La ministra de Defensa de España, Margarita Robles, ha confirmado la decisión del Gobierno español de no participar en posibles misiones para patrullar el mar Rojo, a pesar de la propuesta tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea. Robles argumenta que España está actualmente involucrada en 17 misiones en el extranjero y que desconoce los términos de estas operaciones propuestas.

La posición de España ha generado controversias internacionales, especialmente después de que el viceministro de Asuntos Exteriores de los hutíes agradeciera públicamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por no dejarse "influir" por las "mentiras americanas y británicas en materia de navegación marítima". Este agradecimiento se produjo después de que Robles anunciara previamente que España no participaría en la coalición del mar Rojo a menos que fuera respaldada por la OTAN o la Unión Europea.

La negativa de España se suma a la creciente amenaza que representa la situación en el mar Rojo para el comercio internacional, ya que una parte significativa del tráfico marítimo de contenedores y el suministro mundial de petróleo transitan por esa vía naval.

Cabe señalar que esta posición del Gobierno de Sánchez ha generado críticas por su equidistancia con grupos terroristas, como los hutíes, afectando la imagen exterior de España en comparación con otros países occidentales. Además, se ha mencionado la falta de condena por parte de Sánchez a grupos terroristas como Hamás, lo que se interpreta como una estrategia para mantener la coalición con Sumar, grupo que ha establecido condiciones relacionadas con el reconocimiento del Estado de Palestina.

La decisión de España de no participar en la misión internacional contra los hutíes ha generado tensiones diplomáticas y cuestionamientos sobre la posición del país ante las amenazas internacionales.