29.04.2024 |
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Las relaciones exteriores del Gobierno de España choca frontalmente con la del resto de Occidente

El Gobierno de España ha tardado un día en condenar los ataques de Irán y sus relaciones con Marruecos y Venezuela generan controversia, y donde las mafias como la italiana, rusa o marroquí, tiene casi tanta presencia ya como en su país de origen
Pedro Sánchez se ha posicionado frontalmente con los demás países occidentales como Francia, Reino Unido o Estados Unidos, que condenaron rápidamente los ataques del régimen iraní.
Las relaciones exteriores del Gobierno de España choca frontalmente con la del resto de Occidente

Irán ha desencadenado un ataque masivo contra Israel, lanzando decenas de drones y misiles. Este conflicto ha provocado una rápida reacción internacional, sin embargo, llama poderosamente la atención la postura del Gobierno España y sus representantes, que se distingue entre las naciones occidentales por tardar demasiado en condenar explícitamente estos ataques.

Mientras que la mayoría de los países occidentales, incluidos Francia, Reino Unido y Estados Unidos, han expresado condenas firmes contra la agresión iraní, en cuanto se han conocido por los medios de comunicación dichos ataques, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en un principio, no ha emitido una condena directa, limitándose a expresar su "máxima preocupación" por los acontecimientos, hasta que ha visto la reacción de la ciudadanía y los demás países, y es ahí, al día siguiente, cuando ya si a través de un tuit, que ha condenado los ataques, nueve horas después, y tras recibir múltiples presiones.

Aunque no ha sido capaz de mencionar expresamente a Israel y tira del manido "condenamos todas las violencias".  Las reacciones de la ciudadanía no se han hecho esperar, donde afirman, entre otras cosas que: "Cuando un pueblo ejerce la violencia sobre otro pueblo, se condena ESA violencia, no todas las violencias desde el neolítico. Porque esa equidistancia, varias horas después, es indecente".

Esta reacción contrasta con la de otros líderes occidentales y ha puesto en relieve las diferencias dentro de Europa respecto al manejo de la diplomacia en crisis internacionales.

Por otro lado, Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición en España, ha criticado duramente el ataque, describiéndolo como "indiscriminado" y ha instado a trabajar hacia la estabilización de la región. Esta diferencia de tono dentro de la política española sugiere un debate interno sobre cómo responder a tales conflictos.

La Unión Europea y varios países han expresado su apoyo a Israel, reafirmando su compromiso con la seguridad del estado judío. El portavoz militar de Israel ha informado que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están en máxima alerta, y ha destacado la movilización de las fuerzas aéreas y navales para proteger el espacio aéreo del país. Además, ha hecho un llamado a la población a seguir las instrucciones del Mando del Frente Interior y a estar atentos a los anuncios oficiales.

En una muestra de solidaridad, la Casa Blanca ha reiterado su firme apoyo a Israel. "El presidente Biden ha sido claro: nuestro apoyo a la seguridad de Israel es inamovible. Los Estados Unidos estarán al lado del pueblo israelí y apoyará su defensa contra las amenazas de Irán", afirmó un portavoz. La Casa Blanca ha reafirmado su inquebrantable apoyo a Israel, destacando que Estados Unidos continuará apoyando la defensa de Israel contra cualquier amenaza iraní. Esta declaración subraya la importancia de Israel para la política exterior estadounidense y su papel central en la estabilidad de la región.

Mientras tanto, países vecinos como Jordania, Líbano e Irak han cerrado también su espacio aéreo, y se han reportado vuelos comerciales desviados, incluidos dos de la aerolínea Fly Dubai que no aterrizarán en Israel como estaba previsto.

RELACIONES INTERNACIONALES

En medio de este escenario internacional, España enfrenta críticas por su gestión de la seguridad interna y sus relaciones exteriores, particularmente con Marruecos. Recientemente, el gobierno español ha comprometido significativos recursos financieros para apoyar a las autoridades marroquíes, incluyendo la adquisición de material de vigilancia por valor de 10,6 millones de euros en plena crisis migratoria, además de 98 cámaras de visión térmica por 7,8 millones y 168 vehículos por 12 millones de euros. Estas inversiones han generado controversia, especialmente dado que, simultáneamente, se han reportado recortes y limitaciones en el presupuesto destinado a la Guardia Civil y la Policía Nacional en España.

Estas acciones han suscitado preocupaciones sobre el aumento de la vulnerabilidad de España frente a actividades criminales, incluido el narcotráfico y las mafias italiana, marroquí y rusa, cuestionando la efectividad de la estrategia de seguridad nacional en un momento de tensión creciente tanto dentro como fuera de sus fronteras.

La falta de una condena explícita de España plantea interrogantes sobre su posición y estrategia en el contexto de la política exterior occidental. Este acto no solo revela las tensiones internas en España, sino que también podría influir en su imagen internacional y sus relaciones diplomáticas futuras. Mientras el mundo observa, la consistencia de la respuesta occidental frente a agresiones como la de Irán será crucial para la percepción de una postura unida contra las violaciones de la paz y la seguridad internacionales.

EL PODER DE LAS MAFIAS COMO LA ITALIANA, UNA PRESENCIA CASI AUTÓCTONA

Desde los años 80, España se ha convertido en un segundo hogar para las mafias, sobre todo como la italiana, pero también rusa y marroquí. Todas las principales organizaciones criminales de Italia —la Cosa Nostra y la Stidda de Sicilia, la Camorra de Nápoles, la 'Ndrangheta de Calabria y la Sacra Corona Unita de Apulia— han establecido operaciones significativas en nuestro país.

Un claro ejemplo de esta integración y adaptación es la Camorra. El auge turístico y la burbuja inmobiliaria de los primeros años del siglo XXI facilitaron que esta mafia invirtiera masivamente en el litoral español. En las Islas Canarias, por ejemplo, operaciones recientes han puesto al descubierto esquemas de lavado de dinero que manejan millones de euros, evidenciando la profundidad de su infiltración económica y social en España.

La familia Polverino, una ramificación del clan Nuvoletta, se ha hecho notablemente prominente, controlando el tráfico de hachís desde Marruecos hacia Nápoles con una base operativa establecida en España desde 2007. Bajo la dirección de Giuseppe Polverino, alias "O Barone", han acumulado propiedades y negocios que les sirven tanto para lavar dinero como para asegurar logística y refugio en el país.

La cooperación internacional, especialmente entre la Guardia Civil española y los Carabinieri italianos, ha sido fundamental en la lucha contra estas redes. Operaciones conjuntas han resultado en la detención de numerosos miembros de estas mafias y el desmantelamiento de algunas de sus estructuras más importantes en España.

A pesar de estos esfuerzos, el problema persiste y se expande, con nuevas generaciones y estructuras que continúan operando y adaptándose a los cambios en el entorno legal y social de España. Las autoridades enfrentan un reto constante para combatir estas organizaciones que, aunque extranjeras, operan con una influencia y capacidad que rivaliza con sus bases en Italia, y con menos recursos cada año, se hace difícil combartirlas.

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