26.04.2024 |
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El sindicato de las prostitutas acusa al PSOE condenarlas a la clandestinidad

Prostitucion.
Prostitucion.
El sindicato de las prostitutas acusa al PSOE condenarlas a la clandestinidad

La secretaria general del sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS, Conxa Borrell, ha acusado al PSOE de elaborar una ley "rancia y trasnochada" que no es abolicionista sino "prohibicionista", lo que aboca a las mujeres que ejercen la prostitución "a la pobreza, la clandestinidad y la miseria".

La proposición de ley del PSOE encaminada a abolir la prostitución llega este martes al Pleno del Congreso y podría contar para su admisión a trámite con el apoyo del PP, que aunque no ha adelantado su intención de voto, comparte el objetivo de la iniciativa.

La proposición es principalmente el texto de la enmienda que el PSOE retiró durante el debate del dictamen de la ley del "solo sí es sí" para que esta norma siguiera adelante puesto que los socios del Gobierno en el Parlamento amenazaron con no apoyarla si la propuesta socialista se incorporaba al texto final.

En opinión de Conxa Borrell, que ejerce como trabajadora sexual desde 2006, "el ejercicio de la prostitución en particular y del trabajo sexual en general es poco comprendido y la gran mayoría de veces, tergiversado por la prensa".

"Puede que las feministas institucionalizadas quieran entender que es venta de cuerpos pero la realidad es que las trabajadoras sexuales ofrecemos un servicio muy amplio, 'webcammers' o 'performers', prostitutas callejeras, bailarinas eróticas o acompañantes en una hamburguesería para que el cliente no tenga que cenar en soledad", argumenta.

Borrell critica que esta norma se elabore desde "el Gobierno más progresista y feminista de la historia de España".

"Cuando hemos ganado una sentencia en el Tribunal Supremo, cuando hemos conseguido retirar la tercería locativa de la mal llamada ley del sí es sí, el Gobierno progresista y feminista se nos echa encima a las mujeres más vulnerables del espectro laboral con una ley que es prohibicionista. No abolicionista, prohibicionista", recalca la secretaria general de OTRAS.

Según Borrell, "nos abocan a extinguirnos como profesionales del sexo sin que haya previstas ningún tipo de ayudas para nosotras".

"A nadie en el Gobierno parece importarle el presente y el futuro inmediato de las mujeres que ejercemos algún tipo de trabajo sexual. Nos abocan a la pobreza, la clandestinidad, la miseria; nos dejan sin posibilidad de poder trabajar en habitaciones alquiladas y a las menos favorecidas, las mujeres que no solo trabajan sino que también viven en sus lugares de trabajo, las dejan sin hogar", denuncia.

Además, advierte de que "cientos de miles de mujeres se quedarán en la calle, sin posibilidad de encontrar un piso, porque carecen de contratos de trabajo, sin los cuales es imposible alquilar".

En este sentido, propone "poder alquilar entre tres o cuatro mujeres un piso y compartirlo como vivienda si una tuviera la documentación en regla. Pero con esta ley asomando el hocico, ningún propietario querrá alquilar su propiedad a una inmigrante porque pensará automáticamente que puede ser trabajadora sexual y él podría acabar convertido en proxeneta".

"Es un proyecto de ley sin pies ni cabeza, hecho a la imagen y semejanza del feminismo institucional, rancio, setentero, trasnochado y alejado de la realidad del siglo XXI", critica.

Para la responsable del sindicato, "si fueran abolicionistas, si quisieran defendernos, lucharían contra la explotación laboral que nos obliga a trabajar 12 horas en tacones sin contrato laboral. Lucharían contra una patronal sin escrúpulos que se libra de pagar cotizaciones a la Seguridad Social y pagos a Hacienda a las mujeres que les enriquecen".

"Si hay un malo en esta historia, no es la trabajadora sexual, es el prohibicionismo que prefiere criminalizar a las mujeres trabajadoras, a la clase obrera, antes que enfrentarse a una patronal que sigue viviendo en los albores del siglo XIX con el beneplácito de un Gobierno inútilmente maquillado de feminista", abunda Borrell.

"Si esta locura de ley acabara siendo realidad, nos veremos abocadas a tener que aceptar a clientes que nunca hemos querido atender, a los que no tendrán nada que perder. Porque los clientes buenos, esos que nos aseguran un sueldo a final de mes, desaparecerán porque ninguno de ellos querrá enfrentarse a penas de entre uno y tres años de cárcel", añade.

"Solo delincuentes, ladrones y violadores querrán quedar con nosotras, para robarnos, agredirnos, violarnos y tal vez incluso matarnos, como ya está ocurriendo en nuestra vecina Francia", argumenta Borrell, que defiende que "una ley no puede confeccionarse sin la ayuda de las personas a quienes va a afectar", concluye. EFE

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