En medio del conflicto en curso entre Israel y Hamás, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, anunció que la guerra está lejos de llegar a su fin. Halevi indicó que los objetivos de la guerra son esenciales pero difíciles de alcanzar, asegurando que el conflicto se prolongará durante muchos meses más. Israel ha establecido dos objetivos fundamentales en Gaza: desmantelar la estructura militar de Hamás en la Franja y rescatar a los cautivos, después de la masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamás en suelo israelí.

Halevi, quien previamente había visitado el norte de Gaza, afirmó que están cerca de completar el desmantelamiento de todos los batallones de Hamás en esa región. Destacó que no hay soluciones mágicas para desmantelar una organización terrorista, sino que se requiere una lucha decidida y persistente. También expresó la determinación de llegar al liderazgo de Hamás, ya sea en semanas o meses.

A pesar de las afirmaciones anteriores de Israel sobre estar cerca de eliminar a Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza, hasta ahora no han tenido éxito en localizar a ningún alto funcionario de la organización. Sinwar rompió su silencio el lunes, describiendo la situación como una "batalla feroz, violenta y sin precedentes" y asegurando que destruirán al Ejército de ocupación.

Contrariamente a las expectativas de una disminución de la intensidad de los bombardeos en enero, Israel ha intensificado sus ataques, especialmente durante la temporada de Navidad. Un ataque en el campamento de refugiados de Al Maghazi resultó en una de las peores matanzas de esta guerra, con 106 personas fallecidas. El conflicto ha llevado el número total de palestinos muertos a 21,110 y más de 55,000 heridos, según el Ministerio de Salud gazatí.

Aunque Estados Unidos ha presionado a Israel para reducir la intensidad de los bombardeos, Israel ha intensificado sus ataques. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, admitió que el país está luchando en siete frentes diferentes, incluidos Gaza, Líbano, Siria, Cisjordania, Irak, Yemen e Irán. Se espera que Israel se prepare para "todos los escenarios" en su frontera con Líbano.

La violencia también se ha extendido a Cisjordania, donde una operación israelí en el campo de refugiados de Nur Shams resultó en la muerte de seis palestinos. Desde el inicio del conflicto, más de 300 palestinos han perdido la vida en Cisjordania a manos de soldados o colonos israelíes, según datos del Ministerio de Salud palestino.

Mientras Israel intensifica su ofensiva, las Naciones Unidas advierten sobre la catástrofe humanitaria inminente en Gaza. La capacidad hospitalaria opera al 20%, la mayoría de los servicios básicos han dejado de funcionar y aproximadamente el 26% de los hogares gazatíes sufre hambre extrema, según datos del organismo internacional. Además, el enclave experimenta un corte total de las telecomunicaciones debido a los daños en la infraestructura.

Las señales de que el conflicto se extiende por Oriente Próximo son evidentes, con Hezbolá intensificando sus ataques contra el norte de Israel y los hutíes en Yemen atacando barcos en el mar Rojo. Ante esta compleja situación, las negociaciones para un alto el fuego se complican, con Hamás rechazando una propuesta de Egipto para una nueva tregua y exigiendo un alto el fuego permanente.