29.04.2024 |
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AUTORIDAD INDEPENDIENTE DE RESPONSABILIDAD FISCAL

Una reforma fiscal poco ambiciosa apenas se notará en los bolsillos de las familias cántabras

La reducción de los impuestos impulsada por María José Sáez de Buruaga supondrá un ahorro de apenas 90 millones en cinco años

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga. / ALERTA
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga. / ALERTA
Una reforma fiscal poco ambiciosa apenas se notará en los bolsillos de las familias cántabras

Según estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), las modificaciones fiscales aprobadas o anunciadas por las comunidades autónomas hasta la fecha tendrán un impacto negativo en sus ingresos que se traducirá en una pérdida conjunta de más de 2.300 millones de euros entre 2023 y 2028, de los cuales 90 millones corresponderán a Cantabria.

Esta reducción en los ingresos tendrá un efecto significativo en la economía de Cantabria, representando medio punto de su Producto Interno Bruto (PIB). Se espera una disminución de 47 millones de euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), 20 millones en el Impuesto de Patrimonio, 18 millones en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y 5 millones en el Impuesto de Sucesiones.

La AIReF basa sus cálculos en la información proporcionada por las propias comunidades autónomas. La mayoría de las medidas fiscales afectarán los ingresos de este año, con un impacto negativo estimado en alrededor de 900 millones de euros, y, sobre todo, en el próximo año, con una caída en la recaudación de otros 1.400 millones de euros. Además, se anticipan «impactos adicionales en 2025 y 2026».

En relación a las medidas de rebaja fiscal en el IRPF, la AIReF subraya que su impacto se extenderá no solo a los años en que se implementen, sino también a ejercicios posteriores y a otras magnitudes, dado que afectará negativamente a las entregas a cuenta y a la liquidación posterior que llevará a cabo el Estado.

En este sentido, la AIReF estima que el impacto total en las cuentas autonómicas en 2024 debido a las medidas adoptadas o previstas en el IRPF superará los 2.800 millones de euros. Esta cifra se verá compensada en el período global de referencia, que abarca de 2023 a 2028, por el efecto de otras medidas, alcanzando más de 2.300 millones de euros, como se mencionó anteriormente.

La AIReF destaca que la naturaleza y el alcance de las reformas fiscales varían de una región a otra. Por ejemplo, Cataluña es la única comunidad que ha promulgado reformas fiscales permanentes que, en conjunto, le reportarán un impacto positivo. Sin embargo, en Murcia, Navarra y la Comunidad Valenciana, algunas medidas permanentes de incremento compensan parte del impacto negativo de las reformas en el IRPF y en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

En la mayoría de las comunidades, las medidas permanentes de reducción fiscal representan entre un 0,1 y un 0,2% del PIB regional. No obstante, en Madrid, La Rioja y la Comunidad Valenciana, esta cifra asciende al 0,3% del PIB, y alcanza el 0,5% en Cantabria. Cabe destacar que en Canarias, las rebajas fiscales en el IRPF son de carácter temporal, mientras que en Castilla-La Mancha, Navarra, Murcia y Baleares, las medidas temporales tienen un mayor peso que las permanentes en el panorama fiscal.

Precisamente la semana pasada el Gobierno regional anunció que creará un nuevo tipo a rentas a partir de 90.000 euros -antes el tope estaba en 60.000- para, en lugar de bajar su tipo al 22,5% como a las de más de 60.000, hacerlo a un 24,5%. Con ello, es posible bajar medio punto a rentas de entre 21.000 y 35.000 y entre 35.000 y 60.000 euros, pudiendo llegar al 14,5% y 18%.

En cuanto al Impuesto sobre Patrimonio, el PRC también llevaba en su programa electoral suprimirlo como proponía el PP en su reforma inicial, pero entiende que hacerlo ahora «sería un contrasentido» porque se dejaría de pagar en Cantabria y se pagaría a nivel estatal, de ahí la disposición transitoria introducida para mantenerlo mientras exista el impuesto nacional que grava a las grandes fortunas.

Este impuesto lo pagan unos 200 cántabros y con él se recaudan 6,8 millones, que sumados a la recaudación adicional que se obtendrá al haber reducido la rebaja del IRPF a las rentas de más de 90.000 permite compensar ese medio punto a los tramos de 21.000 a 60.000 euros.

Una reforma fiscal poco ambiciosa apenas se notará en los bolsillos de las familias cántabras
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