El himno del Real Racing Club dice en una de sus estrofas «aunque llueva o sople el sur» y sus socios han demostrado las ganas de los aficionados de volver a los estadios, ya que mil abonados verdiblancos asistieron al amistoso ante el Alavés B (1-1) pese al temporal de lluvia y viento que azota el norte de España.

Hace diez días El Sardinero se convirtió ya en el primer gran recinto deportivo de España en acoger público en el encuentro disputado entre el Racing y el Bilbao Athletic (1-0).

Como medidas de seguridad, los aficionados, a los que antes de acceder al estadio se les toma la temperatura, se reparten solo en las dos tribunas principales, con mascarillas y distancia social vigiladas constantemente por un grupo de voluntarios del club.

Aunque todavía las gradas presentan un aspecto desangelado, los aplausos y ánimos de los espectadores se amplifican en un estadio de fútbol y ahora se mezclan también con los gritos e indicaciones de jugadores y entrenadores, algo a lo que habrá que acostumbrarse en esta ‘nueva normalidad’.

De momento, el aforo máximo permitido en el estadio santanderino es de 1.000 personas, siguiendo la normativa establecida por el Gobierno de Cantabria para eventos al aire libre en la región, pero el Racing ya ha solicitado formalmente que le autoricen aumentar el número de aficionados en sus partidos como local.

La intención del conjunto cántabro es que al menos puedan acceder a El Sardinero, que tiene una capacidad de más de 22.000 personas, unos 10.000 aficionados, para poder cubrir la demanda de abonados que espera lograr esta campaña.

Sin embargo, mientras que otros equipos, principalmente de Segunda División B y Tercera, han comenzado también a permitir el acceso de público en sus instalaciones, en mayor o menor medida según cada comunidad autónoma, en el fútbol profesional (Liga Santander y Liga SmartBank) todavía no se contempla esta opción.