El Senado rebosaba en la tarde de este martes una actividad poco habitual. La tranquilidad siempre presumida a esta cámara se quebrantó por una ocasión especial: la celebración del primer debate entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Tres meses después de verse las caras en una sesión de control, ambos repitieron escenario, aunque con unos tiempos más prolongados. Sobre todo, los del presidente, que se alargó en total durante dos horas frente a los menos de 25 minutos del gallego. Con todo, ambos aprovecharon su turno: se lanzaron sus respectivas propuestas para afrontar la crisis energética y la económica -Sánchez, con la extensión de las ayudas a la industria; Feijóo, con un pacto de Estado, con la condición de que el PSOE rompa con sus socios-, tras lo que pasaron a criticarse mutuamente y a inaugurar una suerte de competición sobre quién hacía más reproches a su contrincante. 

El jefe del Ejecutivo subió al estrado con un discurso similar al desplegado en las últimas fechas. Como ya hiciera en el Debate sobre el estado de la Nación, habló sobre las "incertidumbres" que acechan a la economía española, europea y mundial. "Sin censuras ni paños calientes -dijo- pero con fidelidad a lo que dicen los datos", cifró en tres las preocupaciones: energía, precios y empleo. Aunque recordó el poder que todavía tiene sobre Europa el presidente ruso Vladímir Putin, que sigue suministrando gas al viejo continente, señaló que no habrá "ni racionamientos, ni escenas apocalípticas". Todo se solucionará, aseguró, con pequeños cambios en los hábitos de vida de los ciudadanos que, según apuntó, se han ahorrado 2.000 millones de euros gracias a la excepción ibérica, que topa el precio del gas. 

En este sentido, anunció que ampliaría esa protección a las empresas con un gran consumo de gas. Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica señalaron que la medida "garantizará" el empleo y la actividad de la que se benefician sectores que aportan hasta el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) industrial. "Son clave para muchos territorios, como es el caso de la cerámica, el ladrillo, la química o el textil", añadieron. 

Una medida que ya había propuesto el PP, tal y como reivindicó a continuación el líder popular. "Si para algo ha servido la comparecencia de hoy en el Senado es para que Sánchez vuelva a rectificar e incluya a las empresas de cogeneración en la rebaja del gas. Bienvenido de nuevo a las medidas del PP", celebró Feijóo. En sus 20 minutos sobre el estrado, el presidente popular reprochó a Sánchez la falta de un plan energético determinado, le pidió "que asuma los retos de manera acompasada" y con los que "tendrá el apoyo del grupo Popular en el Congreso y Senado". De hecho, el líder del PP llegó a ofrecer a Sánchez un pacto de Estado, pero con la condición de romper con sus socios: cesar a los ministros de Podemos y no negociar con Bildu. Tras ello, el líder de la oposición volvió a poner sobre la mesa, esta vez en vivo, su propuesta energética que incluye premiar con descuentos directos en sus recibos a los consumidores, las familias y las pymes que ahorren un 3%, un 5% o un 20% de energía; la creación de una AIREF energética y el aumento de las auditorías energéticas. 

"Insolvencia o mala fe"

Una vez terminada su primera intervención, el presidente se quitó la corbata -de forma figurada, porque ya no la lleva- y decidió arremangarse para confrontar cuerpo a cuerpo contra Feijóo. El socialista buscó desviar la atención de la crisis energética, primero, contraatacando al popular por la falta de acuerdos institucionales y, después, tratando de minar el prestigio de Feijóo como buen gestor. "La mayoría de propuestas carecen de rigor técnico. Las cosas que dice no avala su imagen de buen gestor", ha lanzado el socialista, quien también ha acusado al líder de la oposición de "insolvencia o mala fe".

Un Feijóo enojado subió de nuevo al estrado; con corbata, a diferencia de su contrincante, reivindicando otra manera de ahorrar energía. "Si rectifica nos tendrá a su lado. Pero su intervención no es propia de un presidente. Para hacer oposición solo tiene que esperar a las próximas elecciones".

Y ¿quién ha ganado el cara a cara? "Le ha puesto frente al espejo", decía una de las ministras del Gobierno sobre el papel del presidente. "Hemos desmontado a Feijóo", se congratulaba uno de los asesores del presidente, pasando por alto que este debate también ha servido para desmontar los puentes de pacto entre los dos principales partidos. Si es que los había. 

Fuentes próximas al presidente del PP han otorgado la victoria al popular, aduciendo dos razones. La primera, porque Sánchez volviera a asumir una medida de ahorro energético propuesta por el principal grupo de la oposición. Y, en segundo lugar, por haber iniciado el discurso hablando de la crisis energética y haberlo finalizado con el Consejo General del Poder Judicial, lo que, en opinión de estas fuentes, "quiere decir que no le ha funcionado el discurso". "Sánchez le ha convertido en el protagonista del debate", sostiene el núcleo cercano al popular.