29.04.2024 |
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POLÍTICA

Feijóo: "Señor Marlaska, pida perdón y váyase"

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, exige a Marlaska y Sánchez disculpas y dimisión por la respuesta "lamentable" ante el asesinato de guardias civiles en Barbate. Critica la falta de recursos en la Guardia Civil.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. EP
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. EP
Feijóo: "Señor Marlaska, pida perdón y váyase"

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha elevado su voz exigiendo respuestas y responsabilidades ante el trágico asesinato de dos guardias civiles el pasado viernes 9 de febrero en la localidad gaditana de Barbate. Feijóo, líder de la oposición, ha dirigido sus críticas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, exigiendo disculpas públicas y la dimisión del titular de Interior.

En un emotivo discurso durante un mitin en Oroso, Coruña, el presidente del PP expresó su bochorno por la respuesta gubernamental, calificándola como "lamentable" y denunciando la ausencia de sensibilidad en medio de una tragedia que ha conmovido a toda la nación. Feijóo destacó que ni el presidente ni el ministro se han desplazado a Barbate, mostrando su descontento por la prohibición de vestir uniformes en los homenajes a los caídos y la negativa del PSOE a participar en los minutos de silencio.

Con contundencia, el líder 'popular' apuntó directamente al ministro Marlaska y al presidente Sánchez, instándolos a asumir responsabilidades y emitiendo disculpas. "Señor Marlaska, pida perdón y váyase; señor Sánchez, pida perdón y céselo", fueron las palabras incisivas de Feijóo. Además, subrayó la falta de asunción de responsabilidad por parte del Gobierno en relación con la escasez de medios humanos y materiales en la Guardia Civil y la Policía Nacional, no solo en Barbate sino también en el Campo de Gibraltar y toda la provincia de Cádiz.

Feijóo enfatizó el contraste entre la actitud gubernamental y el luto nacional, criticando que el presidente estuviera presente en un festival de cine con un esmoquin en lugar de demostrar solidaridad en el lugar de los hechos. La denuncia de la falta de sensibilidad se extendió a la prohibición de uso de uniformes en los actos de homenaje, una medida que el líder 'popular' considera indignante.

La tragedia en Barbate ha desatado una serie de cuestionamientos sobre la seguridad y los recursos destinados a la Guardia Civil y la Policía Nacional en la zona, generando un llamado de atención por parte de la oposición que busca responsables y acciones concretas por parte del Gobierno central. Feijóo, en su papel como líder político, se erige como portavoz de un sentir de indignación que trasciende las fronteras políticas, exigiendo un compromiso real con la seguridad y el reconocimiento a quienes han perdido la vida en el ejercicio de su deber.

El discurso de Feijóo, enmarcado en la crítica y la exigencia de responsabilidad, proyecta una sombra sobre la gestión gubernamental en materia de seguridad y pone de manifiesto la necesidad de abordar de manera inmediata las deficiencias detectadas en la seguridad de la provincia de Cádiz. A medida que la sociedad espera respuestas claras y medidas concretas, la clase política se enfrenta a un escenario en el que la seguridad ciudadana y la protección de quienes la garantizan se tornan elementos cruciales para la cohesión y confianza en las instituciones.

En este contexto, la tragedia de Barbate no solo se erige como un hecho lamentable y doloroso, sino como un llamado a la reflexión profunda sobre la seguridad, la respuesta gubernamental ante situaciones críticas y la necesidad de un compromiso firme con la protección de aquellos que arriesgan sus vidas en la defensa de la sociedad. La dimensión política de este acontecimiento trasciende la mera disputa partidista, colocando en el centro del debate la integridad y la eficacia de las instituciones encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos.

En este contexto, el presidente del Partido Popular emerge como un actor clave en la búsqueda de respuestas y la exigencia de acciones concretas, representando la voz de aquellos que claman por una respuesta gubernamental a la altura de las circunstancias. La tragedia de Barbate, más allá de sus consecuencias inmediatas, se convierte en un hito que interpela a la sociedad y a la clase política, recordando la fragilidad de la seguridad en un contexto en el que la protección y el reconocimiento a quienes la brindan se tornan imperativos ineludibles.

Feijóo: "Señor Marlaska, pida perdón y váyase"
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