El fútbol brasileño y mundial están de luto por la pérdida de una de sus leyendas más grandes, Mario Jorge Lobo Zagallo, quien falleció a la edad de 92 años. Conocido cariñosamente como "Viejo Lobo", Zagallo dejó un legado imborrable en la historia del deporte, siendo la única persona en la historia en ganar la Copa del Mundo en cuatro ocasiones, participando como jugador (1958 y 1962), entrenador principal (1970) y segundo entrenador (1994).

Nacido el 9 de agosto de 1931 en el estado de Alagoas, Brasil, Zagallo destacó como delantero en clubes emblemáticos como Flamengo y Botafogo durante su carrera como jugador. Sin embargo, fue con la selección brasileña donde alcanzó la cima de su éxito, ganando los mundiales de Suecia 1958 y Chile 1962 como parte del equipo brillante que también incluía a Pelé.

Zagallo continuó su legado en la arena internacional al asumir roles de entrenador en equipos nacionales y clubes en Asia. Dirigió a la selección de Kuwait y, posteriormente, al Al Hilal en Arabia Saudita, donde conquistó la Liga saudí en 1979. Además, fue el estratega de la selección de Arabia Saudita, llevándola a la victoria en la Copa Asia en 1984.

El "Viejo Lobo" regresó a Brasil y se convirtió en una figura destacada en el cuerpo técnico de la selección brasileña. En 1994, contribuyó como segundo entrenador en el equipo que ganó la Copa del Mundo en Estados Unidos, haciendo historia al ser el único tetracampeón mundial.

La noticia de su fallecimiento fue anunciada oficialmente a través de su cuenta de Instagram, donde se destacaron no solo sus logros en el fútbol, sino también su papel como padre abnegado, abuelo cariñoso, suegro solidario y amigo fiel.

La partida de Mario Zagallo deja un vacío en el fútbol que será difícil de llenar. Su influencia en el deporte y su capacidad para dejar huella tanto como jugador como entrenador aseguran que su legado perdurará en la memoria de los aficionados al fútbol en todo el mundo.