Las fuerzas armadas de Israel anunciaron el hallazgo de un complejo sistema de túneles elaborados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), extendiéndose sigilosamente debajo de un edificio que albergaba la sede central de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en la Franja de Gaza.

Este descubrimiento, que se produjo el pasado sábado, revela un nivel de sofisticación y premeditación por parte de Hamás, al construir una red subterránea a una profundidad impresionante de 18 metros y con una extensión que alcanza los 700 metros, incluyendo múltiples puertas laterales que podrían haber facilitado diversas operaciones clandestinas.

No obstante, el hallazgo militar no se limitó únicamente a la estructura física de los túneles. Las fuerzas israelíes también informaron sobre la identificación de conexiones eléctricas entre el sistema subterráneo y el edificio de la UNRWA, sugiriendo una presunta complicidad en el suministro de electricidad proveniente de las instalaciones de la agencia de la ONU. Este detalle no solo arroja luz sobre la capacidad técnica de Hamás, sino que también plantea preguntas incisivas sobre las redes de apoyo que podrían estar presentes dentro de la propia UNRWA.

¿QUÉ HABÍA EN EL TÚNEL?. El comandante de la Brigada 401, Bnei Aharon, detalló el contenido del túnel, destacando la presencia de armas, cinturones explosivos, granadas y una variada gama de explosivos. Estos descubrimientos refuerzan las afirmaciones de las fuerzas israelíes sobre el uso de las instalaciones de la UNRWA por parte de terroristas de Hamás, subrayando la gravedad de la situación.

En respuesta a estas acusaciones, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, emitió un comunicado en su cuenta de redes sociales, donde expresó la falta de conocimiento por parte de la organización sobre la presencia del túnel. Lazzarini subrayó que la UNRWA no había recibido información oficial de las autoridades israelíes y que el personal de la agencia abandonó las instalaciones en octubre de 2023.

Sin embargo, la tensión entre las partes involucradas ha aumentado considerablemente, ya que Israel ha intensificado sus críticas contra la UNRWA, llegando incluso a afirmar que la agencia está vinculada a actividades terroristas de Hamás. Esta serie de acusaciones ha llevado a varios países, encabezados por Estados Unidos, a suspender la financiación a la UNRWA, una de las mayores organizaciones humanitarias en la Franja de Gaza.

Las repercusiones de estas acusaciones han exacerbado las ya complejas dinámicas en la región. La UNRWA, antes del conflicto, contaba con 13.000 empleados y desempeñaba un papel vital proporcionando alimentos a dos millones de personas, asistencia médica diaria a 30.000 individuos y educación a 400.000 estudiantes palestinos.

La suspensión de la financiación internacional amenaza con agravar la situación humanitaria en la región, lo que subraya la gravedad de las implicaciones políticas y humanitarias de este descubrimiento.

Este desarrollo también ha suscitado preguntas sobre la supervisión y la seguridad de las instalaciones de la UNRWA. Lazzarini, en su comunicado, explicó que en tiempos de no conflicto activo, la UNRWA realiza inspecciones trimestrales, la última de las cuales tuvo lugar en septiembre de 2023.

Sin embargo, con Gaza siendo actualmente una zona de guerra activa, la realización de investigaciones independientes se ve comprometida, planteando desafíos significativos en la validación de los reclamos presentados por ambas partes.

En conclusión, el descubrimiento de los túneles de Hamás bajo la sede de la UNRWA en Gaza no solo ha expuesto una amenaza subterránea sofisticada, sino que ha exacerbado las tensiones entre Israel y la agencia de la ONU.

Las consecuencias humanitarias, políticas y de seguridad que se derivan de estos acontecimientos son, sin duda, motivo de preocupación y requerirán una respuesta cuidadosa y reflexiva de la comunidad internacional.