La expresión "En Même Temps" (Al mismo tiempo) que una vez sirvió como emblema para la estrategia política de Emmanuel Macron, se encuentra ahora en el epicentro de una encrucijada que amenaza con debilitar el segundo mandato del presidente francés.

Cuando Macron ascendió a la presidencia en 2017, su capacidad para fusionar medidas de izquierda y derecha bajo el lema "En Même Temps" resultó clave para su victoria electoral y para mantener una mayoría parlamentaria coherente. Este enfoque le permitió aprobar políticas tanto "progresistas" en aspectos sociales como medidas económicas y de seguridad más "conservadoras", adaptándose a una variedad de opiniones en la sociedad francesa.

Sin embargo, este equilibrio aparentemente perfecto ha comenzado a tambalearse, evidenciado por una serie de desafíos que amenazan la estabilidad del gobierno de Macron. La primera señal de alarma fue la disminuida victoria de su partido, Renaissance, en las elecciones legislativas de 2022, que resultó en una mayoría mucho menos contundente que la obtenida cinco años antes.

A lo largo de los últimos dieciocho meses, el Gobierno, liderado por Élisabeth Borne, ha luchado con una creciente minoría parlamentaria, recurriendo en numerosas ocasiones al artículo constitucional "49.3", que permite la aprobación de leyes sin votación, siempre que la oposición no presente una moción de censura en 24 horas.

Borne ha invocado el "49.3" veinte veces desde julio de 2022, enfrentándose a 27 mociones de censura durante el mismo período, marcando un récord en la V República. La última vez, el 1 de diciembre, fue para aprobar el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social. Este patrón ha dejado al descubierto la fragilidad del "En Même Temps".

El golpe final para esta estrategia llegó el 13 de diciembre, cuando una coalición de todas las fuerzas de oposición en el Parlamento rechazó, sin siquiera debatir, el proyecto de ley sobre inmigración. Este revés señala la pérdida de fuerza del presidente y su resistencia a reconocer la necesidad de ampliar su mayoría, particularmente con los 62 diputados de Los Republicanos.

El veterano periodista Franz-Olivier Giesbert sugiere que la falta de un intento para incorporar a Los Republicanos a través de una coalición clásica ha desestabilizado al partido, desencadenando movimientos de transfuguismo. Esta táctica de fichajes individuales ha debilitado a Los Republicanos, especialmente cuando no ha beneficiado al Gobierno en busca de apoyo para ciertos proyectos de ley, como en el caso de la inmigración.

Gérald Darmanin, ministro del Interior y antiguo miembro de Los Republicanos, ha estado en el centro de este juego político, negociando con su partido en el Senado solo para ver cómo los macronistas vacían de contenido el proyecto de ley en la Asamblea Nacional.

Esta estrategia de "En Même Temps" parece haber perdido su efectividad y enfrenta críticas tanto desde la oposición como desde sectores dentro del propio Gobierno. El segundo mandato de Macron, que aún no ha alcanzado su ecuador, ya se encuentra bajo la sombra de la incertidumbre y la controversia.