El Partido Popular (PP) se afianza una vez más en Galicia, alcanzando la mayoría absoluta con entre 39 y 40 escaños en las elecciones del 18 de febrero, conforme a las encuestas de GAD3 para Forta, Sondaxe para La Voz de Galicia, y Sigma Dos para El Mundo. Este resultado marca la quinta mayoría absoluta consecutiva para el PP en la región y la primera bajo el liderazgo de Alfonso Rueda tras la partida de Alberto Núñez Feijóo a la política nacional.

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) experimenta una notable mejora, situándose como la segunda fuerza política en Galicia con una horquilla de entre 24 y 26 escaños, según las mismas encuestas. Este crecimiento representa una significativa ganancia para el BNG respecto a los 19 escaños obtenidos en las elecciones de 2020, aunque no suficiente para cuestionar la mayoría del PP.

Por otro lado, el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) enfrenta un considerable retroceso, pasando de 14 escaños a una proyección de entre 9 y 12. Este descenso se interpreta como una consecuencia del trasvase de votos hacia el BNG, en un contexto donde los electores de izquierda buscan la consolidación de una alternativa más robusta frente al dominio del PP.

Las elecciones también destacan por la exclusión de Sumar, Vox, Democracia Ourensana y Podemos del Parlamento de Galicia, dado que ninguno alcanza el umbral del 5% necesario para obtener representación. Solo el sondeo de El Mundo contempla una posibilidad remota para Democracia Ourensana de asegurar un escaño.

Esta victoria del PP no solo revalida su liderazgo en Galicia sino que también refleja los cambios en el panorama político regional, con un BNG fortalecido y un PSdeG en busca de renovación. La ausencia de otras formaciones políticas del parlamento subraya la consolidación de los partidos tradicionales y el desafío que enfrentan las nuevas fuerzas para ganar presencia en la política gallega.

La consolidación del PP en Galicia con esta mayoría absoluta plantea interrogantes sobre la futura dirección política de la región y el reajuste de estrategias entre las fuerzas de izquierda para recuperar influencia. Este resultado no solo marca el inicio de un nuevo capítulo para Galicia bajo el liderazgo de Alfonso Rueda sino que también invita a una reflexión profunda sobre el futuro político y social de la región.