Seis días después de completar su primer entrenamiento con el Racing, Isma López ya disputó los noventa minutos de un partido oficial. Eso da muestras de las ganas que tenía el equipo de contar con él. Aguardaba su llegada con ansia para contar por fin con un lateral izquierdo que diera confianza al entrenador, ya que es un puesto que ha bailado constantemente en los últimos años a excepción de las temporadas en las que se asentó ahí Julen Castañeda. El jugador navarro quiere hacerlo y tiene tablas para ello. Tanto es así, que consiguió que contra el Leioa apenas se notara su inactividad de dos meses. Es un tipo listo que sabe entender los momentos y el pasado fin de semana se limitó, sobre todo, a mantener su territorio bien barrido y bien ordenado. Las exhibiciones llegarán cuando haya mejor motor para ello.

El defensor verdiblanco apareció más allá de la línea de medios a cuenta gotas a pesar de ser un jugador que siempre se ha caracterizado por su valentía y por su alegría a la hora de colaborar con el extremo. Contra el Leioa apenas se dejó ver en ataque porque, como explica, ya durante la semana habían trabajando, mediante vídeos y ejercicios en el campo, la necesidad de «estar compactos para que el partido no se convirtiera en un correcalles que se decidiera a cara o cruz». Además, él mismo entendió ya, a pesar de ser un recién llegado, que Marco Camus «es un chico que necesita medirse al lateral en el uno contra uno». Y consideró que acompañarle en ese viaje podía no ser beneficioso para el canterano, por lo que se contuvo.

Sí se fue de viaje más allá de la línea del centro del campo en cuatro o cinco ocasiones pero él no es el típico jugador joven que sabe que ha de aprovechar la oportunidad de ser titular para demostrar todo lo que tiene porque ya viene demostrado de casa. Sabe bien que el puesto va a ser suyo y por eso se pudo permitir la sobriedad. «No se trataba de aparecer en ataque por aparecer», precisa. En el fondo, tiene claro que «hay que entender los partidos» y el del pasado domingo le pedía a él, concretamente, estar con el freno echado y hacer uso de la cabeza. «Hay que entender los partidos y ya habrá situaciones y vendrán otros días en los que pueda demostrar el jugador que me gusta ser, pero hay otros que exigen más control», explica. Además, por el carril derecho vio bien y con confianza a Diego Ceballos, el cual subió constantemente, sobre todo en el primer tiempo, generando peligro y poniendo centros. «Ante esa situación, a mí me tocó ser el tercer central», resumió.

El disputado contra el Leioa fue su primer partido con el Racing pero llegó al equipo con los deberes hechos, habiendo visto otros encuentros y habiendo sumado también una semana de trabajo con mucho vídeo. E Isma López considera que hay camino por recorrer: «La verdad, es que hay cosas que mejorar». Así, lo mejor de todo fue el resultado para seguir vivos y porque el gran objetivo es ganar, que es como mejor se evoluciona en todos los sentidos. Así, el nuevo lateral izquierdo percibió que habían dando «un paso hacia delante en la seguridad defensiva». Al menos, en función de los vídeos que pudieron ver durante la semana. Entiende que fueron «un equipo más compacto y con las líneas más juntas».

Lo mejor del partido fue su arranque, ya que el Racing comenzó «muy bien». Sin embargo, admite Isma López que perdieron «el control del encuentro por momentos» y eso es algo que no se puede repetir. «Es algo que tenemos que mejorar, pero para eso estamos aquí», apunta. Y cree que han de tener «la humildad necesaria para entender que quedan muchas cosas por hacer», resalta el experimentado defensor navarro. Lo bueno es que esa tarea pendiente se hace mejor desde la victoria porque «refuerza la confianza». «La inercia es positiva y llegamos ahora a este periodo de descanso con el ánimo de poder trabajar y ganas de ser receptivo», apunta.

motivos. Y lo que hay que trabajar es ese descontrol que se percibió en el segundo tiempo del partido contra el Leioa y que tanto se pareció al sufrido contra el Bilbao Athletic. En ambos encuentros, además, llegó jugando contra diez. Cree Isma López que puede afectar el hecho de que el Racing se «precipitara intentando llegar antes al área rival» pensando que iba a hacer «más daño por estar jugando con uno más». Por otro lado, el rival también piensa «que un segundo gol acaba con el partido y por eso intenta llevar el peso del mismo». Si de partida el Leioa se había presentado «con más dudas y menos confianza» porque, además, la salida del conjunto cántabro fue «muy buena», con 1-0 y con diez, ya no tenían nada que perder y se pudieron liberar más.

«Se juntaron determinadas circunstancias que hicieron que perdiéramos el control del juego, pero, aún así, el equipo no sufrió», destaca el lateral navarro. Y es cierto porque el Leioa no lanzó entre palos y sólo estuvo cerca de celebrar un gol con un testarazo que, por otro lado, también se pareció mucho al que acabó significando el empate del Bilbao Athletic. Considera Isma López que, «en líneas generales», el Racing estuvo «bien» el domingo, «con cosas que mejorar y con minutos que no nos podemos permitir en otros partidos» pero evolucionando, ya que «se trata siempre de sumar». Recuerda el defensor verdiblanco que en la plantilla hay «mucha gente joven que seguro que sacará lo mejor de sí con una inercia positiva, ya que así se van a venir arriba y eso será importante al final de la temporada».

Respecto a esa atención por la juventud, Isma López ya dio muestras de la misma cuando, a la hora de sacar una falta pegada a la frontal del área que se podía adaptar bien a un zurdo como él, se la acabó dejando a Pablo Torre. «Cuando llegamos hablamos un poco sobre quién la lanzaba y vi que él estaba con mucha confianza», relata. Además de eso, considera «importante que esta gente joven que tiene un potencial tremendo vea que se confía en ellos para que puedan demostrar todas sus cualidades». El balón se fue alto pero ni mucho menos se arrepintió de la concesión: «Ya habrá más tiempo para lanzar faltas o lo que sea. En ese momento, Pablo tenía mucha confianza y lo correcto era dejársela».  Recuerda Isma López que su intención es «ayudar lo máximo posible» pero antes de lanzarse a ofrecer abrazos necesita «conocer a los chicos», ya que sabe que hay quien necesita «que le aprietes un poco más mientras que luego hay otros a los que, si te pasas, les puedes agobiar». «Hay siempre diferentes perfiles en un vestuario», sostiene.

Bustos entrena con la muñeca protegida Hubo buenas noticias en la mañana de ayer en La Albericia. Todos los jugadores saltaron a entrenar por mucho que dos de ellos no pudieran estar a disposición del cuerpo técnico. Con todo, verles sobre el terreno de juego aunque fuera realizando el trabajo personalizado que habían preparado para ellos, ya fue una buena noticia que permite ser optimistas respecto a su participación en el partido contra el Laredo, que será el siguiente examen que tenga el conjunto cántabro delante el fin de semana del veinte y veintiuno de este mes. Apenas cinco días después de pasar por el quirófano, Álvaro Bustos estuvo realizando una serie de ejercicios físicos con una protección especial con su muñeca. Toda esta semana la invertirá en recopilar sensaciones con la férula para comprobar si puede jugar en condiciones semejantes a antes de la operación. Tendrá que aprender a caer y, sobre todo, demostrarse a sí mismo que juega sin miedo a chocar. Si se siente más o menos cómodo, incluso podrá ser de la partida para medirse al conjunto pejino. En su caso, como en el de Matic, la jornada de descanso le ha venido bien. El croata fue víctima en el partido contra el Alavés B de una rotura de fibras de grado uno y, si la evolución sigue siendo positiva, quizá la próxima semana pueda ir sumándose poco a poco al entrenamiento. Lo bueno es que estos días no habrá prisa y el equipo puede aprovechar para recuperar efectivos. En principio, Solabarrieta no alterará apenas el plano y el equipo sólo descansará hoy para volver a ejercitarse todos los días en sesión matinal hasta descansar de nuevo el domingo.