26.04.2024 |
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En busca del equilibrio

Andrade reconoce que se encuentra más cómodo en la faceta ofensiva que en la defensiva | Ya ha tratado con rozada la manera de «gestionar» sus incorporaciones al ataque | Cree que le viene bien que el equipo presione alto

Javi Rozada hablando ayer con Pablo Andrade. / Hardy
Javi Rozada hablando ayer con Pablo Andrade. / Hardy
En busca del equilibrio

Cada vez se va viendo más claro quién es Pablo Andrade y lo que puede dar de sí. Se perdió los primeros partidos de la pretemporada porque apenas unas horas antes del primero se lesionó y estuvo unos días en el dique seco, pero ya se ha recuperado y ha jugado los tres últimos mostrando una evolución en cada uno de ellos. El último fue mejor que el anterior y, posiblemente, peor que el siguiente. Se le ve con ganas de agradar y de enseñar. Tanto es así, que en el amistoso de hace siete días ante el Bilbao Athletic se le notó un tanto asfixiado demasiado pronto, después de un par de cabalgadas tremendas por su banda izquierda con las que quiso mostrar al respetable ese potencial ofensivo del que presume. Porque él mismo reconoce que se siente más a gusto en campo contrario que en el propio, pero él mismo recuerda a su vez que un lateral no deja de ser un defensa y, por lo tanto, su  principal misión es defender.

«Hay que tener equilibrio», subraya el jugador brasileño que llegó procedente del Rayo Majadahonda en el pasado mes de julio. Se trata de uno de esos jugadores con experiencia contrastada en la categoría que ha de ayudar a subir el nivel del equipo y a acompañar a esa joven generación de futbolistas de la casa que van a dar un paso hacia delante a las órdenes de Javi Rozada. En su caso, va a tener una competencia muy directa en la figura de Joan Maynau, que puede jugar como extremo pero, sobre todo, lo hace como lateral, que es donde él mismo ha reconocido que más a gusto está. Lo malo es que el catalán lleva lesionado desde el primer día que llegó y quizá por eso Andrade ha entendido que puede ser una buena oportunidad para adquirir ventaja.

Al futbolista brasileño le costó arrancar cuando llegó a Santander porque, además de llevar mucho tiempo sin jugar, se encontró con una pretemporada «muy dura». Sin embargo, no se queja. Tampoco es tiempo para quejarse. Lo acepta y lo considera positivo porque entiende, además, que esta pesada fase del curso «está para eso». El esfuerzo acumulado lo interpretan los jugadores como una inversión de futuro que se notará en sus piernas cuando el paso de los partidos y de los esfuerzos se vayan acumulando. Además, él mismo percibe que el equipo «va mejorando cada día» y, de hecho, él mismo, desde un punto de vista individual, se ve «cada vez mejor» y más cerca de alcanzar su «mejor forma». «En tres semanas, estaremos preparados para jugar el primer partido», sentencia.

Teniendo en cuenta que Maynau todavía no ha empezado su camino y que no juega desde marzo, cosas muy raras tenían que suceder para que Pablo Andrade no esté en el terreno de juego en ese debut liguero contra el Portugalete. La dirección deportiva del club nunca ha escondido que ha buscado tener laterales con recorrido y presencia ofensiva y a ese perfil responden los jugadores contratados. El brasileño lo ha dejado bien claro en sus primeras apariciones como verdiblanco aunque él es el primero que dice que no se puede mirar exclusivamente hacia arriba porque hay una portería que defender. Reconoce el defensor verdiblanco que Rozada ya ha hablado estos últimos días con él para «gestionar» sus aventuras ofensivas. «Yo, poco a poco, me voy manejando mejor con el equipo y creo que no va a haber problema por ahí», recalca. El conocimiento de los compañeros que hay al lado es fundamental a la hora de irse hacia arriba sin dejar ninguna puerta abierta.

Lo que asegura que le «viene bien» es la presión adelantada que Javi Rozada quiere asentar en su equipo. Sobre todo, porque eso permite a los suyos robar arriba y, de esta manera, «no es tan largo el recorrido entre la defensa y el ataque». Tiene que hacer menos kilómetros y así el depósito de gasolina dura más y está más fresco para sus aventuras más allá de la línea de medios. No esconde Andrade, a pesar de ser lateral izquierdo, que donde está más «a gusto es en la parte ofensiva» y por eso le conviene ese «estilo de juego de presión arriba, cerrar balones y atacar rápido» que intenta poner en práctica el Racing.

Andrade tiene claro que el conjunto cántabro está capacitado para hacerse «fuere atrás si hace falta» y convertirse en un equipo incómodo que no permita generar juego ni comodidades al contrincante. Sin embargo, considera que su juego es otro y que el estilo y la identidad que va a enseñar el equipo verdiblanco a lo largo del curso va a ser la de «presionar arriba con mucha intensidad y robar lo más lejos posible» de su propia área. A partir de ahí, y según ha enseñado en los partidos de pretemporada que ha disputado, su objetivo pasa por llegar a zona de peligro en pocos pases, en tres mejor que en cuatro.

Se encontró Andrade cuando llegó al Racing con un equipo un tanto extraño para las ambiciones que tiene, con muchos jugadores de la casa a los que estaban dispuestos a dar protagonismo. Y el brasileño lo entiende porque ha visto mucha calidad en ellos en estas semanas que lleva en Santander y, de hecho, considera que suben «un poco el nivel del equipo». A todos ellos les ve «mucha ilusión». Nombra tanto a Pablo Torre como a Marco Camus, que considera que son «jugadores que están aportando muchísimo durante esta pretemporada». El trabajo acumulado que suman ya desde que empezaron los entrenamientos les permite encontrarse «cada vez mejor dentro del campo» y eso también facilitará la labor a «los fichajes que vengan, que serán bienvenidos». Porque nadie duda de que van a llegar.

Y no lo duda nadie porque el Racing, más allá de estar creando unas bases sólidas con sus jugadores de casa, es consciente de que necesita cumplir con su objetivo para volver cuanto antes al fútbol profesional que le libere de depender de manera tan manifiesta de sus máximos accionistas. De este modo, Pablo Andrade no duda de que «el objetivo es el ascenso» porque, además, cuando un jugador como él ficha por el club verdiblanco «lo hace sabiendo que aquí vienes a pelear por todo». Y a él le parece bien. De hecho, desde que lleva en el fútbol español se ha construido un nombre en la categoría de bronce después de empezar incluso en la Tercera gallega. Y su intención es mantener esa evolución subiendo a Segunda con el Racing. Bueno será que lo logre.

Fe de erratas. En el periódico de ayer se acompañó por error una foto de Pablo Andrade a la información sobre la cesión de Miguel Goñi al Laredo diciendo, además, que quien aparecía en la imagen era el propio canterano, que mañana mismo comenzará los entrenamientos a las órdenes de Manu Calleja en el equipo pejino.

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