El encuentro entre el FC Barcelona y el Villarreal terminó en una atmósfera de tensión y polémica. La controversia alcanzó su punto álgido cuando, en el minuto 91, el árbitro Munuera Montero señaló un penal a favor del Barcelona que luego fue anulado tras la revisión en el VAR.

Xavi Hernández, visiblemente frustrado, no ocultó su disgusto y se dirigió directamente a una de las cámaras de transmisión para expresar su descontento, exclamando "una vergüenza, una vergüenza". El entrenador del Barça ya había mostrado su inconformidad durante el partido, recibiendo una tarjeta amarilla por sus protestas.

El análisis del VAR, llevado a cabo por Jaime Latre, determinó que el balón impactó en el codo de Comesaña, jugador del Villarreal, quien tenía el brazo pegado al cuerpo. Esta interpretación llevó a la decisión de que no era penal, según Pérez Burrull, comentarista del programa 'Marcador' de Radio MARCA.

El descontento de Xavi con el arbitraje no es nuevo. Previamente había expresado su preocupación por lo que percibía como decisiones arbitrales inconsistentes en otros partidos, sugiriendo un impacto negativo en el rendimiento de su equipo en la liga.

Este incidente añade más tensión a la ya competitiva rivalidad entre el FC Barcelona y otros equipos, especialmente en momentos cruciales de la temporada. La decisión del VAR y la reacción de Xavi Hernández continuarán siendo temas de debate entre aficionados y expertos del fútbol.

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