Pablo Torre, fichaje del FC Barcelona en el verano de 2022 tras brillar con el Racing de Santander, ha experimentado altibajos en su carrera esta temporada. A pesar de sus impresionantes registros con el Racing, donde anotó 14 goles y brindó 16 asistencias en 59 partidos, su adaptación al Barcelona no fue tan fluida como se esperaba.

Comenzando con el filial del Barça, Torre tuvo una participación limitada, jugando solo tres partidos en la temporada bajo la dirección de Rafa Márquez. Posteriormente, con el primer equipo dirigido por Xavi Hernández, Torre fue convocado en 11 ocasiones, pero su presencia en el campo fue esporádica.

Buscando minutos y desarrollo, Torre fue cedido al Girona, un club que lidera actualmente LaLiga EA Sports. Sin embargo, su desempeño en el club catalán ha sido discreto, con solo 119 minutos en ocho partidos y sin oportunidades como titular. Aunque el Girona, bajo la dirección de Míchel, ha sido la sensación de la temporada, Torre aún no ha encontrado su lugar en el once inicial.

Contrastando con su experiencia en Girona, la sub-21 española ha sido el refugio donde Torre ha brillado. Participando en los cinco partidos clasificatorios para el Europeo sub-21 de 2025, ha acumulado dos goles y dos asistencias. Destacó especialmente en el encuentro contra Kazajistán, donde fue titular y jugó un papel crucial.

El entrenador de la sub-21, Santi Denia, ha elogiado la versatilidad y la influencia de Torre en el campo, a pesar de su papel limitado en Girona. Aunque su situación en el club catalán no le ha proporcionado regularidad, Torre sigue respondiendo con determinación en la sub-21, destacando como revulsivo desde el banquillo.

Con dos realidades diferentes esta temporada, Pablo Torre afronta el desafío de revertir su situación en Girona, mientras espera seguir impresionando al cuerpo técnico de la sub-21 en los próximos meses. Su historia futbolística, entre luces y sombras, sigue siendo un capítulo en desarrollo para esta joven promesa.