Tanto hablar de Urritxe y, al final, cabe la posibilidad de que no haya ni que jugar en Urritxe. Todo porque varios jugadores del Amorebieta han dado positivo en una ronda de test rutinarios realizada el pasado lunes, por lo que toda la plantilla quedó ayer confinada. En principio, teniendo en cuenta los precedentes y cómo funciona el protocolo de actuación del departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, que es muy similar al que utiliza el cántabro, los jugadores del equipo vizcaíno tendrán que estar diez días en su casa y, por lo tanto, el próximo fin de semana no habrá partido. Lo que queda por confirmar es qué va a suceder, algo que, en principio, debería ser comunicado por el comité de Competición entre hoy y mañana. En el Racing no sabían ayer a ciencia cierta cuándo recibirán noticias al respecto. 

Fue en la mañana de ayer cuando comenzó a correr el rumor de que se habían detectado casos en la plantilla zornotzarra. Una vez conocidos, el club vizcaíno lo puso en conocimiento de las autoridades sanitarias pertinentes para seguir las instrucciones que les comunicaran. A su vez, también le trasladaron la noticia a la Federación Española de Fútbol, que es la que tendrá que decidir qué hacer con ese partido que estaba programado para el próximo sábado a las cuatro y media de la tarde. La entidad vizcaína, finalmente, lo hizo público a las 15.30 horas.

Lo que se puede dar por seguro es que este fin de semana no va a haber partido. Lo que hay que ver ahora es qué sucede con el mismo. Durante toda esta primera fase que debería terminar el próximo fin de semana, los partidos que no se han podido jugar por haberse detectado casos de Covid 19 en uno de los vestuarios se han aplazado y se han buscado nuevas fechas sin que se hayan amontonado muchos a la vez. Sin embargo, ahora cabe incluso la posibilidad de que el envite que debían disputar el Amorebieta y el Racing el sábado quede suspendido definitivamente.

La causa puede estar en la limitación de fechas, ya que el inicio de la segunda fase está fijada para el primer fin de semana de abril. Al confeccionar el calendario, a ninguna de las cabezas pensantes de este formato de competición se le ocurrió dejar alguna semana de margen entre una fase y otra para dar tiempo a recuperar cualquier encuentro que hubiera quedado pendiente, que es lo que probablemente va a suceder con el que debía celebrarse en Urritxe el próximo sábado. Sí que la hay en los subgrupos con diez equipos, pero al Racing le tocó uno con once y, por tanto, con dos jornadas más que los demás.

Es esto último lo que, por ejemplo, da mayor margen de actuación al subgrupo 2B, que es con el que se cruzarán los del 2A en la segunda fase. Debían haber disputado la última jornada la semana pasada pero ocho positivos detectados en el Haro hicieron que no se celebrara ningún partido excepto el que medía al primero y al segundo clasificado, ya que no les afectaba lo que sucediera en otros campos. La idea era intentar jugar este fin de semana, pero se antoja ciertamente complicado porque la situación, lejos de mejorar, ha empeorado con la nueva ronda de PCRs a la que se sometió la plantilla riojana, ya que detectó tres nuevos casos y ya son once en total. De este modo, es probable que haya que volver a retrasar la jornada, por lo que se podría hacer lo propio con el final de todo el grupo segundo para, en cierto modo, intentar arreglar las cosas de la mejor manera posible y adulterando lo menos posible la competición.

De este modo, Racing y Amorebieta, al igual que el resto de equipos, están a la espera de lo que dictamine Competición para saber si lo que hace es aplazar o suspender el partido o incluso retrasar el final de la primera fase y el inicio de la segunda en cuanto a la totalidad del grupo segundo se refiere para poder completar los calendarios. Teniendo en cuenta que el último contacto que tuvieron los jugadores del equipo vizcaíno entre ellos fue el pasado lunes, un confinamiento de diez días, que es lo que exige el protocolo, no les liberaría hasta el viernes de la próxima semana. Las estrecheces de fechas son tremendas y el duelo de Urritxe no se podría llevar tampoco el fin de semana siguiente, pero sí unos pocos días después, entre semana.

En casos así, toca echar mano de las bases de competición aprobadas para el presente campeonato, que recoge los supuestos en los que un equipo no pueda completar su calendario en tiempo y forma en una de las fases. En ese caso, advierte de que la clasificación pasaría a cuantificarse mediante coeficiente. Es decir, que cada uno de los equipos dividiría los puntos conseguidos entre los partidos que ha disputado. En concreto, el Racing comenzaría la segunda fase con 1,68 puntos. Es una solución que incluso podría tomar para no alargar más la situación y poner punto y final al subgrupo 2B respetando los plazos previstos. No hay que descartar nada aunque hay que admitir que sería una decisión que generaría una agria polémica en función de si uno sale beneficiado o perjudicado.

En el caso de que la Federación confirme que va a solventar el caso mediante coeficiente, el conjunto cántabro no saldría mal parado. De hecho, saldría ganando en relación a si hubiera perdido o empatado en Urritxe, resultados nada descabellados teniendo en cuenta lo difícil que es ganar en el feudo zornotzarra. A lo que invita a jugar lo sucedido es a elucubrar qué habría pasado en el caso de que el conjunto cántabro hubiera ganado el pasado domingo al Arenas y mantuviera aún sus opciones de terminar entre los tres primeros ganando al Amorebieta a domicilio. Si el partido se suspendiera y pasara a realizarse la clasificación mediante coeficiente estaría perdido incluso sin jugar, lo que habría generado una tremenda polémica e incluso se habría abierto la puerta a todo tipo de suspicacias. De hecho, se antoja poco probable que se hubiera resuelto la situación así por mucho que lo estipule el reglamento. 

Es algo que nunca se sabrá porque lo cierto es que Racing y Amorebieta no van a poner nada en juego en el caso de que se enfrenten entre sí. El primero ya sabe que no terminará entre los tres primeros y el segundo sabe que sí lo hará. De hecho, ambos contendientes se iban a tomar el encuentro como el primero de la segunda fase, ya que todos los puntos se arrastran. Esto también podría facilitar la posibilidad de que el partido pueda quedar pendiente y se jugara, como se ha venido haciendo hasta ahora, dentro de dos o tres semanas. No alteraría apenas la competición porque no hay ningún tercero afectado de manera directa. En el fondo, se ha convertido en un partido más de una liga de 26 partidos.

Los jugadores del Racing, que se enteraron ayer por la mañana que algo estaba sucediendo en Amorebieta, volverán hoy a los entrenamientos y, hasta que no lleguen noticias definitivas de Competición, mantendrán la rutina de trabajo como si el sábado hubiera partido. Saben que no lo habrá pero no pueden dejar en suspenso la maquinaria hasta saber a ciencia cierta qué va a suceder. A pesar del desastre del pasado domingo, siguen teniendo mucho en juego.