Países europeos y aliados han anunciado la suspensión de la financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), luego de la revelación de la presunta implicación de algunos de sus trabajadores en el ataque perpetrado por milicias palestinas contra Israel el pasado 7 de octubre, hecho que desencadenó el actual conflicto en la Franja de Gaza.

La medida, que ha sido adoptada por países como Italia, Países Bajos y Finlandia, ha sido acompañada por la suspensión de fondos por parte de otras naciones aliadas, entre ellas, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Australia. Mientras tanto, Suiza ha anunciado su intención de estudiar detenidamente los detalles del incidente, adoptando una postura más cautelosa. En contraste, Irlanda ha expresado su firme respaldo a la UNRWA, subrayando la necesidad de una investigación exhaustiva antes de considerar la suspensión de fondos.

El Ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, anunció la suspensión de la financiación a través de su cuenta de Twitter, calificando el ataque de las milicias palestinas como «atroz» y señalando que la decisión de suspender la financiación está en línea con el compromiso de Italia con la asistencia humanitaria a la población palestina, al mismo tiempo que se protege la seguridad de Israel

Italia, siendo el primer país de la Unión Europea en tomar esta medida, ha sido seguida por otros estados miembros, incluyendo a Reino Unido, Finlandia y Países Bajos. El Ministro de Comercio Exterior y Desarrollo finlandés, Ville Tavio, expresó su consternación por las acusaciones, anunciando una «pausa provisional en la financiación de la UNRWA» a la espera de una investigación independiente. Tavio afirmó que Finlandia no proporcionará ayuda que beneficie a Hamás, destacando la gravedad de las acusaciones.

Países bajos se une la suspensión de fondos. Por su parte, el Ministro de Comercio Exterior y Cooperación de Países Bajos, Geoffrey van Leeuwen, confirmó la suspensión de fondos y expresó su conmoción ante la acusación de que el ataque del 7 de octubre se llevó a cabo con fondos de la ONU, incluidos los aportados por Países Bajos. A pesar de la suspensión de la financiación a la UNRWA, Van Leeuwen subrayó que su país continuará proporcionando ayuda humanitaria a la población civil de Gaza, reafirmando su compromiso con el bienestar de los afectados. En un contraste evidente, el Ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Micheál Martin, manifestó la posición de Irlanda al no tener la intención de suspender la aportación de fondos a la UNRWA. Martin respaldó la decisión de Philippe Lazzarini, comisionado de la UNRWA, de suspender de inmediato al personal implicado en el ataque del 7 de octubre, destacando la importancia de una investigación minuciosa y la tolerancia cero con el terrorismo. Martin resaltó el papel esencial de los 13.000 trabajadores de la UNRWA, quienes proporcionan ayuda vital a 2,3 millones de personas, a pesar de enfrentar un costo personal increíble, con más de 100 trabajadores muertos en los últimos cuatro meses.

El origen de esta crisis financiera y diplomática se remonta al viernes pasado, cuando la propia UNRWA anunció la expulsión inmediata de varios de sus miembros y la apertura de una investigación detallada sobre su presunta participación en los ataques de las milicias palestinas. Esta decisión fue tomada tras recibir información relevante por parte de los servicios de seguridad israelíes.  

Philippe Lazzarini, comisionado de la UNRWA, y António Guterres, secretario general de la ONU, se mostraron consternados por estas acusaciones y se comprometieron a iniciar una investigación inmediata sobre lo sucedido. 

El Departamento de Estado de Estados Unidos, en su comunicado de suspensión de financiación, mencionó que al menos doce empleados de la UNRWA están implicados en el ataque del 7 de octubre, una afirmación aún no confirmada por Naciones Unidas.

Este desarrollo representa un golpe significativo para la UNRWA, que ha estado desempeñando un papel crucial en la prestación de asistencia humanitaria a los refugiados palestinos en la región.