A Germán se le hizo de día cuando llegó José Alberto al Racing. Tras sus primeras apariciones con el Racing, ambas precipitadas y en las que rindió a un nivel decepcionante, pasó a un segundo o tercer plano y Fernández Romo no le volvió a utilizar. El técnico asturiano, en cambio, lo escogió como una de sus principales apuestas desde el primer día, como un elemento que claramente diferenciaba la anterior etapa con la actual; lo viejo con lo nuevo. Desde entonces, ha seguido teniendo algún error grosero pero a su entrenador no le ha temblado el pulso por mucho que supiera que tenía en el banquillo a un tipo que es todo fiabilidad como Pol Moreno. Entendía que le salía rentable correr algún riesgo por todo lo que le da el andaluz en el campo a la hora de iniciar el juego y considera que el tiempo le está dando la razón.

El de San Fernando llegó para tener peso en el equipo y ahora mismo lo está teniendo. Progresa adecuadamente. Es un proceso lógico y así lo entiende él: «Cuando uno va jugando y acumulando partidos, también va ganando más confianza y seguridad». En concreto, se trata, según explica él mismo, de una confianza que le dan «tanto los compañeros como el cuerpo técnico». Es un ingrediente necesario e incluso «importante para rendir» aunque en seguida se quita importancia y recuerda que él es sólo «uno más», un eslabón de un trabajo colectivo. «Yo vine para intentar aportar mi grano de arena ya fuera jugando o no jugando», recuerda. Lo que no hay que esconder es que, tras venir de un equipo de Primera División, a buen seguro que no pensaba que se fuera a ver a sí mismo con un puesto fijo en el banquillo. Nadie lo pensaba. Tampoco quienes lo ficharon. Sin embargo, a pesar de verse en esas sorprendente situación, siguió trabajando como el que más y ni mucho menos levantando la voz. «Hay que sumar sea donde sea. En la primera vuelta me tocó hacerlo fuera y ahora jugando», apunta. Al gaditano le está tocando formar pareja con Rubén Alves, que está ofreciendo un enorme nivel desde el primer día.

Reconoce Germán que se trata de «un buen jugador» pero tiene claro, porque así se lo dicta toda la experiencia que atesora, que si los centrales vienen rindiendo a un gran nivel es porque los que no están jugando «están haciendo grandes entrenamientos». «Para que uno rinda bien como titular es necesario tener a unos compañeros que también están empujando fuerte», explica. Lo importante es que el equipo está, clasificatoriamente hablando, mejor de lo que había estado en mucho tiempo. «Estamos con mucha confianza y en una buena dinámica que vamos a intentar estirar lo máximo posible», avisa Germán. Recuerda que un impulso clasificatorio así «conlleva mucho trabajo detrás» que no van a relajar ahora que el Racing ha puesto siete puntos de por medio con los puestos de descenso.

Ahora están ante un partido contra el Huesca, un equipo que «se suponía que iba a estar más arriba». El partido será el lunes por la noche y será el que cierre la jornada, por lo que el conjunto cántabro saldrá a jugar conociendo ya lo que han hecho los demás y, en concreto, sus rivales directos, equipos como la Ponferradina y el Málaga que, para colmo, tienen desplazamientos complicados. Germán reconoce que siempre «miran un poco de reojo» lo que hacen los contrarios pero entiende que ellos han de ir «más allá de eso y, sobre todo, mirarse a uno mismo». «Nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo y centrarnos en lo que somos capaces de hacer porque es lo único que podemos controlar», añade. No le gusta, como a casi ningún futbolista, al menos en público, hablar del largo plazo porque, además, uno nunca sabe dónde puede estar la permanencia. Germán habla de los 48 o 50 puntos aunque, viendo la racha que llevan los cuatro de abajo, quizá acabe estando más barata.

El tiempo lo dirán porque se acerca la etapa de los resultados extraños. Con todo, el gaditano sólo se ocupa «del próximo rival» sin mirar más allá. Es lo ideal para intentar alargar una buena dinámica que, en su opinión, tiene su secreto en estar teniendo «bastante más efectividad» de cara a gol. «Y eso es importante en una categoría como esta, que muchas veces se decide por los detalles». Con todo, advierte Germán, que es un tipo experimentado y bregado, de que no han de crecerse. «No se puede sacar el pecho porque en seguida te lo hunden con dos derrotas seguidas que te vuelven a meter ahí abajo. Hay que tener equilibrio», concluye. Ahí está siempre el secreto.

El Huesca llegará con dudas a domicilio

El Racing recibe el lunes al Huesca, un equipo que está muy por debajo de donde pensaba que iba a estar. Se ha quedado en zona de nadie pero no se está dejando llevar, sino que sigue siendo un equipo bien difícil de ganar. De hecho, sólo ha perdido un encuentro en lo que se lleva desarrollado de primera vuelta y, actualmente, está dando forma a la que, por ahora, es su segunda mejor racha sin conocer la derrota en lo que se lleva desarrollado de campeonato. En concreto, los hombres pilotados por Cuco Ziganda acumulan cinco semanas sin conocer la derrota.

En concreto, suma dos triunfos y tres empates que, aún así, no le han dejado demasiado buen sabor de boca porque tanto en Gijón como en Ibiza no transmitió el equipo azulgrana buenas sensaciones. De hecho, es a domicilio donde el conjunto oscense parece estar sufriendo más. Tanto es así, que es uno de los peores visitantes de la categoría. Esto es así porque el Huesca ha ganado un solo partido fuera de su campo en toda la temporada. Fue el que ganó en el campo del Oviedo por la mínima (0- 1) en el mes de octubre. Desde entonces ha llovido mucho y es precisamente esa carencia, esa incapacidad de volver con todo el botín cuando le toca viajar, lo que le ha dejado fuera de la pelea por el ascenso.

Su rendimiento en casa es óptimo y es uno de los mejores equipos en su propio campo, pero su debe está como visitante. Y el lunes le toca jugar fuera. El único encuentro que ha perdido el Huesca desde que comenzara la segunda vuelta ha sido contra Las Palmas. Por su parte, el Racing ha caído contra el Alavés en Vitoria y contra el Villarreal en la Cerámica. Esto quiere decir que no ha perdido en casa, lo que unido a los datos que arrastra el conjunto maño fuera de su hogar, invita a pensar en un resultado predecible. Lo que sucede es que el fútbol no sucede así. La perspectiva del Huesca es seguir creciendo porque cinco de los nueve partidos que ha disputado en la segunda vuelta han sido ante equipos que o están en ascenso o por encima de él en la tabla. De hecho, ha puntuado contra Albacete, Cartagena, Granada y Levante, a quien ganó el pasado fin de semana y cuya gran racha cortó. El Racing, con todo, está por debajo.