01.05.2024 |
El tiempo

BANDERA DE ESPAÑA

La extrema izquierda de Cantabria estalla en las redes por la bandera de España en la #FachaDa del Gobierno

La colocación de la bandera de España en la fachada del Gobierno de Cantabria, parece que no ha gustado a la izquierda rancia de la región
Buruaga, la bandera y la izquierda intolerante.
Buruaga, la bandera y la izquierda intolerante.
La extrema izquierda de Cantabria estalla en las redes por la bandera de España en la #FachaDa del Gobierno

El sábado me bajé hasta Peña Herbosa y llegué a la Puerta del Gobierno. Impresionaba ver las banderas españolas ondeando bajo el cielo azul de Santander.  Eran rojas y gualdas, con el escudo decidido en 1981 por iniciativa legislativa del PSOE. Constitucionales. Sin aguiluchos. Volví a preguntarme, como en otras ocasiones, por qué parte de la izquierda, la izquierda rancia, sigue decidida a abdicar de la bandera de España, cederla a la derecha o calificarla de nacionalista. 

El nuevo Gobierno de Cantabria ha desplegado en la fachada de la sede de la Presidencia una bandera de España de 25 metros de largo con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen, con la que se honra a la gente de la mar. El Ejecutivo mantendrá la enseña nacional hasta después de Santiago, el día 25 de julio, patrón de España y de la ciudad de Santander.

De esta forma, el Gobierno se suma en su principal sede institucional y administrativa a la tradición de los vecinos de toda la costa de Cantabria de colocar banderas de España en las fachadas, con motivo de esta tradición popular.

Además, quiere mostrar públicamente su orgullo por la tradición marítima y marinera de la Comunidad Autónoma y homenajear a los profesionales de la mar, ya sean marinos, pescadores, estibadores y, en general, trabajadores de los diferentes puertos pesqueros y mercantiles en la conmemoración de su patrona.

Con todo ello, el Ejecutivo también quiere mostrar el sentimiento compartido por los cántabros de pertenencia a España y la defensa de la unidad e integridad territorial.

Pero algunos en las redes sociales no lo ven así, la extrema izquierda, empeñada en ver la bandera como algo de la derechona. Insulta, llamando facha a quién se la pone en la muñeca o quién en este caso, la luce en un edificio público. 

Pues bien el secretariodel sindicato STEC en Torrelavega,  Diego San Gabriel, a través de sus redes sociales, insulta sin pudor a la nueva presidenta, irónicamente la tacha de facha. Un término que la izquierda rancia, enquistada en el pasado saca a relucir día sí, día también. "...con dinero público, que es lo peor", se atreve a decir este representante sindical de los profesores. Vamos que para esta clase de gente la bandera que nos une a todos, por una idea del pasado y propagada por los medios izquierdistas, no puede ondear en un edificio público. Y además después de unas elecciones que han dejado claro una cosa. La izquierda al banquillo, al menos durante cuatro veranos más. 

 

Otro usuario Manuel Alegría Decir esto podrá ser reprimido y, por supuesto, será criticado, pero que no extrañe que a personas como yo, esa bandera nos repugne y no nos sintamos representados por ella: imposición de la derecha, en mi caso, desde niño, desde la dictadura franquista. Soy cántabro y europeo.

Chisco  Una pregunta. ¿El 28 de julio desplegará una bandera gigante de Cantabria?

 

REgionalistas despistados

 

El Grupo Municipal Regionalista el Ayuntamiento de Santander ha solicitado que la fachada del Ayuntamiento de la ciudad se ilumine el próximo 28 de julio con los colores de la bandera de Cantabria con motivo del Día de las Instituciones.

El portavoz municipal, Felipe Piña, considera “lógico y razonable” que el edificio consistorial del principal ayuntamiento de la región “luzca los colores de la bandera autonómica en un día tan señalado para todos los cántabros” y ha señalado que el Ayuntamiento ha realizado esta proyección en más de 100 ocasiones en los últimos años para conmemoran otros acontecimientos, “algunos con escasa vinculación con la ciudad de Santander”.


¿Qué quieren decir cuando dicen “facha”?

«Facha» deriva de la pronunciación de las italianas «fascio» y «fascista». El origen no está en el uso que el fascismo pudiera darle en su publicística, sino justamente al contrario: en la propaganda comunista. El término era útil: era posible vincular el concepto político con la cercanía a la definición popular de «facha» como alguien con mal aspecto, un «mamarracho, adefesio», dice el diccionario de la RAE, y como sinónimo despectivo de «fascista», entendida como persona de «ideología política reaccionaria».

Esta última acepción admitida por nuestra Academia presupone el fascismo como reacción frente al resto de ideologías, incluido el comunismo y el nacionalismo. El fascismo sería así contrario al devenir de la Historia, su progreso, ante la bonhomía del resto, que no tienen esa descalificación. Por ejemplo, «estalinismo» es definido por la RAE simplemente como «régimen comunista totalitario impuesto por Stalin en la Unión Soviética en el siglo XX». No hay valoraciones sobre su carácter dañino para los derechos humanos y, en consecuencia, como intrínsecamente reaccionario, ni siquiera hay una mención a su actitud antidemocrática, como sí hace con la definición de «fascismo».

En esta conclusión que afecta al lenguaje y, como explicó Kant, a la construcción mental de la realidad, han concurrido dos circunstancias. La primera es la victoria de una Filosofía de la Historia en la que la idea de progreso está marcada por el cumplimiento de las aspiraciones de la izquierda. No en vano el concepto «progresista» es propiedad retórica de las distintas versiones del socialismo, desde la socialdemocracia hasta el comunismo. El «avance» de la Humanidad solo tiene una dirección, y es la marcada por los izquierdistas. De hecho, desde 1945 el centro político –el cinco en la escala de uno a diez–, se ha ido desplazando hacia los postulados socialistas.

Los voceros del leninismo

La segunda razón, muy vinculada a lo anterior, es la eficaz propaganda comunista desarrollada desde la década de 1920, y retomada por la Nueva Izquierda desde 1968. Willi Münzenberg (1889-1940) puso en marcha desde 1921 un plan para que los intelectuales occidentales se convirtieran en los voceros del leninismo. Compró o convenció a muchos escritores y periodistas, profesores y filósofos, que se dedicaron a mentir sobre la URSS, a vender supuestos logros y ocultar la miseria y el crimen. El lenguaje era la clave para conseguir adeptos, forjar nuevas generaciones de comunistas y ganar la hegemonía cultural, como señalaron Max Adler y Antonio Gramsci. Desde ese momento, todo aquel que no simpatizara con el comunismo era considerado «fascista». Incluso George Orwell escribió en 1944 que esa aplicación general vaciaba de sentido el concepto, lo que llevaba a usarlo como simple «palabrota». Sí, pero una palabrota con sentido político que blanqueaba el comunismo, el cual carece en nuestro idioma de sustantivo peyorativo.

“Alerta antifascista”

Pablo Iglesias pronunció una «alerta antifascista» cuando la izquierda perdió las elecciones andaluzas de diciembre de 2018. Sus seguidores, junto a los socialistas, rodearon el Parlamento andaluz y tomaron las calles. Los otros eran «fachas». No hubo un repudio general a esa actitud autoritaria por la tolerancia hacia esas maniobras si proceden de la izquierda, y a que el término ha pasado al lenguaje corriente y al imaginario colectivo para todo aquello contrario al ideal socialista. Así, «fachas» son los Reyes Católicos o el almirante Cervera –según Ada Colau, o los tres partidos del centro-derecha, a los que se califica de «trifachitos», como hicieron Susana Díaz y la ministra Dolores Delgado –quien añadió «trifálico»–. Además, es calificado como propio de «fachas» el uso de los símbolos nacionales como la bandera, o incluso la aplicación de la Constitución para el mantenimiento de la unidad de España cuando hay un golpe separatista.

 

La extrema izquierda de Cantabria estalla en las redes por la bandera de España en la #FachaDa del Gobierno
Comentarios