26.04.2024 |
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Cantabria traineras. ‘La Marinera’ alcanza a Orio B

La trainera castreña completó un fin de semana inmejorable en el que le recortó seis puntos, cuatro de ellos ayer, a su gran rival por la permanencia directa | Pedreña perdió la mitad del colchón que tenía al acabar en cuarto lugar

Salida de la primera de las dos tandas con seis calles que tuvo ayer la ARC 1.
Salida de la primera de las dos tandas con seis calles que tuvo ayer la ARC 1.
Cantabria traineras. ‘La Marinera’ alcanza a Orio B

Era quince de agosto y en Castro tenía que haber olido a marmita. Habitualmente es un día de sol, de calor y de mucha fiesta, pero ayer el día amaneció oscuro, con viento racheado, a veces molesto, y con una fina y constante cortina de lluvia que invitaba a la depresión y a llorar por los jolgorios del pasado. Tocaba levantarse y resistir. Buscar la fiesta por otro lado. Si recibes limones, haz limonada. El maldito Covid y este verano oscuro obliga a buscar alternativas y la encargada de poner la música fue ‘La Marinera’. Quien, finalmente, no disfrutó ayer en Castro fue porque no quiso, porque pasa de las traineras o porque no mantenía la fe en la remontada de los hombres de Quique Vitoria, que estaban el viernes a seis puntos de Orio B y se van a pasar esta semana empatados.

La embarcación roja de casa necesitaba que pasaran cosas extrañas para dar un mordisco de cuatro puntos en sólo una regata. Y para que eso sucediera también hacía falta dar un vuelco a la normalidad. Y la regata de ayer lo permitía. Era a sólo dos largos, lo que suponía que el esfuerzo de cada una de las traineras iba a tener que ser más intenso al concentrarse en poco más de diez minutos. Para colmo, el campo tenía seis calles, lo que siempre abre más el abanico para las sorpresas.

Y ‘La Marinera’ sacó el mejor partido posible a la situación quedando segunda en su tanda, sólo por detrás de Deusto. Cuando terminó su trabajo, ya sabía que, como mínimo, iba a repetir la historia del día anterior y le iba a comer otros dos puntos a la ‘San Nikolas’ porque Zumaia se había vuelto a colar entre los dos. Lo que era difícil de imaginar era que fuera a dejar escrito un tiempo que mejorara los que marcarían después San Juan y Arkote. Tan bien se amoldaron los castreños a lo que ayer demandaba la prueba que incluso se quedaron a un solo segundo de ganar a San Pedro. Había argumentos de sobra para irse de fiesta. Sin olor a marmita pero sí a remontada.

A quien no le convenía nada alterar la normalidad era a Pedreña porque se venía comportando como el equipo más solvente y fiable. Le convenía que no pasaran demasiadas cosas después del zarpazo que le había dado a Kaiku el día anterior, pero no sólo se encontró con un recorrido de 2.778 metros en lugar de los 5.556 habituales, sino que, para colmo, le tocó la bandera negra. Mal augurio. Oscuridad, niebla y bandera negra. Los trasmeranos terminaron su tanda por detrás de la ‘Bizkaitarra’, que no tuvo más remedio que jugársela ayer tras la traca quemada el día anterior, y del líder, pero cuando revisó los tiempos vio que había sido más lento que Deusto, el ganador de la tanda anterior. Son cosas que sucedían a principios de curso pero que hacía tiempo que no pasaban, lo que les hizo perder tres puntos respecto al bote de Sestao. Aún tienen otros tantos de renta, que no son pocos, pero los trasmeranos van a pasar una semana más inquieta de lo pensado cuando se fueron a la cama el pasado sábado.

La ‘Pedreñera’ tuvo algunas caras nuevas a bordo respecto al día anterior. Pablo Hernando entro por Javier Aja en estribor, de donde desapareció Roberto Labrada para situarse en la proa que dejó libre Suso Hermelo. Su puesto en el cobre de dicha banda lo ocupó Cristian Suárez. En babor, Joseba Fernández y Francisco San Emeterio sustituyeron a Miguel Lado e Iván Cano. La mar se mostró tramposa y caprichosa y no tardó en dar fuertes golpes a quienes navegaban por calles exteriores. Pedreña y Arkote, que iban por la cinco y por la seis, respectivamente, empezaron a botar tras sus primeras paladas mientras que quienes viajaban más pegadas al muelle de Don Luis mantenían una protección que no interrumpía su boga. Eso hizo que tanto Kaiku como Getaria se encontraran más cómodos de partida. Con todo, a la altura del rompeolas dio la sensación de que la embarcación cántabra mantenía el tipo y peleaba por la proa de la regata.

Que la regata durara entre diez y once minutos exige una remada y una técnica diferente a la que exige un esfuerzo de 21 minutos. Por eso la jornada provocaba cierto temor en buena parte de los entrenadores. Era diferente a todas. Pedreña la tenía mucho respeto y, a pesar de todos esos baches que se encontró en el camino, fue una de las únicas tres traineras que giró por debajo de 5.10. Quedaba volver y ahí se había desenvuelto bien otros días. Kaiku y Getaria le sacaban un bote pero eso no es nada cuando se está en la mar.

Lo malo fue que se alejaron. Y se abrió tanto espacio que dio pie a que se colara en medio la mejor trainera de la primera tanda, que había sido Deusto. Una vez que los inquilinos de las dos primeras calles rompieron con todos, el único objetivo de Pedreña era mantener el tipo y que no le sucediera lo que le había sucedido a Kaiku el día anterior. San Pedro no avanzaba demasiado lejos por detrás mientras que San Juan y Arkote, que vio interrumpida ayer su tremenda progresión, lo que fue otro síntoma de cómo se rompió la normalidad, ya se habían quedado muy atrás. Sólo quedaba mantener controlado el tiempo de la ‘Tomatera’, lo que no parecía difícil.

Por delante, Kaiku entró por puntas por delante de todos pero no se fiaba, lógicamente, del tremendo final de Getaria. Por un momento, dio la impresión de que el líder le podía comer la tostada a última hora pero los de Sestao aprovecharon una pequeña ola en plena champa final que les empujó hasta la baliza de meta, la cual cruzaron con media embarcación de ventaja. Pedreña entró en solitario pero recibiendo la noticia de que no había sido capaz de superar el tiempo que había dejado Deusto. Fue la segunda vez en toda la temporada que la ‘Pedreñera’ no terminaba entre los tres primeros. De la primera se levantó a lo grande, algo que va a resultar necesario repetir el próximo fin de semana, cuando se pondrá fin a la competición liguera con dos regatas tan diferentes como las de Plentzia y Bilbao.

Allí se la jugará Pedreña pero también Castreña. Las opciones de ‘La Marinera’ de librarse del playoff eran una cuestión de fe y lo mejor de todo es que a bordo creyeron que era posible. El día anterior le habían robado dos puntos a Orio B pero el fin de semana pasado ya había sucedido algo similar para echarlo todo por tierra el domingo. Ayer no se repitió la historia. La trainera de casa salió con el cuchillo entre los dientes y, sobre todo, con una buena remada y un gran viaje de vuelta, que es donde hay que hacer bien las cosas en la mar. Logró una sexta posición de un tremendo mérito y que provocó la locura entre los representantes del club que había en la zona de delegados.

Quique Vitoria había introducido cambios en las tostas el día anterior. Cambió posiciones y dejó a algunos habituales fuera, lo que le salió bien. Y ayer tocó el bote lo menos posible. Sólo realizó un cambio, que fue la entrada de Pablo Soba por Alfredo Simón, lo que hizo que Alan Ahedo pasara de remar en estribor a ser el cobre de babor. La puesta en escena de la trainera roja fue buena, ambiciosa, con esa mirada del tigre que deja bien claro que va a por todo. Aún así, de proa a la ola no estuvo cómoda por su calle cuatro. Vio cómo Deusto, que durante todo el año ha demostrado estar un peldaño por encima de quienes ayer completaban la tanda, se marchaba mientras los patroneados de nuevo por el joven Markel Lujua no abrían distancias con nadie. Estaban los cinco metidos en un pañuelo.

El único que se quedó atrás fue Astillero, que, para colmo, vio cómo se repetía la misma historia de una semana antes. De nuevo perdió a su proel en la única ciaboga del recorrido. Esta vez, quien cayó no fue Alberto Renero, que se situó de cobre de estribor, puesto en el que había remado el día anterior Adrián Méndez, que es quien ayer perdió el equilibrio en plena maniobra. A él no le pasó nada. Rápidamente se agarró a la boya y esperó a que le recogieran las asistencias, pero la trainera se quedó con un hombre menos, por lo que llegó en solitario con un tiempo incluso peor que el que había marcado Lapurdi, que había remado en la tanda de honor de la ARC 2 que se había disputado inmediatamente antes para hacer sitio a todos.

Lo tremendo fue el largo de vuelta que se marcó ‘La Marinera’. Fue un viaje librado a la misma velocidad que Deusto, que le sacaba ocho segundos fuera y le sacó otros tantos en meta. Ese joven valor de quince años que tiene en la popa supo sacar un gran partido de las olas y se presentó a lo grande por el solarium, disfrutando y sabiendo que tenía que seguir apretando para tener posibilidades de meter a alguien más entre ellos y Orio B. Zumaia viajaba por delante de la ‘San Nikolas’ y eso ya iba a permitir terminar la jornada con buen sabor de boca. Por puntas entró Camargo, que ya había realizado un gran primer largo el día anterior, por delante de los de amarillo y eso ya anunciaba otra buena noticia, pero los de verde, con una tripulación muy joven, acabaron cruzando la meta con un bote de desventaja respecto al gran rival de ‘La Marinera’.

Tan bueno fue el largo de vuelta de la embarcación local que Getaria sólo lo haría después un segundo más rápido. De hecho, fue cuatro mejor que el de Pedreña o tres que el de San Pedro, que, finalmente, sólo mejoró a ‘La Marinera’ por un puñado de centésimas. El botín podía haber sido mayor pero poco más puede pedir la competición, que va a llegar a su último fin de semana con dos puestos de playoff por decidir: uno por el que permite pelear por el ascenso y otro por la mera supervivencia.

Cantabria traineras. ‘La Marinera’ alcanza a Orio B
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