26.04.2024 |
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A la espera de los PCR

Pablo Andrade, que se presentó con síntomas en La Albericia, dio positivo ayer en un test de antígenos, por lo que todo el equipo se fue para casa tras dar todos negativo | El club confía en que no haya que confinar a toda la plantilla

El campo número uno de La Albericia estaba preparado ayer para un entrenamiento que, finalmente, no se pudo llevar a cabo. / Hardy
El campo número uno de La Albericia estaba preparado ayer para un entrenamiento que, finalmente, no se pudo llevar a cabo. / Hardy
A la espera de los PCR

La plantilla del Racing iba a haber entrenado ayer tras haber descansado el martes, pero no lo hizo. Los jugadores llegaron a las instalaciones Nando Yosu a la hora prevista pero ni siquiera se llegaron a vestir de corto. Fueron sometidos a una ronda de tests de antígenos aunque no tocaba. Es algo que habitualmente se deja para finales de semana, un par de días antes del partido. Si el cuerpo médico decidió hacérselos también ayer fue porque uno de sus compañeros había dado positivo y, por lo tanto, cabía la posibilidad de que se hubiera generado un brote en la plantilla verdiblanca. Por si acaso, todos se fueron para casa. No será hasta hoy cuando reciban información concreta al respecto.

El jugador que había dado positivo era Pablo Andrade. El defensor brasileño ya había avisado al doctor Mantecón antes de desplazarse a La Albericia que tenía síntomas que bien podían identificarse con los que provoca la Covid - 19. En concreto, tenía un poco de tos pero, sobre todo, había perdido el sentido del gusto. Suele ser un indicador muy fiable que quedó confirmado con el test de antígenos que le realizaron. Llegó más temprano de lo normal para no cruzarse con nadie y, una vez que el resultado dio positivo, los galenos decidieron hacer una ronda de test al resto de jugadores.

La buena noticia es que todos dieron negativo. Por lo tanto, en principio, no hay nadie más infectado. Es algo que deberá quedar confirmado a lo largo del día de hoy, cuando la totalidad de los integrantes del equipo pasarán por el coroauto correspondiente para someterse a sendas PCR, que es una prueba que se entiende más fiable que la de antígenos. En el caso de que ningún jugador más dé positivo, se podrían retomar los entrenamientos esta tarde si diera tiempo o, si no, ya mañana. Lo que está claro es que, de poder disputarse el partido programado para el próximo domingo a las seis contra Osasuna B, el Racing lo hará con menos horas de trabajo de lo habitual.

La situación es diferente a la anterior en la que un solo positivo, el de Jon Ander, encerró en sus casas durante diez días a jugadores, técnicos y auxiliares. Hasta a 31 personas a pesar de que todos habían dado negativo porque eran considerados contactos directos del afectado y cabía la posibilidad de que reprodujeran la enfermedad. Aquello tuvo al equipo dos fines de semana sin jugar con todo lo que eso conlleva (pérdida de ritmo y acumulación posterior de compromisos), por lo que, para intentar que no se repitieran los mismos acontecimientos, el club negoció una serie de actuaciones con el departamento de Salud del Gobierno de Cantabria para que, en el caso de detectar otro positivo, como ha sucedido en esta ocasión, no haya que detener toda la maquinaria. Es lo que esperan que suceda ahora.

Fue a partir de entonces cuando el equipo comenzó a viajar en dos autocares, cuando se limitó todo contacto entre los jugadores fuera del terreno de juego, por lo que, por ejemplo, dejaron de desayunar todos juntos en las instalaciones Nando Yosu. Ahora viene cada uno desayunado de casa, han de llevar la mascarilla puesta en todo momento y sólo quitársela cuando salen al campo de entrenamiento y sólo se pueden utilizar de manera individualizada los servicios médicos y de fisioterapia. Otra decisión fundamental fue dividir a la plantilla en seis pequeños grupos y cada uno de ellos ocupa un vestuario diferente. De este modo, se acordó que sólo se considerarían contactos directos del jugador que diera positivo a aquellos que comparten vestuario.

En el caso de esta semana, quienes más conviven con Pablo Andrade son Luan Capanni y Patrik Soko. Son los tres que comparten un mismo vestuario. El jugador cedido por el Milán fue colocado junto a su paisano por una cuestión de idioma y lógica cercanía y sintonía entre ambos. Además, el extremo camerunés ha hecho buenas migas con el delantero. De este modo, si en las próximas horas la PCR a la que se someterá a los jugadores del Racing no detecta ningún otro afectado en la plantilla, sólo estos tres jugadores serían confinados durante un mínimo de diez días. Esto quiere decir que el equipo podría mantener su actividad y su rutina. De hecho, con vistas al partido del próximo domingo, Solabarrieta tampoco perdería demasiado. Para empezar, el jugador que ha dado positivo no cuenta en los planes del entrenador y ha jugado sólo setenta minutos en toda la temporada. Además, Soko volvió con un esguince de Tarazona y ya era duda para jugar este fin de semana mientras que la aportación del ariete, a pesar de las oportunidades que está teniendo, está siendo muy escasa.

Lo cierto es que todo corre a favor del Racing, cuyo deseo es que el equipo pueda seguir adelante por mucho que el domingo vaya a jugar condicionado por la convulsa situación de las últimas horas y con menos jugadores. El futbolista que dio positivo ayer ya había superado un test de antígenos el pasado viernes y había dado negativo. Es cierto que entrenó con sus compañeros el sábado por la mañana pero, como es habitual, no entró en la convocatoria. De esta manera, no sólo no compartió autobús con el resto de la plantilla o la mitad de ella, ya que viajan en dos autocares para reducir las opciones de ser denominado contacto directo, sino que tampoco formó parte de la concentración, ya que hubo que pasar noche.

Del RAyo. No fue hasta el lunes cuando Pablo Andrade volvió a coincidir con el equipo. Con todo, esos entrenamientos no son como los del resto de la semana, sino que la plantilla se suele dividir en dos entre los que jugaron el partido del día anterior y los que no lo hicieron. De hecho, ese día suelen bajar a entrenar los que fueron suplentes en el encuentro del Rayo Cantabria para disputar un partidillo. Eso hizo que ayer también llamaran a esos meritorios para someterse a tests de antígenos y todos ellos dieron negativo. Con todo, al igual que la primera plantilla, también fueron confinados a la espera de pasar las correspondientes PCR y de que el departamento de Salud tome una decisión sobre la hoja de ruta a seguir.

Como los que habían sido titulares con el filial en el partido del domingo en El Malecón no tuvieron ningún tipo de contacto con Pablo Andrade, ellos no fueron confinados ayer. Con todo, en el caso de que los que fueron suplentes o no jugaron sean confinados, será imposible que puedan jugar su partido del próximo fin de semana. De esta manera, no sólo está en el aire el partido que el Racing aún tiene programado contra Osasuna B el próximo domingo, sino también el del Rayo. En el fondo, toda la actividad deportiva del club se ha quedado en un estado de espera.

Nada más conocer el caso positivo, el club lo puso en conocimiento de la Federación Cántabra y de los responsables de Salud para, a partir de ahí, recibir indicaciones. Estos últimos les conminaron a realizar la citada ronda de PCR. En un principio, confiaban en que pudieran haberse realizado ayer mismo para hoy por la mañana recibir ya los resultados, pero, finalmente, no pudo ser. Será una vez que se conozca si hay más positivos o no cuando reciban la hoja de ruta a seguir y el juez de Competición decida si sigue en pie el partido del domingo o no hay otro remedio que suspenderlo.

El cuerpo técnico lo tenía todo preparado para haber empezado a preparar ayer el partido ante Osasuna B que, teniendo en cuenta el resto de emparejamientos, podría suponer un paso de gigante hacia la clasificación para Primera RFEF en el caso de consumar una victoria. De hecho, los auxiliares ya habían llevado todo el material al terreno de juego y habían confeccionado los circuitos y las demás herramientas para realizar los ejercicios previstos. Sin embargo, no salió nadie. Nada más conocerse el positivo de Pablo Andrade, pidieron a los jugadores que volvieran a sus casas y no salieran de las mismas hasta que no se sometieran a la PCR que ha de confirmar o descartar que ha surgido un brote o no en el seno de la plantilla verdiblanca.

Es el segundo caso positivo que sufre el Racing después del de Jon Ander el pasado mes de diciembre, lo que hizo que tuviera que aplazar los partidos ante la Real Sociedad B en Zubieta y ante el Real Unión en Los Campos de Sport. Ambos partidos resultaron nefastos para los intereses verdiblancos y, de hecho, es fácil concluir que fue en esos intensos días en los que echó por tierra sus aspiraciones de luchar por el ascenso. Quizá si no hubiera habido aplazamiento la historia de la segunda vuelta habría sido diferente.

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