Una decena de narcolanchas se vieron involucradas en un incidente este jueves en las costas de Manilva (Málaga) durante una operación policial para disuadirlas. Durante su intento de fuga, algunas de estas embarcaciones chocaron contra una patrullera de la Guardia Civil, sin que se reportaran heridos. Este evento ha reavivado las demandas de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien aún no ha dado respuesta.

Una flota de 11 embarcaciones había estado congregada desde el miércoles en el litoral malagueño, enfrentando condiciones meteorológicas adversas y bajo la vigilancia de los residentes locales, quienes capturaron imágenes con sus dispositivos móviles desde la playa de Sabinillas. El alcalde de Manilva, José Manuel Fernández (PP), solicitó a la Subdelegación del Gobierno acciones inmediatas para eliminar la presencia de estas narcolanchas.

Una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en Algeciras se desplazó hasta la zona, lo que provocó la dispersión y huida de las narcolanchas. Sin embargo, una de las embarcaciones enfrentó problemas mecánicos que la hicieron incapaz de navegar a alta velocidad, lo que llevó a la patrullera a intentar interceptarla. Ante esto, varias de las narcolanchas embistieron contra la patrullera para evitar su detención. Aunque la patrullera sufrió daños leves, los ocupantes de la narcolancha lograron escapar.

El Departamento de Seguridad Nacional advierte sobre la intensa presencia del narcotráfico en la costa meridional de la Península Ibérica, especialmente en el área del Estrecho de Gibraltar, donde se observa la proliferación de las narcolanchas.

El alcalde de Manilva confirmó que las narcolanchas ya no son visibles desde la costa de la localidad, pero expresó su preocupación por la imagen negativa que esto genera en la Costa del Sol. Reconoció el esfuerzo de la Guardia Civil y la Policía Local en la lucha contra el narcotráfico, pero demandó más recursos tanto materiales como humanos del Gobierno de España para enfrentar esta problemática.

Este incidente ocurre después de la trágica muerte de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) el pasado febrero, cuando fueron arrollados por una narcolancha, subrayando la evidente desventaja de recursos con la que se enfrentan los agentes ante los carteles de la droga.