Los tres únicos supervivientes del naufragio del arrastrero Villa de Pitanxo, que zozobró el pasado martes en aguas canadienses, llegarán previsiblemente este sábado al puerto de San Juan de Terranova, así como los otros siete cadáveres recuperados del mar, pues los otros dos cuerpos arribaron el viernes.

El Villa de Pitanxo fue engullido por el mar en el Gran Banco de Terranova, a unos 460 kilómetros al este de San Juan. Contaba con una tripulación de 24 personas, de las que doce permanecen desaparecidas.

A última hora del miércoles las autoridades canadienses decidieron poner punto final a las tareas de búsqueda y rescate 36 horas después del naufragio por la falta de posibilidades de encontrar con vida a la mitad de la dotación, a esa docena.

Las víctimas y los gobiernos quieren que se reactive ese rastreo en cuanto la meteorología lo permita.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha activado una nueva fase del Plan de Asistencia Consular para lograr la repatriación de los supervivientes y las víctimas halladas "con todas las garantías, rigor y diligencias, y la máxima celeridad posible".

La Embajada de España en Canadá ha desplazado a San Juan al cónsul general español en Montreal, Luis Calvo, para que asista a los tres marineros que han logrado permanecer con vida y para que se proceda a la identificación y repatriación de los ciudadanos españoles.

Comienza la identificación de los marineros.  El proceso para identificar a los fallecidos del hundimiento del Villa de Pitanxo comenzó este viernes en San Juan de Terranova con la llegada de los dos primeros cuerpos de este naufragio que deja 9 fallecidos, 12 desaparecidos y 3 supervivientes.

El barco canadiense Nexus, que recuperó dos de los cuerpos en las aguas del Gran Banco de Terranova entre el martes y el miércoles, llegó esta mañana al puerto de San Juan de Terranova. Desde allí, los cadáveres fueron trasladados al hospital Health Sciences Centre para comenzar con la identificación por parte de los forenses.

Las malas condiciones meteorológicas han impedido hasta el momento la entrada en el puerto del barco español Playa de Menduiña 2, que transporta a los 3 únicos supervivientes de la tragedia así como los cuerpos de otros 7 pescadores fallecidos, y que se mantiene a unas 25 millas náuticas al norte de San Juan de Terranova.

Se espera que este pesquero español pueda llegar al puerto el sábado por la mañana, según fuentes de Salvamento Marítimo de España.

Las autoridades canadienses mantienen un mutismo absoluto sobre los procesos de identificación, pero desde España, la familia de uno de los tripulantes del Villa de Pitanxo, el peruano Rogelio Franco, confirmó que uno de los cuerpos desembarcados es el de este marinero.

Los restos de Franco, de 55 años y residente en Pontevedra (noroeste español), serán enviados desde Canadá a su ciudad natal, Huarmey, como era su deseo según confirmó en España su familia.

Las autoridades canadienses trabajan en coordinación con funcionarios de los Gobiernos de España, Perú y Ghana, los países de donde son los marineros, para asegurar su repatriación tras las labores de identificación de los cuerpos, según explicaron a Efe desde la Oficina Forense de Terranova.

Precisamente, el Gobierno español fletará el domingo un avión A-400 del Ejército del Aire hacia el aeropuerto de San Juan de Terranova para la repatriación de los marineros que sobrevivieron al naufragio del Villa de Pitanxo y de los fallecidos.

Lo anunció este mismo viernes el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en un mensaje en Twitter en el que anunció que había hablado con el primer ministro canadiense, Justin Trudeu, y aseguró que ambos han acordado retomar la búsqueda de los desaparecidos cuando el tiempo lo permita.

El Villa de Pitanxo naufragó a primeras horas del martes en el Gran Banco de Terranova, a unos 460 kilómetros al este de San Juan. Contaba con una tripulación de 24 personas, de los que 16 eran españoles, cinco peruanos y tres ghaneses.

Los tres supervivientes de la tragedia son el patrón Juan Enrique Padín Costas, su sobrino Eduardo Rial Padín, ambos españoles, y el marinero ghanés Samuel Kwesi Koufie.

Hasta el momento siguen desaparecidos 12 de los tripulantes del pesquero.

La Policía Montada de Canadá dijo el jueves a Efe que no investigará el naufragio porque se produjo en aguas internacionales, y en casos así le corresponde hacerlo al país en el que estaba registrado el pesquero, en este caso España.

A última hora del miércoles, las autoridades canadienses decidieron finalizar las tareas de búsqueda y rescate, 36 horas después del naufragio, por las nulas posibilidades de encontrar con vida a los desaparecidos.

Sin embargo, los familiares han seguido pidiendo que se reactive la búsqueda.

La embajada de España en Canadá ha desplazado a San Juan de Terranova al cónsul general español en Montreal, Luis Calvo, para que asista a los tres supervivientes y se proceda a la identificación y repatriación de los ciudadanos españoles.

Este viernes, el Ministerio español de Asuntos Exteriores dijo que ha activado una nueva fase del Plan de Asistencia Consular para la repatriación de los supervivientes y las víctimas “con todas las garantías, rigor y diligencias y la máxima celeridad posible”.