Casi un año trabajando y entrenando duro para, al final, jugárselo todo a una sola regata. Es algo habitual en el deporte. Se llama final. Entran dos pero sólo uno sale de fiesta mientras que el otro lo hace de depresión. No hay término medio. O ganas o te ganan. Es lo que les espera hoy en Bilbao tanto a Pedreña como a Castreña tras lo sucedido ayer en aguas de Plentzia. ‘La Marinera’ consiguió su objetivo prioritario y fue más rápida que Orio B, pero necesita volver a serlo esta tarde porque si éste suma un punto más, ambos terminarán igualados en la tabla y del desempate saldrían vencedores los guipuzcoanos. La historia de la ‘Pedreñera’ fue diferente. Dinamitó de un plumazo la renta que le quedaba respecto a Kaiku y hoy partirán los dos con los mismos puntos. Esto quiere decir que quien hoy reme a más velocidad, se meterá en el bolsillo el último pasaporte disponible para el playoff de ascenso.

La gran final será en un escenario bien diferente al que tuvieron que librar ayer. La regata pasará a ser a contrarreloj y en ría. Nada que ver. Como en las finales, habrá muchas facetas que habrá que tener en cuenta. Para enseñar la mejor remada, habrá que controlar los nervios y la ansiedad, no precipitarse y no querer conseguir en medio largo lo que hay que hacer en cuatro. Pedreña ha fallado en las dos últimas fechas pero lo ha hecho tan bien durante todo el verano que aún está a tiempo de corregir la situación. El deporte versa a menudo de estar bien en el momento clave, en la final en la que se pone un título en juego o en la regata decisiva que concede una plaza para el playoff o una permanencia directa, como en el caso de ‘La Marinera’. Y hoy es uno de esos días en los que hay que ponerse el traje de gala.

Las dos traineras cántabras que tendrán que salir hoy, a partir de las 16.45 horas, con el cuchillo entre los dientes lo harán en situaciones anímicas bien diferentes. Los castreños van de menos a más y los pedreñeros temen perder algo que ya tenían prácticamente en su mano hace sólo ocho días. Y hay un detalle que, tras lo sucedido ayer, puede resultar importante. Gracias a los resultados de ayer, ‘La Marinera’ saldrá hoy por detrás de Orio B y, por lo tanto, conociendo en todo momento sus tiempos de paso. La ‘Pedreñera’, en cambio, se pondrá en acción un minuto antes que Kaiku, por lo que será éste quien disponga de esa ventaja.

Fue la ‘Bizkaitarra’ quien ayer comenzó con tres puntos de desventaja y, por lo tanto, fue ella la que se vio obligada a arriesgar. Como en la ‘Challenge’ de Castro, salió a romper desde el primer largo y rompió. La diferencia fue que la cita plentzitarra era a cuatro largos que suponían el doble de esfuerzo, por lo que no quedaba claro que les fuera a aguantar el motor. Sin embargo, les aguantó. No quisieron saber nada de nadie desde las primeras paladas y los de Sestao cruzaron la meta con una solvente ventaja que les apartó de la salvaje pugna que mantenían por detrás Pedreña y Getaria. Había muchísimo en juego en ese duelo entre los cántabros y el líder que se terminó decantando a favor de éste.

Los entrenados por José Luis Korta contaron con el combustible que aporta verse por delante de todos y los pedreñeros con el lastre de ver cómo su gran rival se escapaba a las primeras de cambio. Ambos ocuparon el centro del campo de regatas: Pedreña la calle dos, un poco más cercana a la temida desembocadura de la ría, y Kaiku la tres. No había mucha ola pero uno la encontraba si la buscaba. El viento, no demasiado presente, procedía del este o del nordeste. Todo parecía listo y dispuesto para que fueran cada una de las traineras las que dijeran lo que tuvieran que decir. Tocaba dejar de lado los condicionantes externos y limitarse a sacar la mejor remada que cada uno tuviera en su armario.

De partida, la ‘Bizkaitarra’ dio un golpe encima de la mesa completando el primer largo cinco segundos antes que el resto. Lo moral iba a resultar clave y los vizcaínos golpearon primero. Lo bueno fue que Pedreña se mantuvo en su sitio, intentando no perder su boga y manteniendo bajo control a Getaria. Esto último pasó a ser el objetivo prioritario de los blanquinegros tras cruzar el ecuador. Kaiku lo hizo con siete segundos de adelanto y se antojaba mucha distancia tras haber completado ya un largo de ida y otro de vuelta. Era el momento de mantener los nervios en su sitio.

Pedreña partió con tres puntos de renta y eso hacía que le bastara terminar inmediatamente antes que Kaiku los dos días. Y éste fue el mal menor a salvar en la segunda mitad de la regata. Tocaba cambiar el chip y no mirar tanto a la calle tres y sí a la uno, donde la ‘Esperantsa’ mantenía el tipo. Siempre lo hace. Por eso ha andado tan sobrada en la segunda mitad del verano. Se mantuvo en todo momento en un segundo plano, sin llamar demasiado la atención y esperando su momento, que siempre llega en los metros finales.

La ventaja de la trainera sestaotarra llegó a los once segundos durante un tercer largo en el que Getaria ya se colocó a la altura de Pedreña. Fue buscando su posición poco a poco, como si se estuviera preparando para un esprint final en el que se sabe superior. Y lo peor es que a bordo de la ‘Pedreñera’ también sabían de sobra que la ‘Esperantsa’ da lo mejor de sí en el último largo, que es entonces cuando pone el motor en marcha y saca de remada a todos. Es, por tanto, aconsejable mantener siempre una distancia prudencial y girar por última vez con una ventaja que administrar, pero Pedreña no lo logró.

El último cambio de dirección lo hicieron prácticamente al unísono pero fue Getaria quien comenzó ese último largo por delante. No sólo eso, sino que pronto fue adquiriendo cierta ventaja y dejando a Pedreña atrás. Ahí sí que se encendió de verdad la luz de alarma. Hay que ser muy duro mentalmente para mantener bajo control esa situación y lo cierto es que el único aspirante cántabro al ascenso se atascó. No sólo terminó realizando ese cuarto de regata final seis segundos más lento que su contrincante guipuzcoano, sino también siete que Arkote, que había ganado con autoridad el tercer acto.

Nadie contaba con la trainera local. Pedreña había realizado la primera ciaboga seis segundos antes que ella, la segunda cuatro y la tercera cinco. Parecía una ventaja suficiente como para no tener que estar atento a ese cronómetro. Sin embargo, cuando los trasmeranos cruzaron la meta, se encontraron con la sorpresa de que su tiempo no sólo había sido peor que el de Kaiku y Getaria, sino también que el de Arkote. Otra vez cuartos. Como hace siete días en Castro. Lo bueno es que ese punto que se quedó en casa tampoco alteró demasiado el guión porque incluso habiendo sido tercera ayer, la ‘Pedreñera’ tendría que haber hecho hoy lo mismo: ganar a Kaiku. No hay más cuentas posibles.

Haber quedado tercero habría concedido a Pedreña idéntica situación a la que va a tener Castro hoy. Es decir, que se mantendría por delante en la clasificación y partiría un minuto más tarde que su rival en la contrarreloj, pero tendría que terminar por delante sí o sí porque, en caso de empate, gana el que no es cántabro. En el caso de Kaiku es porque tiene más banderas que Pedreña. En el caso de Orio B, porque si hoy es más rápido que ‘La Marinera’, que es lo que ha de hacer para, al menos, ponerse a su altura en la tabla, habrá quedado por delante más veces. Tras lo sucedido ayer, lo han hecho siete veces cada uno. Es tremenda la igualdad que hay en ambas batallas. Nunca había llegado la ARC 1 con tanto en juego al último día.

Que la trainera pilotada por Quique Vitoria ha llegado al tramo final de competición mucho mejor que su rival quedó confirmado ayer, cuando en sólo dos largos le dejó fuera de juego. Partió con fuerza y ambición para no sólo superar a la trainera amarilla, sino también a Zumaia, a quien había ganado en las últimas fechas. No lo hizo ayer. La ‘Telmo Deun’ dio una impresión muy diferente a la que dejó el pasado fin de semana en Brazomar y se acercó más a su versión del mes julio, cuando estaba muy por encima de las batallas existentes en los sótanos clasificatorios.

La alineación de Castreña fue la misma que una semana antes en Castro. En la popa se mantuvo ese joven de quince años llamado Markel Lujua, ese patrón con una personalidad tremenda que no se ha achantado ante la situación que le ha tocado torear. Se ha responsabilizado de guiar a la embarcación roja en regatas clave ante la ausencia por enfermedad de Mikel García y el bote ha mantenido el tipo y ha realizado, incluso, unas ciabogas de las que suman segundos. Como las de ayer. ‘La Marinera’ siempre ha estado a gusto en la mar pero el trabajo va a haber que cerrarlo en la ría.

Zumaia no estuvo nunca demasiado lejos, pero la embarcación cántabra no llegó a colocar su proa a la altura de su popa. Su objetivo pasó a ser meter todo el tiempo posible a Orio B para que alguien de la tanda siguiente se colara ahí, pero eso era complicado. El salto entre la mitad de arriba y la mitad de abajo ha sido siempre enorme excepto en la extraña Challenge en la que la lógica saltó por los aires.

La buena noticia para ‘La Marinera’ podía llegar por detrás. La primera tanda la había ganado con gran solvencia Camargo, que, sobre todo, se gustó en unas maniobras con las que se fue creciendo y alejando a los demás. Necesita la ‘Virgen del Carmen’ un buen fin de semana para acudir al playoff en un buen estado anímico y la primera de las paradas la superó con nota. Tanto es así, que se quedó bien cerca de haber mejorado a Orio B, lo que podría haber sido un inigualable mensaje con vistas al próximo fin de semana. No sólo eso, sino que habría hecho un favor tremendo a Castreña. Sin embargo, se quedó a un segundo y tres centésimas de conseguirlo.