueba. Su nuevo técnico es Ángel Fernández, un tipo joven con una trayectoria peculiar, que ya ha tenido a importantes boxeadores en cartera y que hoy estará en la esquina del cuatro veces campeón de Europa.

‘El Niño’ llega a Torrelavega tras hacer campamento en Inglaterra durante tres meses. A buen seguro que se tiene que notar pero él mismo advierte de que nadie debería esperar un gran cambio en su boxeo. «Quien vaya a la velada va a ver al Sergio García de siempre», reconoció en estas páginas esta semana. No es poco, pero es posible que se aprecie una mejor versión después de haber tenido la posibilidad de estar todo este tiempo pensando exclusivamente en boxeo y disfrutando de la posibilidad de cruzarse con importantes sparrings de todos los colores. En la otra esquina va a tener a Ricardo Sebastián Cabaña (8-1, 3 KO). Su experiencia es muy inferior a la del cántabro a pesar de tener un año más porque el boxeo le abrió muy tarde sus puertas. Aún así, le permitió escapar de un contexto complicado y esta noche va a saltar al ring con la intención de seguir huyendo y de aprovechar una oportunidad que él considera única. Es consciente de que lograr una victoria será bien difícil pero, cuando menos, quiere dejar una bonita imagen que le permita quedarse en España para intentar impulsar su carrera. Mal tienen que estar las cosas en Argentina para interpretar al boxeo español como un posible trampolín.

Ver al Sergio García de siempre supone disfrutar de un boxeo de ritmo alto y alta frecuencia de golpeo, de un boxeo que va hacia delante y que no rehuye la corta distancia. Su vuelta a casa supondrá un cúmulo de emociones fuertes pero él mismo es consciente, y más tras lo sucedido ante Harrison, que no se debe dejar llevar por lo anímico, sino mantenerse en todo momento cerebral. Está en un punto en el que no debe convencer de nada a nadie y que simplemente quiere demostrar que tiene ganas de más.

La pelea de ‘El Niño’ será tarde porque será la última de una amplia velada con seis combates profesionales y cuatro amateur. Estará bien acompañado porque tendrá paisanos y amigos junto a él. A este último grupo pertenecen Jesús Laso, que afronta su tercer combate, y Jairo Díaz, que debuta después de una reputada carrera en K1. También está en cartera Mohamed Zouaki, un púgil marroquí más que asentado en Cantabria y que afronta su segundo combate. Hacía mucho tiempo que no había cuatro profesionales cántabros en una misma velada.

La misma arrancará a las siete de la tarde con las semifinales de los Campeonatos de Cantabria amateur y, a continuación, llegará el turno de los seis combates profesionales. El duelo entre Zouaki y el valenciano Khalid Bouragba a cuatro asaltos (peso pluma) será el primero de ellos. Después llegará el turno de Jairo Díaz frente al eslovaco Edagar Kemsky también a cuatro episodios dentro del peso medio. Cristian Eusse (7-0, 5KO), una de las mayores promesas del boxeo español, será el siguiente en salir para medirse al colombiano Anuar Salas (21-13-1, 12KO) a seis asaltos en el peso superpluma. Luego será el turno del espectacular sueco Óscar Ahlin (23-2, 20KO), que se cruzará con el argentino Vicente Martín Rodríguez (41-12-1, 22KO) a ocho asaltos en el superligero y el último en aparecer antes de que lo haga ‘El Niño’ será Jesús Laso (2-0, 1KO), que se medirá a Sandro Hernández (15-24-3, 10KO) a cuatro actos dentro del peso superligero. El cartel es envidiable. Como para aprovecharlo. Quien no haya conseguido entrada o no tenga la posibilidad de acudir, podrá seguirla en el Twitch de Jon Fernández.