Miles de policías impondrán la prohibición de las protestas en Hong Kong el viernes, con motivo del aniversario de la represión de la plaza de Tiananmen, una jornada tradicional de poder popular a favor de la democracia que China ha dejado claro que ya no tolerará.

El debate sobre la decisión de Pekín de utilizar tanques y tropas contra las protestas democráticas pacíficas del 4 de junio de 1989 está prácticamente prohibido en la China continental. Y el tradicional estatus de Hong Kong como único lugar de China donde se toleran las conmemoraciones a gran escala parece estar llegando a su fin.

Desde hace más de tres décadas, grandes multitudes se reúnen en el Parque Victoria de la ciudad para celebrar una emotiva vigilia con velas en recuerdo de los muertos y para pedir a China que abrace la democracia.

Las autoridades prohibieron la concentración de este año alegando la pandemia de coronavirus, aunque Hong Kong no ha registrado ningún contagio local no localizado en más de un mes.

La policía dice que miles de agentes estarán preparados para detener cualquier "reunión ilegal", mientras que los funcionarios también han advertido que una nueva ley de seguridad nacional podría aplicarse a los dolientes de Tiananmen.

La emisora pública RTHK, citando fuentes no identificadas, informó de que la policía tendría 7.000 agentes en las calles el viernes, realizando operaciones de parada y registro durante todo el día.

Aunque el año pasado también se denegó el permiso a la vigilia, miles de personas se limitaron a desafiar la prohibición.

Pero muchas cosas han cambiado en Hong Kong en el último año, ya que las autoridades intentan sofocar el movimiento prodemocrático de la ciudad utilizando la ley de seguridad para criminalizar gran parte de la disidencia.

La mayoría de las figuras democráticas más destacadas de la ciudad -muchas de las cuales organizaban y asistían a las vigilias anuales de Tiananmen- están en la cárcel, han sido detenidas o han huido al extranjero.

La amenaza de detenciones masivas ha obligado a quienes normalmente asistían a la vigilia a pensar de forma creativa. Los activistas han pedido a los residentes que enciendan velas en sus propias casas o barrios el viernes por la noche, o que publiquen mensajes de conmemoración en las redes sociales.

Al prohibir las vigilias de Tiananmen en Hong Kong, China intenta reescribir la historia

Louisa Lim

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Una campaña ha pedido a los hongkoneses que escriban los números 4 y 6 -que representan el 4 de junio- en los interruptores de la luz de sus casas.

"Un régimen puede prohibir una asamblea, pero nunca puede prohibir los agravios indelebles en los corazones de la gente", escribió Lee Cheuk-yan, un activista por la democracia ahora encarcelado, en un mensaje publicado en su página de Facebook el jueves.

"Espero que todo el mundo pueda encontrar su propia manera de encender una vela junto a la ventana, en la carretera, dondequiera que pueda ser vista por los demás, para continuar nuestro luto", añadió.

Al igual que la primera generación de supervivientes de Tiananmen, que huyó al extranjero hace tres décadas, muchas figuras de la democracia de Hong Kong han optado por el autoexilio y planean liderar sus propias conmemoraciones en el extranjero.

"Espero que todos podamos transmitir la historia y la verdad de la masacre del 4 de junio y del movimiento democrático de 1989 a la siguiente generación por medios seguros", escribió en Facebook Nathan Law, un antiguo líder estudiantil que huyó a Gran Bretaña el año pasado.

En la China continental, el aniversario de Tiananmen suele estar marcado por un dramático aumento de la censura en Internet y el acordonamiento de la plaza de Pekín.

Pekín impuso la ley de seguridad nacional en Hong Kong apenas unas semanas después de la manifestación del año pasado en respuesta a las enormes y a menudo violentas protestas prodemocráticas de 2019.

Ha transformado el paisaje político de la ciudad, que antes era libre. Más de 100 figuras prodemocráticas han sido detenidas en virtud de la nueva ley, en su mayoría por opiniones y discursos políticos.