El 15 de diciembre de 2020, mientras España contabilizaba ya 48.401 fallecidos por la pandemia del coronavirus, una sombra se cernía sobre el gobierno español. José Luis Ábalos, por entonces Ministro de Transportes, participaba en su habitual reunión del Consejo de Ministros sin sospechar que sería destituido meses después, en junio, sin explicaciones públicas por parte de Pedro Sánchez. En paralelo, su hombre de confianza, Koldo García, y su círculo cercano, se embolsaban comisiones millonarias desde Luxemburgo, acumulando hasta 130 millones de euros en una cuenta offshore. Esta operación, revelada por El Debate, coloca al PSOE contra las cuerdas, en un momento crítico con elecciones vascas y europeas en el horizonte.

El intento de cortocircuitar el escándalo mediante la renuncia exprés de Ábalos, promovida desde Ferraz como sacrificio por "este bien mayor que es el PSOE", se topó con la firme oposición del exsecretario de Organización. Ábalos, lejos de ceder completamente, solo renunció a su presidencia en la Comisión de Interior del Congreso, amenazando con permanecer como diputado en el Grupo Mixto, una posición desde la cual el PSOE no podría expulsarlo. Este movimiento desesperado de Ferraz subraya la gravedad de la situación, con un Ábalos desafiante que supone un problema tanto para el partido como para la autoridad de Sánchez.

La estrategia del PP y Vox ante esta crisis es clara: aunque Ábalos sea sacrificado, no será suficiente. Ambos partidos señalan directamente a Sánchez, recordando su estrecha relación con los implicados en la trama. La creación de comisiones de investigación en el Congreso y en el Senado, esta última promovida por el PP en respuesta a la propuesta socialista, evidencia la intención de la oposición de no dejar piedra sin remover. Con acusaciones que se extienden hasta implicar a Francina Armengol por compras dudosas de mascarillas, el panorama se complica para el PSOE.

El caso no solo ha generado reacciones políticas, sino también judiciales, con PP y Vox buscando personarse como acusación popular en la causa de la Audiencia Nacional. Mientras tanto, Sánchez intenta mantenerse al margen, enfocándose en compromisos internacionales y esperando superar la tormenta política que se avecina. La situación pone en evidencia no solo las fracturas internas del PSOE sino también el desafío que representa para la estabilidad del gobierno de Sánchez, en un momento donde la integridad y la confianza en el sistema político están en juego.

El escándalo que acorrala a Ábalos: Millones en Luxemburgo tras pactos gubernamentales

En un giro sorprendente que sacude los cimientos del Ministerio de Transportes, la trama liderada por Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, ha destapado una red de corrupción con ramificaciones internacionales. La constitución de una sociedad offshore en Luxemburgo, Stronghold Topco SARL, justo después de la firma de lucrativos contratos con el Gobierno, ha puesto al descubierto un esquema de comisiones ilegales destinadas a evadir el escrutinio financiero.

La secuencia de los hechos revela una meticulosa planificación. El 15 de diciembre de 2020, fecha marcada por la apertura de la citada offshore, coincide con un periodo crítico en el que Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, epicentro de la controversia, había ya asegurado todos los contratos públicos bajo investigación por la Fiscalía Anticorrupción. Un dato alarmante surge de la documentación notarial luxemburguesa, la cual ha sido parcialmente accesible a través de El Debate, mostrando cómo se utilizó al menos a dos testaferros para la ocultación de activos.