26.04.2024 |
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Cedric quiere coger el tren

El ariete quiere aprovechar el parón para ponerse «al nivel de otros compañeros» que sí tuvieron pretemporada | Cree que el equipo no perderá ritmo de competición si entrena «con intensidad y se toma en serio la semana»

Cedric confía en empezar a mostrar su mejor versión cuando vuelva la competición. / Hardy
Cedric confía en empezar a mostrar su mejor versión cuando vuelva la competición. / Hardy
Cedric quiere coger el tren

Cedric es uno de esos jugadores a los que contar con tres semanas sin competición le puede venir bien. Fichó por el Racing para marcar diferencias y para que el club diferenciara también su forma de actuar este año respecto a los anteriores. En esta ocasión, no dejó para el mercado invernal la contratación de un ‘nueve’ de garantías, sino que se hizo con él antes de empezar la competición. Lo malo es que llegó a última hora, sin apenas tiempo para alcanzar un punto de forma cercano a su plenitud y saliendo a jugar prácticamente desde el primer día. Llegó a tiempo de disputar el último amistoso de la pretemporada, ante el Portugalete entró en el segundo tiempo y tanto contra el Bilbao Athletic como contra el Alavés B ya fue titular. Ha dado una asistencia, pero no ha marcado. De hecho, se ha visto una versión un tanto alejada de la que todo el mundo espera de él. Incluso de la que él mismo espera. De hecho, por eso cuando terminó su trabajo en el segundo tiempo del partido contra el filial vitoriano se mostró disgustado y dio un golpe en la tejavana del banquillo. Aquello no iba contra Javi Rozada por haberle apartado del campo de juego, sino que iba contra él mismo.

Aquello pudo tener dos lecturas. Por un lado, refleja la autoexigencia del jugador y la certeza de que puede dar mucho más. Es lo esperable de un profesional. Por otro, también puede sembrar preocupación. Sobre todo, cuando se trata de un delantero. Sacar a la arena a un ariete cuando no está al cien por cien le puede generar dudas y meterle en una dinámica que acabe por construir a su alrededor una ansiedad de la que después sea difícil escapar. Por eso el parón ha sido tan oportuno para un futbolista como él. Pocas dudas hay de que se verá a un jugador mejorado después de esta mini pretemporada con la que está contando el equipo.

Aunque su entrenador reconocía la semana pasada que parar era siempre negativo para un equipo que mantenía una buena inercia, Cedric considera que es un tiempo que se puede aprovechar «para seguir trabajando y preparando lo que viene porque la de este año es una liga corta y hay que darle intensidad». Más positiva aún la considera desde un punto de vista individual, ya que entiende que para todos esos futbolistas que llegaron a última hora, como es su caso, y no tuvieron ocasión de completar una pretemporada es una oportunidad para tomárselo «absolutamente en serio». Van a tener la ocasión de ponerse «al nivel de algunos jugadores que ya tienen ese ritmo» que ellos no tienen. Son los casos de, por ejemplo, Soko, Balboa, Villapalos o Maynau, que se pasó lesionado su primer mes y medio como racinguista.

El peligro que intuía Rozada en tener que parar se localizaba en la posibilidad de perder ese buen ritmo que parecía llevar el equipo y que, por lo menos, le había permitido cosechar unos buenos resultados. Sin embargo, Cedric no cree que tenga por qué suceder eso, ya que considera que «el ritmo sólo lo pierdes si no entrenas con intensidad y si no te tomas en serio la semana». Sólo si uno apuesta por relajarse puede perder el bueno camino, pero cree que no va a ser su caso ni el de sus compañeros. De hecho, destaca el delantero verdiblanco que están entrenando del mismo modo a como lo venían haciendo en las últimas semanas «e incluso más». A esto hay que sumar que el viernes disputarán un partido entre ellos, por lo que está seguro de que no van a perder «absolutamente nada».

Entiende Cedric que puede haber «gente de otros equipos» que, cuando le toque afrontar la semana de parón, ya que siempre le toca a uno por estar dentro de un subgrupo impar, habrá quien «se la tome de descanso». Sin embargo, al haber quedado unida en el Racing al aplazamiento de su partido contra el Leioa, se ha evitado este extremo convirtiendo todos estos días en una «pretemporada» a la que pueden sacar el máximo partido.

Cedric superó la tercera jornada sin haber marcado goles pero habiendo sellado dos asistencias, una que sirvió en Lezama para que se estrenara Balboa y otra para que anotara Ceballos el gol que allanó la victoria ante el Alavés B. No está mal, pero quiere más porque sabe que puede dar más. «Yo soy muy exigente conmigo mismo y, desde el punto de vista personal, me gustaría tener más ocasiones de gol», afirma. Ni siquiera habla de marcarlas, sino de poderse «ir del partido y poder decir que he fallado dos o tres». Eso quiere decir que la pelota no entra, pero que él está donde ha de estar y el gol está rondando. Y admite que, hasta el momento del parón, no estaba pasando porque al equipo le está costando «llegar con claridad». «Eso me tiene un poco frustrado porque yo soy un delantero y, aunque lo primero es siempre conseguir la victoria, me gustaría meter goles», confiesa. «Porque he venido aquí a meter goles», añade. Con todo, prefiere mirar las cosas con un poco de perspectiva y confirmar que las cosas se están haciendo bien, ya que «el trabajo se empieza desde abajo», lo que, hablando de fútbol, se refiere directamente a la defensa. Y ahí entiende Cedric que se está consiguiendo «un gran resultado». Será «con el paso del tiempo» cuando cree que el equipo se asentará «y empezará a crecer también arriba».

Actitud. Sabe el ariete verdiblanco que no está al cien por cien porque tampoco era de esperar que lo estuviera ya a estas alturas, pero también considera que «lo importante es la actitud». «Lo del nivel... habrá partidos que te salgan mejor o peor, pero lo importante es que yo estoy trabajando y que, además, en el equipo hay otros delanteros», subraya. Eso va a generar una interesante competencia y un buen fondo de armario para el entrenador. «No pone en ningún contrato que yo tenga que jugar, por lo que, si el entrenador ve que no estoy bien, me va a sacar», sostiene Cedric. En ese sentido, pone en valor que Rozada le está dando «la oportunidad y la confianza» y él está intentando aprovecharlo.

Cuando debutó contra el Portugalete, jugó junto a Siverio. En Lezama lo hizo junto a Jon Ander y contra el Alavés B junto a Balboa. Da la sensación de que todos dan vuelta alrededor de él. Cada día, una pareja nueva. Y él no marca pero tanto el uruguayo como el vasco lo han hecho entrando desde el banquillo. Interpreta Cedric que puede ser porque la pareja que empieza jugando hace una gran labor de desgaste a la hora de «cansar a los defensores para que después lleguen los goles» y, por qué no decirlo, también la gloria. Asume que en la plantilla hay «muchos delanteros» y que eso sólo puede ser positivo para javi Rozada, ya que cuenta con «un abanico de posibles recambios en el caso de que uno esté cansado o haya dado ya el cien por cien porque pueden entrar otros que también están a un buen nivel».

Los delanteros crecerán de verdad cuando se vaya consolidando también el armazón ofensivo del equipo. Y es que, Cedric valora que en estos primeros partidos se ha «trabajado muy bien defensivamente por parte de todo el equipo», pero considera que falta dar ese paso en ataque. Pone sobre la mesa el hecho de no haber recibido apenas goles pero tampoco olvida que más allá de la línea de medios «falta más juego co el balón en los pies y estar más lúcidos». Con todo, recuerda que, en definitiva, «todo se trabaja» y que lo primero ha de ser siempre «comenzar por reforzarse atrás para, a partir de ahí, ir creciendo». Y ese paso se da mucho mejor sobre la victoria.

Con quien parece que Cedric está estrechando buenos lazos es con Pablo Torre. «No es muy difícil», apunta el delantero. En el tiempo que lleva en Santander, ya ha percibido que el canterano «ve el fútbol diferente». «Ve mis movimientos y para mí, que soy un delantero al que le gusta tirar desmarques y también venir a recibir, es muy sencillo porque es también dinámico y los jugadores dinámicos nos entendemos bien», explica el atacante verdiblanco. Éste ha descubierto que es «muy fácil» jugar con el de Soto de la Marina «porque lee muy bien el fútbol y es un gran futbolista». La que pueden sellar ambos puede ser una de las mejores asociaciones que pueda tener el Racing en la presente temporada.

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