02.05.2024 |
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VALLADOLID 3-1 GIMNÁSTICA

La Gimnástica se estrella

La Gimnástica sufre un duro revés en su lucha por la salvación tras caer ante el Promesas en un partido marcado por decisiones arbitrales polémicas | sin embargo ni con once jugadores pudieron hacer frente al promesas

El defensa de la Gimnástica, Miguel Gándara, protesta una de las decisiones arbitrales del partido ante el Promesas en los Anexos del José Zorrilla. / néstor revuelta zarzosa
El defensa de la Gimnástica, Miguel Gándara, protesta una de las decisiones arbitrales del partido ante el Promesas en los Anexos del José Zorrilla. / néstor revuelta zarzosa
La Gimnástica se estrella

Una vida menos le queda a la Gimnástica de Torrelavega en su camino hacia la salvación. La última la perdió en los Anexos donde perdió ante un rival directo en un partido condicionado por desperdiciar su oportunidad en la primera parte y por una expulsión injusta de Tobar al borde del descanso que limitó sus opciones en una segunda mitad en la que no pudo aguantar el 0-0 con el que se fue al intermedio.

El juego va por un lado. El arbitraje, por otro. Y en lo primero fue mejor el Promesas tras un inicio más contemplativo, con la Gimnástica gozando de toda la posesión que no disfrutó en el resto de encuentro. Eso sí, sin el balón parecía muy cómodo el cuadro cántabro, salvo cuando el rival le exigía con los centros laterales.

Un inspirado Chasco ponía caramelos por la izquierda, uno de ellos salvado con acierto por Sotres. Fue su primer y último acto de servicio, ya que, en un salto desafortunado, se lesionó. Intentó seguir, pero fue sustituido por Mediavilla con una hora de partido aún por delante. Si el choque andaba frío lo estuvo aún más, hasta que Javi Delgado calentó la cruceta. Firmó un disparo precioso, pero que se topó con la madera. Ahí se puso fin al primer capítulo, el del juego, para dar paso a la sesión arbitral que terminó con el equipo torrelaveguense como gran perjudicado. El colegiado dejó en tarjeta amarilla una entrada de Edu Bedia mucho más cerca de la roja tras derribar a la altura de la rodilla una gran acción individual de Chuki. No se olvidó de esa acción, o al menos ese es el único motivo para explicar la cartulina roja directa a Tobar al filo del descanso.

El jugador de la Gimnástica buscó el choque con Ortuño para ganar el balón y contactó contra él, con la pierna algo levantada, pero ni mucho menos suficiente como para suponer la expulsión.
La visión del árbitro para castigar a Tobar no fue la misma para apreciar un empujón de Pozo a un rival cuando la pelota aún no se había puesto en juego.

El descanso fue lo mejor para todos. Y realmente la muerte en el partido del conjunto de Fran Martín. El gol rival era cuestión de tiempo, todo el que tardaran los pupilos de Álvaro Rubio en atinar una ocasión. Porque arriba pudo llegar el milagro después de que Rafús dejara pasar la pelota y se le encogiera el corazón a más de uno. Fue un espejismo roto por Pozo que, por partida doble, sentenció a la Gimnástica. Primero con un disparo tras dejar atrás a dos defensas. Después, ante la salida en falso de Mediavilla, aprovechó un buen pase de Quintana para dictar sentencia.

El Promesas, con espacios, fue una apisonadora que tampoco hizo sangre. Pudo hacer el 3-0 Jesús Martínez, aunque al final lo logró Quintana ante una defensa que ya no se tenía en pie. Alberto Gómez maquilló la goleada en la última jugada del partido, poniendo la pelota donde nadie fue capaz de llegar. No dio tiempo ni a sacar de centro, pero sí a oír la tremenda pitada de la afición de la Gimnástica a un árbitro que, con la expulsión, cambió el devenir del encuentro. La derrota deja al equipo de Fran Martín más al borde del precipicio de lo que estaba a falta de cuatro partidos por disputarse. Pero lo más preocupante es la situación anímica y mental de los jugadores ya que parece que no quieren competir.

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