20.04.2024 |
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AZARA GARCÍA DE LOS SALMONES | CORREDORA DE MONTAÑA

Azara García: «Estoy aprendiendo que sin castigarme tanto puedo rendir más»

Con 27 años descubrió las carreras de montaña y, desde entonces, la atleta corraliega ha abierto camino siendo la primera mujer en profesionalizarse en esta disciplina y en ganar tres campeonatos de España | Ya tiene dos subcampeonatos del Mundo

Azara García de los Salmones.
Azara García de los Salmones.
Azara García: «Estoy aprendiendo que sin castigarme tanto puedo rendir más»

PREGUNTA.- Llevas un inicio de 2023 espectacular. ¿Ha superado vuestras previsiones?

RESPUESTA.- Sabíamos que el nivel de la temporada pasada no era mi nivel porque después de un problema vino otro. Me recuperé de la operación de quirófano y vino una infección de estómago, después la lesión del fisio… Yo decía ‘no arranco’. Así no podía coger mi nivel. Por eso en cuanto hemos podido trabajar con normalidad, sin problemas y con continuidad, he cogido un punto de forma muy bueno.

P.- ¿Mejor de lo esperado?

R.- Estamos sorprendidos al estar tan bien sin haber metido todavía una gran carga de trabajo ni de gran calidad. Precisamente íbamos con pies de plomo por todo lo que había pasado y mira tú. Quizá eso de que ‘menos es más’ es verdad.

P.- ¿Os genera alguna duda estar tan bien tan pronto?

R.- Hace un año cambié de entrenador. Toda mi vida en la montaña la hice con Juan Carlos Llamas, que sigue siendo mi nutricionista, y ahora el entrenamiento lo lleva Rafa Flores. Y la verdad es que ha sido un cambio brutal.

P.- ¿Qué ha cambiado?

R.- Yo soy una persona muy motivada, correr es mi pasión y hay que frenarme. Por eso yo siempre pedía más. Quería estar en forma todo el año y estar al 100% para todo y no se puede. Ahora estoy aprendiendo que sin castigarme tanto y con una planificación adecuada, sin cebarme y sin querer estar en todas las carreras, puedo rendir más. Este año, por ejemplo, nos planteamos los primeros seis meses casi sin competición, sólo con el objetivo de ir al Campeonato de España y conseguir plaza en el Mundial. Y ha salido redondo. Una buena planificación es necesaria porque no podemos ir a todo.

P.- ¿Tuviste dudas por todos esos parones que sufriste?

R.- Salí del quirófano tras estar medio año parada completamente y claro que me decía que era muchísimo tiempo. Me preguntaba si sería capaz de volver. Pero me gusta tanto esto y soy tan loca de lo que hago y tan motivada que pronto me saco esa basura de la cabeza y digo ‘no puede ser’. Es verdad que no soy una niña, que tengo 39, pero veo a gente mayor que yo que sigue ahí dando estopa.

P.- Irene Pelayo nos reconocía la semana pasada que tras las lesiones largas ha alcanzado incluso un nivel mejor.

R.- Totalmente de acuerdo con ella. Por desgracia, en mi vida deportiva he tenido muchísimas lesiones. Hay gente que se lesiona muy poco y otras que nos lesionamos con mirarnos. Y a veces nos dicen ‘qué suerte, que de las lesiones vuelves más fuerte’. Y te ríes. Porque no es suerte, es muchísimo trabajo. Y tras esos periodos de lesión, no sé si porque lo pasas mal, porque trabajas muy duro o porque verte de vuelta multiplica esas ganas y esa motivación que ya tenías, siempre he hecho una temporada espectacular.

P.- ¿Cuesta recuperar confianza?

R.- Empiezas un poco insegura por esos miedos que te pueden venir a no volver a estar en forma, pero te duran 10 - 15 días. Nosotras, con la base que tenemos, ves que rápidamente el cuerpo responde tras dos semanas de trabajo y ves que poco a poco vuelves a tus ritmos y a tu estado de forma.

P.- En el 2017 decides dejar el trabajo para dedicarte a correr de manera profesional y justo ahí sufres una grave lesión. Eso sí que tuvo que ser un palo.

R.- Aquello fue durísimo porque fuimos al Mundial apenas 15 días después de tomar la decisión y me partí el tendón en una bajada. Yo me iba a casa con el disgustazo de tener que retirarme del Mundial pero pensando que sería una rotura de fibras, algo que pasa a menudo. Pero tras las pruebas me dieron esa noticia e incluso me dijeron que iba a estar complicado volver a la alta competición.

P.- Fue una decisión valiente la de pasar a dedicarte en exclusiva a la Montaña. ¿Nadie te dijo ‘pero dónde vas, flipada’?

R.- Yo tenía mis dudas y fue mi marido Álvaro quien me dijo que no debía dudar y que era ahora o nunca. En ese momento tenía una beca de la Española que llevaba cobrando diez meses y me quedaban ocho, ya que si no ganaba otra medalla en otro Mundial no la renovaba y yo me había tenido que retirar. Y fue él quien me animó a dar el paso y quien se sacrificó conmigo porque se le ocurrió la idea de generar una marca alrededor de mí. Fue una gran ayuda. Que en esos momentos de dudas tengas gente a tu lado que te empuje y te ayude a conseguir tu sueño… Imagínate.

P.- ¿Hay mucha gente en España que vive de correr en montaña?

R.- Me sobran los dedos de una mano. Ahora mismo diría que somos tres mujeres y quizá algún hombre más. Es complicado vivir de esto y más aún si eres mujer, ya que, hasta hace muy poco, estábamos yo… y yo.

P.- A vuestra generación os toca hacer camino.

R.- Eso es lo importante. Todo es una rueda y es fundamental que las niñas nos tengan ahí como referentes desde pequeñas, que sepan que hay mujeres deportistas y que nosotras también podemos hacerlo. Tenemos la obligación de darle esa visibilidad y trabajar por ello.

P.- Hablemos del Mundial de Innsbruck.

R.- No estoy híper motivada, sino lo siguiente. Tengo loco al entrenador porque le digo que no voy a ir a pasearme, sino a pelear por un pódium, que a ver qué me planifica. Como si él me planificara para quedar la veinte… Obviamente, es para llegar al 100% y para estar peleando por las medallas, que es el objetivo que tengo. Tengo mucha ilusión. Es difícil porque hay mucho nivel, ya que cada año que pasa el nivel de los corredores está creciendo de manera impresionante, pero voy a ir a tope a por las medallas.

P.- ¿Conoces el recorrido?

R.- No. Estamos pendientes de si nos confirman la posibilidad de hacer una concentración quienes hacemos las carreras largas para poder verlo a mediados de mayo. Si no sale, habíamos planificado ir por nuestra cuenta.

P.- ¿El perfil lo tenéis?

R.- Sí, todos esos datos los tenemos. Son 85 kilómetros, más de 5.000 metros positivos… Una carrera complicada. La táctica va a ser muy importante porque nos meten, dentro del Ultra, tres verticales.

P.- Toma ya.

R.- Hay una  primera subida de unos 6 kilómetros con 1.200 positivos, pero bajamos y tenemos una nueva subida de 10 kilómetros con otros 1.200. Luego la carrera pasa a ser de subes bajas para, ya en el tramo final, otros mil y pico positivos. Por eso estos meses están siendo de preparación específica, ya que tiene unas características que lo hacen un poco diferente.

P.- ¿Ves eso y no te dices ‘pero dónde voy’?

R.- ¡Al contrario! Yo lo veo y digo buahhh, qué motivación para prepararlo, para ver cómo lo puedo afrontar y comprobar todo lo que puedo dar en la carrera.

P.- Es en junio. ¿Hará calor?

R.- Espero que no, que yo lo llevo muy mal.

P.- Pero en Canarias se te da bien correr.

R.- Siempre lo digo, que es curioso que no me guste correr con calor pero que, a la vez, para mí las islas sean como mi talismán. Sobre todo, la de La Palma, ya que tengo un idilio con la carrera del Reventón.

P.- ¿Quiénes serán tus rivales?

R.- A priori, la selección más fuerte todos los años suele ser la de Francia. Tienen un nivel altísimo. La campeona de los dos últimos años ha sido francesa y también nos han ganado estos últimos años por equipos siendo nosotras subcampeonas. Es la gran potencia. Serán las rivales a batir. También habrá alguna americana y alguna sueca.

P.- ¿Las queda mucho para llegar a las africanas?

R.- Aún hay poquito. Empiezan a aparecer en distancias más cortas. De maratón y para abajo ya empiezan a asomar, pero en ultra distancia es muy difícil verlas todavía, pero llegarán. Las que van asomando en las carreras más cortas hacen unas carreras increíbles para llevar tan poco tiempo en este mundo.

P.- Será un proceso.

R.- Sí porque cuando empezaban se notaba que las faltaba técnica, saber cómo moverte en la montaña. Sobre todo, se veía que precisaban entrenamiento en temas de bajada aunque también en la subida, ya que a veces morían al ser de ritmos muy altos por estar acostumbradas al llano. Salían muy desbocadas y morían al subir. Pero es como todo, año a año se van especializando y mejorando y ya se va viendo un recorrido y una gran mejora.

P.- ¿Sueles pensar en esos lugares por los que corres ‘aquí tengo que volver con la mochila y el bocata’?

R.- Cuando acabas la carrera, a veces sí dices vaya sitio para volver y verlo con más tranquilidad, pero también existe una magia de verlo en plena competición y tensión. Ese momento en el que vas que no puedes más y, de repente, miras a la derecha y dices ‘buah’. Me quedo sin aliento y pienso ‘mira en qué sitio estoy corriendo’. Es una oportunidad porque, seguramente, si no fuera por las carreras no estaría ahí ni habría visto esos paisajes.

P.- ¿Siempre te gustó la montaña o fue la competición la que te llevó a ella?

R.- Mira que aquí tenemos un valle súper bonito y que mis padres siempre nos llevaban de acampada y el monte, pero no me tiraba mucho, la verdad. No era de salir a la montaña. Yo lo descubrí en Fuente Dé (en el kilómetro vertical) y aquello fue amor a primera vista. Correr siempre fue mi pasión pero hacerlo en un entorno como la montaña, disfrutar así de la naturaleza… Me da pena porque tenía ya 27 años cuando lo descubrí y podía haberlo disfrutado antes.

P.- ¿Cómo fue tu carrera hasta que descubres la montaña?

R.- Empecé en el atletismo a los ocho años. Hacía pista, ruta, cross… Tuve un pequeño parón cuando fui mamá, luego lo retomé otra vez y, cuando lo hice, ya me gustaba más el asfalto, pruebas de diez kilómetros, media maratones… Lo último que hice fue un Campeonato de España de diez kilómetros en Córdoba en el que fui cuarta. Me gustaba y me gusta.

P.- ¿Lo has dejado?

R.- Por suerte, no todo es montaña en los entrenamientos que planificamos. Trabajamos mucho el llano para preparar trail, algo que hace años no se hacía. De ahí también el nivel de mejora que ha habido en los atletas, ya que se trabajan mucho los ritmos en llano y, de esta manera, yo me quito esa espinita haciendo series, rodajes… Coges esa chispilla corriendo en llano porque, evidentemente, no corres al mismo ritmo subiendo que en pista.

P.- ¿De qué estás más orgullosa de todo lo conseguido hasta ahora?

R.- De todo porque lo que he conseguido ha sido gracias a mí y a mi esfuerzo. Nadie me ha regalado nada. Por encima de todo, estoy orgullosa de las veces que he sido internacional con la selección. Para mí es el mayor orgullo, el sueño que tuve desde pequeña. También tener dos subcampeonatos del Mundo y un Campeonato de Europa es algo inolvidable.

P.- ¿Te sientes reconocida?

R.- Muchísimo más de lo que muchas veces una es consciente. También creo que más fuera de Cantabria, algo que suele pasar. Hasta te asustas de la gente que te sigue, que te conoce y del cariño y del apoyo que recibes. Digan lo que digan, es motivante. Que te escriba gente es un regalo, uno de los mayores premios que puedes recibir.

P.- ¿Por qué?

R.- Son, sobre todo, mujeres a las que inspiras, a las que ayudas a hacer deporte… Y te mandan mensajes súper bonitos a los que respondo diciéndoles que no son conscientes de lo recíproco que es, ya que para mí sus mensajes también son alimento y motivación. Son gasolina.

P.- ¿Eres famosa en Los Corrales?

R.- Aquí me conocen más que de sobra. Cuando vuelves de alguna carrera es de agradecer que la gente te suela felicitar. Alguna vez algún vecino me ve y me dice ‘qué raro tú andando’. Es la costumbre de ir corriendo a todos lados.

P.- ¿Es sano correr 80 kilómetros?

R.- Se ha puesto de moda decir que la maratón es la prueba pequeña y que lo importante es correr 80, 100 o 130 kilómetros, que cuantos más, mejor. Es una equivocación. A veces la gente se vuelve loca y su primera carrera es una de 100. Y si no tienes una preparación estás jugando con tu salud. Hay que pasar una fase porque, como todo, esto lleva una progresión.

P.- ¿Tú la tuviste?

R.- Yo empecé desde la base antes de llegar hasta aquí. Hemos mantenido una progresión espectacular en el sentido de lo bien que lo hemos ido haciendo, comenzando por la distancia más corta, cogiendo una base y yendo poco a poco aumentando las distancias hasta acabar en la más larga. Quien quiera hacer un Ultra debería hacerlo así y con alguien que le lleve una preparación, ya que no son pruebas para hacer así como así.

P.- ¿Os molesta que se haya puesto tan de moda?

R.- Para nada, me gusta que se conozca nuestro mundo, que vaya creciendo, que la gente se anime, pero sí me preocupa esa falta de coherencia de la gente, ya que al final también nos perjudica a nosotros.

P.- ¿Cómo?

R.- Porque ahora en las pruebas se vuelven locos pidiendo requisitos y certificados para, precisamente, prevenirse de sustos de gente que no va preparada y a la que le puede pasar algo. Eso nos complica la vida a los que estamos haciendo bien las cosas.

P.- ¿Por qué te llaman ‘La tormenta’?

R.- Sale de mi frase motivacional: ‘El diablo susurró en mi oído ‘no eres la suficientemente fuerte para resistir la tormenta’ y yo le susurré al oído ‘yo soy la tormenta’. La vi y me sentí súper identificada con ella también por mi forma de ser, así que me la tatué en la pierna para verla mientras corría. Álvaro generó una marca alrededor de ella y creó un logo que en poco tiempo caló totalmente. Eso sí, un día un fisio que tenía me dijo ‘tú no eres una tormenta, eres un tormento’.

Azara García: «Estoy aprendiendo que sin castigarme tanto puedo rendir más»
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