En un acto que combina la temeridad con el vértigo, un joven ha protagonizado una escena que ha dejado atónitos a los testigos y usuarios de redes sociales. El incidente tuvo lugar en el puente de la Autovía del Cantábrico (A-8), una conexión vital entre Colindres y la localidad cercana, cuando el joven se lanzó a la ría de Treto desde el techo de un coche en movimiento.

La Guardia Civil de Cantabria, alertada por este suceso insólito, ha puesto en marcha una investigación exhaustiva. El Grupo de Investigación y Análisis del Grupo de Tráfico (GIAT) ha sido asignado para localizar al joven y esclarecer los detalles de este acto imprudente. Las fuentes de la Benemérita, en comunicación con Europa Press, han confirmado la seriedad con la que están abordando el caso.

Lo que ha añadido una dimensión adicional al suceso es un vídeo que captura el momento exacto del lanzamiento del joven al agua. Este vídeo no solo ha sido testigo del acto, sino que también ha ganado una rápida viralidad en distintas plataformas de redes sociales, suscitando una mezcla de asombro y preocupación entre el público.

En el vídeo, se puede observar al joven, ataviado con un pantalón gris y una camiseta o sudadera, además de playeras blancas, intentando mantener el equilibrio sobre la parte posterior del techo de un turismo de color oscuro. En un momento crítico, mientras el coche recorre el viaducto en dirección a Bilbao, el joven, cuya cara parece estar parcialmente cubierta con un pañuelo o una braga blanca, realiza el salto a la ría.

El incidente, más allá de su naturaleza viral, plantea serias preocupaciones sobre la seguridad vial y los riesgos asociados a actos de imprudencia en las carreteras. La Guardia Civil, además de intentar localizar al protagonista del vídeo, busca enviar un mensaje claro sobre los peligros y las consecuencias legales de tales acciones.

El caso sigue en desarrollo, y se espera que más detalles salgan a la luz a medida que avanza la investigación. Mientras tanto, el vídeo continúa circulando en línea, sirviendo como un recordatorio sorprendente de lo que puede suceder cuando la imprudencia se encuentra con la audacia en las carreteras públicas.