27.04.2024 |
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CONGRESO

El eco del Supremo y las ofertas de Sánchez agitan el debate en el Congreso

La primera sesión de control del año en el Congreso se centró en la polémica ley de amnistía. Félix Bolaños defendió la ausencia de terrorismo en el procés, mientras tensiones políticas crecieron.
El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, interviene durante una sesión de control al Gobierno. EP / Eduardo Parra
El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, interviene durante una sesión de control al Gobierno. EP / Eduardo Parra
El eco del Supremo y las ofertas de Sánchez agitan el debate en el Congreso

En el marco de la primera sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, la polémica en torno a la ley de amnistía se convirtió en el epicentro de un encendido intercambio de argumentos y posturas entre las distintas fuerzas políticas. A pesar de los esfuerzos del Gobierno por postergar el debate hasta después de las elecciones gallegas, el tema ha emergido con fuerza, destacando la relevancia y complejidad que reviste para la actualidad política española.

El inicio de la sesión estuvo marcado por la convocatoria a tres plenos por parte de Francina Armengol en enero, si bien es de notar que este mes no forma parte del calendario ordinario de sesiones en la Cámara Baja. Febrero, en cambio, se erige como el mes crucial para abordar las cuestiones inherentes a la ley de amnistía, evidenciando la urgencia y la necesidad de enfrentar un tema que ha polarizado la esfera política nacional.

Las tensiones se intensificaron en el hemiciclo al resonar los ecos del reciente pronunciamiento de la Junta de Fiscales del Supremo, mayoritariamente a favor de procesar a Carles Puigdemont por cargos relacionados con terrorismo. Este posicionamiento jurídico generó un impacto significativo en la atmósfera del debate, agregando complejidad a la discusión sobre la amnistía y sus alcances.

Paralelamente, la última oferta presentada por el presidente Pedro Sánchez a Junts ha abierto la puerta a la posibilidad de reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal, planteando interrogantes sobre la dirección que tomará el proceso legislativo en relación con las instrucciones judiciales.

En este contexto, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, mantuvo su postura en defensa de la tesis de que no existió rastro de terrorismo en el procés, a pesar de los procesos judiciales en curso contra 12 miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR), quienes aguardan el juicio oral. La contundencia de su afirmación se vio desafiada por el portavoz del Partido Popular (PP) en el Congreso, Miguel Tellado, quien cuestionó la insistencia del Gobierno en incluir el terrorismo en la ley de amnistía.

El enfrentamiento dialéctico entre Bolaños y Tellado dejó al descubierto las profundas discrepancias en torno a la interpretación de los sucesos relacionados con el procés y la conveniencia de enmarcarlos en el contexto de la ley de amnistía. Las acusaciones y contrapuntos evidenciaron la naturaleza álgida del debate, subrayando la polarización que permea las posturas políticas en el Congreso.

Precediendo este enfrentamiento, otro encuentro de menor intensidad en las formas, pero no en el fondo, tuvo lugar entre el presidente Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular de Galicia. Esta reunión representó el primer cara a cara entre ambos desde la sesión de control del Gobierno del pasado 20 de diciembre. Feijóo reprochó la dedicación exclusiva de Sánchez a la cuestión de la amnistía, advirtiendo sobre la insostenibilidad de prolongar esta situación durante cuatro años.

La respuesta de Sánchez fue serena, pero sin evitar la defensa de su postura. La falta de garantías sobre la aceptación de Puigdemont y las dudas respecto a la viabilidad de la amnistía como medida de presión a Junts fueron elementos que sobrevolaron la discusión, revelando las incertidumbres y desafíos que el Gobierno enfrenta en relación con esta propuesta legislativa.

A la crítica de Feijóo se sumó el líder de Vox, Santiago Abascal, quien arremetió contra la supuesta "traición al campo español". Abascal acusó a Sánchez y a Feijóo de ser parte de una coalición en Bruselas junto a populares, socialistas y verdes, señalando una aparente complicidad en decisiones vinculadas al dogmatismo ambiental. Estas afirmaciones avivaron las tensiones en el Congreso, evidenciando la percepción de una campaña electoral latente.

Las críticas de Abascal sugieren un clima electoral que se consolidó con la intervención del diputado socialista David Regades Fernández. Este último instó al ministro de Transportes a proporcionar detalles sobre las inversiones del Gobierno central en infraestructuras en Galicia. La respuesta del socialista incluyó un señalamiento hacia los diputados del PP, a quienes percibió como "especialmente nerviosos", anticipando unas elecciones que, según sus palabras, están destinadas a perder.

En síntesis, la primera sesión de control del año en el Congreso de España estuvo marcada por un debate intenso en torno a la ley de amnistía, desafiando los intentos de postergación y abordando temas fundamentales para la actualidad política del país. Las divergencias sobre la interpretación de los sucesos relacionados con el procés, las tensiones entre los partidos y las perspectivas electorales contribuyeron a un ambiente tenso y complejo, evidenciando los desafíos y la incertidumbre que caracterizan la realidad política española en la actualidad.

El eco del Supremo y las ofertas de Sánchez agitan el debate en el Congreso
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