Alemania considera la deportación "en gran escala" de migrantes sin derecho a permanecer en el país, según el canciller Olaf Scholz, quien ha endurecido su postura después de los resultados desfavorables de su coalición en dos elecciones estatales recientes.

La entrevista de Scholz con el semanario Der Spiegel, publicada el viernes, se da en un contexto en el que un líder opositor insta al canciller de centroizquierda a abandonar a sus socios de coalición y formar un gobierno con los conservadores para abordar temas de inmigración.

Después de los resultados desfavorables en las elecciones regionales, Scholz expresó su deseo de asumir personalmente la gestión de la migración. La coalición tripartita ha enfrentado divisiones públicas en varios temas, y los conservadores tradicionales ganaron ambas elecciones, mientras que el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania obtuvo avances significativos.

La semana pasada, Scholz anunció proyectos de ley para facilitar la deportación de solicitantes de asilo rechazados. Se reunió con el líder opositor Friedrich Merz y dos gobernadores estatales influyentes para discutir cómo abordar la migración, un tema que ha sido objeto de fuertes críticas por parte de la oposición. El lunes, el gobierno notificó a la Comisión Europea sobre la implementación de controles temporales en las fronteras con Polonia, República Checa y Suiza.

Los refugios para migrantes y refugiados han estado bajo una gran presión en los últimos meses, con la llegada de un gran número de solicitantes de asilo, además de más de un millón de ucranianos que han llegado desde la invasión rusa de su país.

En la entrevista del viernes, Scholz reiteró que "vienen demasiados".