26.04.2024 |
El tiempo

RACING

Asignaturas por aprobar

Rozada, que se estrenará mañana en el banquillo en un encuentro oficial, confía en que su equipo muestre un «crecimiento» y complete por fin «un buen partido» en el sardinero en el que, ante todo, esté «metido desde el principio»

Javier Rozada, charlando con Nana durante un entrenamiento. / Hardy
Javier Rozada, charlando con Nana durante un entrenamiento. / Hardy
Asignaturas por aprobar

El de mañana no va a ser un partido más para Javier Rozada. Va a ser su debut en el banquillo del Racing en un partido oficial. No quiere decir esto que vaya a ser la primera vez que dirija a su equipo en El Sardinero como local, pero en las anteriores ocasiones no había puntos en juego. Lo hizo durante la pretemporada en los amistosos contra el Bilbao Athletic, el Alavés B y el Amorebieta mientras que, cuando por fin se inició la temporada, tuvo que ver los toros desde la barrera. Llegó al conjunto cántabro arrastrando una sanción desde el curso pasado, desde que se descontrolara en Vallecas cuando dirigía al Oviedo. Aquel fue su último encuentro al frente del bando carbayón porque después fue destituido, por lo que el castigo lo ha cumplido en los encuentros ante el Portugalete y el Bilbao Athletic. Será mañana cuando por fin pueda dirigir a sus hombres desde el área técnica, lo que ya marca una clara diferencia con las anteriores experiencias. Siempre es importante tener al piloto de la nave a los mandos.

El problema va a ser que no va a poder disfrutar de la experiencia en plenitud de condiciones. El partido que se perdió como local, que fue el de la primera jornada, pudo ser una isla en mitad del desierto y convertirse en la única experiencia con un número de gente significativa en la grada en mucho tiempo. A saber cuándo se podrá volver a dar cabida a esos 3.000 seguidores que acudieron al envite contra el Portugalete. Mañana no habrá nadie, menos aún que en sus experiencias durante la pretemporada, cuando al menos podían acudir mil personas. Se disputará a puerta cerrada, por lo que Rozada tendrá que seguir esperando para, al igual que sus jugadores, conocer de verdad lo que es ser jugador o entrenador del Racing.

«Jugar sin público no es el escenario ideal», confiesa Rozada. Y es que, éste tiene claro, porque lo ha sufrido como entrenador visitante, que «la afición es lo mejor que tiene el Racing y su principal patrimonio». Era bien consciente de que esta temporada iba a ser complicado disfrutar de un lleno o ni tan siquiera de una gran entrada que rondara los quince mil espectadores, pero él ya se conformaba con, por ejemplo, los poco más de tres mil que hubo ante el Portugalete. «Al final, da igual que sean cuatro mil o menos, como el en el primer partido porque aquel día parecía que estaba el campo lleno», afirma. De hecho, considera que el empuje de los que estuvieron en la grada aquel día «ayudó a que el equipo pudiera empatar y, al final, casi se llevara el partido».

El técnico ovetense tiene muy claro que no contar con su hinchada es «un hándicap negativo» porque no hay nadie más en el grupo que cuente con la masa social que tiene el Racing detrás. Pero tampoco se pueden detener a llorar, sino mantener al equipo vivo y en el camino de conseguir su objetivo para que, cuando pueda volver a haber gente en la butaca, aún tenga algo por lo que soñar. Mientras, recuerda Rozada que los abonados «podrán ver el partido por la web del club» y ya advierte de que van a ser perfectamente conscientes en el vestuario. Por eso saldrán con intención de hacer «disfrutar a la gente desde sus casas y ofrecer un buen partido».

Si consiguen ese objetivo de unir la victoria con una verdadera imagen de equipo grande que sea capaz de jugar en campo contrario, llevar la iniciativa y tener personalidad lograrán, además, aprobar esa «asignatura pendiente» que Rozada reconoce que les queda por aprobar después de la decepción a todos los niveles que supuso la presentación oficial en casa contra el Portugalete. Su intención no será sólo quedarse con los tres puntos, sino mostrar un «crecimiento y hacer un buen partido en nuestro estadio para dar esa alegría a la afición».

No será sencillo. Delante estará el Alavés B, un equipo que, como reconoce Rozada, «hace las cosas muy bien». Y no es una tendencia que empezara antes de ayer, sino que ya las hizo «la campaña pasada siendo un recién ascendido». De hecho, cuando se interrumpió la competición, iba décimo tercero, con escasas opciones de dar la sorpresa por arriba pero sin correr verdadero peligro de caer en el agujero. Tras esa «muy buena temporada», en el Alavés apostaron por remodelar el equipo con una mezcla de canteranos y también de fichajes: «Se ha reforzado muy bien y ha subido también a jugadores con proyección que progresan del San Ignacio, que es su filial y que hizo una muy buena temporada pasada en Tercera División». Esos jugadores que han llegado de otros clubes conocen ya la categoría y dan un mayor pose a un plantel que, aún así, es todavía más joven que el del curso pasado. De esta manera, el técnico ovetense prevé «un partido competido» en el que, sobre todo, deberán mostrarse «muy reconocibles». «Hay que estar muy metidos desde el principio porque es la asignatura que nos queda en nuestro estadio», apunta.

Se verán las caras dos equipos que se conocen muy bien porque ya jugaron entre sí hace menos de un mes incluso en el mismo campo donde se jugará mañana. Aquel día, el Racing no pasó del empate pero ya avisa Rozada de que el Alavés B será diferente porque cuando vino a Santander a jugar aquel amistoso había «tres o cuatro jugadores que estaban en la dinámica del primer equipo y otros dos que estaban lesionados». Es decir, que la mitad del once inicial puede resultar novedoso. Lo bueno es que también el Racing será un mejor Racing porque después de aquel ‘bolo’ otoñal han llegado Cedric, Nana, Balboa, Matic y Soko. Y es probable que al menos cuatro de estos cinco futbolistas vayan a ser titulares. Lo que sí tiene claro Rozada es que «la propuesta» que va a poner en práctica el filial alavesista va a ser «idéntica» porque es un equipo con las ideas muy claras. Y, en ese sentido, considera el técnico verdiblanco que eso les «beneficia porque la estructura se mantiene igual independientemente de los jugadores que salgan a jugar». «Por ese lado nos viene bien, pero creo que va a ser un partido muy distinto al que se vio aquí hace unos días», añade.

Se disputará el encuentro en un contexto complicado, con todo el fútbol por debajo de la Segunda B detenido y con la seria amenaza de que el partido del próximo fin de semana contra el Leioa en Sarriena se suspenda como se suspendió el encuentro de Copa Federación que debía haber jugado el Tropezón allí el pasado jueves. La culpa la tuvo un positivo detectado en el seno del plantel, lo que ha hecho que todo el equipo se haya sometido a tests PCR. Sin embargo, Rozada no quiere centrarse demasiado en ese tema. Reconoce que se enteró por las redes sociales pero que, hasta mañana, su intención es pensar sólo en su próximo rival vitoriano, que para su equipo es «importantísimo». «Sólo pienso en el Alavés B y los jugadores igual. Nos hemos centrado en eso todos estos días y, una vez pase ese partido, ya vendrá lo que tenga que venir», subraya.

Y es que, tiene claro que han de ir «partido a partido y sin despistarnos». Porque no olvida lo peligrosa que es «esta categoría y más aún con el formato que tiene este año». «No te puedes dejar puntos y ya nos dejamos dos en la primera jornada», recuerda el asturiano. Por lo tanto, ahí gastaron un comodín y no hay muchos más cuando se juega en Los Campos de Sport. Todo equipo con aspiraciones de grandeza ha de ser fuerte en su propio terreno de juego aunque no haya gente apretando y el Racing ha de poner el cartel de prohibido en el suyo cuanto antes. «Si ganamos, disfrutaremos de los tres puntos el domingo y desde el lunes ya nos centraremos en el Leioa», zanja el entrenador verdiblanco.

Asignaturas por aprobar
Comentarios