26.04.2024 |
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Pruebas contra el Rayo

Pablo Andrade se mostró totalmente recuperado. / Hardy
Pablo Andrade se mostró totalmente recuperado. / Hardy
Pruebas contra el Rayo

Los jugadores del Racing completaron en la mañana de ayer el primer entrenamiento de la semana. Y no fue como las demás. No fue una sesión habitual de lunes. Sí para los que habían jugado más de 45 minutos el día anterior contra el Alavés B pero sí para el resto, que disputó un partido a campo completo contra el Rayo Cantabria aprovechando que el filial no había jugado el fin de semana pasado. De esta manera, Javi Rozada concedió a todos sus futbolistas la posibilidad de adquirir un buen ritmo competitivo, pudo probar cosas nuevas y comprobar de primera mano el estado de forma de todos sus jugadores, no sólo de los que vienen jugando con más asiduidad.

La oportunidad se la concedió la suspensión de la temporada en Tercera División decretada a finales de la semana pasada. La decisión la tomaron los presidentes de los clubes junto a la Federación una vez que el Gobierno Autonómico decretó la prohibición de público en los eventos deportivos. Es una decisión que asfixia económicamente a los clubes porque en la taquilla están sus únicas fuentes de ingresos y decidieron parar hasta comprobar si la situación sanitaria mejora y se puede dar marcha atrás, lo que se antoja complicado a corto plazo.

En medio de todo esto está el Racing, que, a día de hoy, sólo tiene compitiendo al primer equipo y al juvenil de División de Honor gracias a que es una categoría interterritorial. El Rayo Cantabria está parado y, para tener la oportunidad de competir, ayer lunes, y es posible que lo sigan haciendo en el futuro, disputaron un partido contra el primer equipo. Fue a campo completo a con una duración un poco más breve de lo habitual: 35 minutos por periodo.

El resultado final fue de 3-1 con goles de Ismael Benktib, que, sorpresivamente, se quedó fuera de la convocatoria para el partido del domingo, Javi Siverio y Jon Ander mientras que por el filial anotó Gonzalo un tanto de bella factura que eliminó las telarañas de la escuadra derecha. Con todo, lo más interesante fue comprobar la predisposición táctica que propuso Javi Rozada. No dibujó en su equipo un esquema con tres centrales como ha hecho en las tres primeras jornadas ligueras, sino que formó con cuatro atrás siendo Mantilla y el canterano Jorrín quienes formaron en el eje de la retaguardia. Como lateral izquierdo se colocó Pablo Andrade, que parece haber dejado definitivamente atrás la lesión que le impidió ser de la partida el domingo pasado, y por la derecha Soko.

Por delante de la retaguardia se colocó Villapalos dando forma a un centro del campo que vino a colocarse en rombo. Es ésta la idea que tiene Javi Rozada en mente para un futuro porque quiere insistir en jugar con dos delanteros y quiere también explotar las posibilidades ofensivas de sus extremos, que son Goñi, Bustos y Soko. Los dos primeros ya han jugado esta temporada pero lo han tenido que hacer como carrileros, donde no son ni la mitad de futbolistas de lo que son cuando juegan en su puesto natural. Han salvado la papeleta de mejor o peor manera pero pierden esa capacidad de desborde que les caracteriza. Y es fácil prever que con el africano va a suceder más de lo mismo. Por lo que ha enseñado hasta la fecha en el trabajo diario, en un jugador con una velocidad endiablada y con capacidad de desborde como para aportar profundidad al juego de los suyos. Sin embargo, ayer entrenó como lateral quizá pensando en darle la alternativa en poco tiempo en el puesto de carrilero.

Alternativas. Si Rozada comenzó la temporada con tres centrales y dos carrileros fue porque no tuvo extremos por las lesiones de Goñi primero y de Bustos después. A esto se sumó la situación de Soko, que llegó con la temporada ya iniciada, y los problemas físicos de Pablo Andrade y Joan Maynau. Ha andado corto de jugadores de banda y por eso ha salido sólo con dos. Lo que sucede es que, cuando ya pueda tener cartas para volver a utilizar el dibujo que más le guste, le puede costar dar marcha atrás porque los resultados están siendo buenos jugando con tres centrales. El equipo se está mostrando seguro, lleva dos partidos sin encajar goles y prácticamente sin conceder ocasiones y es fácil pensar que al entrenador ovetense le va a costar sacrificar eso para mejorar la muy mejorable aportación creativa y futbolista del equipo en las primeras jornadas.

Partidos como el de ayer a buen seguro que le servirán en sus reflexiones. Por de pronto, pudo comprobar que Andrade está en perfecto estado de revista y que, por lo tanto, la semana la comenzará el equipo con Álvaro Bustos como único inquilino de la enfermería. Sufre una rotura de fibras y aún le quedan un par de semanas para empezar a dejarse ver por el césped de las instalaciones Nando Yosu. Mientras, el equipo continúa con su rutina y hoy martes descansará a pesar de que, en teoría, si es que se disputa, su partido el próximo din fe semana se disputará en sábado.

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