En el contexto de la creciente ola de protestas agrarias que ha invadido varios países de la Unión Europea, España se encuentra en el epicentro de esta movilización que ha unido a organizaciones agrarias y movimientos independientes. Este lunes marca el comienzo de una semana crucial en la que los agricultores españoles buscan resistir las políticas ambientales, los acuerdos comerciales y afrontar la crisis derivada de la sequía.

Las organizaciones profesionales agrarias, Asaja, COAG y UPA, han consolidado un calendario de concentraciones para febrero, con más de una treintena de actos programados en todo el país. Las acciones comenzarán en Ávila, Salamanca, Ciudad Real y varias zonas de Huesca, extendiéndose posteriormente a puertos como Castellón y Valencia. La Unión de Uniones también se suma a las protestas con eventos en puertos y tractoradas en diversas provincias.

Agricultores independientes, movilizándose a través de redes sociales, han sorprendido bloqueando carreteras, como la autovía E-80 y la N-620 en la frontera de Vilar Formoso y Fuentes de Oñoro. Mañana se prevén tractoradas en Córdoba, Albacete, Cuenca, Cataluña, Murcia y Madrid, con cooperativas y tiendas agropecuarias sumándose al cierre como gesto de solidaridad.

La crisis no ha pasado desapercibida en la esfera política. En la inauguración de la Barcelona Wine Week, el ministro de Agricultura, Luis Planas, criticó la instrumentalización de los agricultores y aseguró que el abastecimiento alimentario está garantizado. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, denunció la inacción gubernamental, mientras VOX planea reunirse con el comisario de Agricultura de la UE para presentar demandas.

Perspectiva Internacional

La problemática no se limita a España. En otros países de la UE, como Italia y Grecia, los agricultores también expresan su descontento con movilizaciones en autopistas y bloqueos de carreteras. En Bélgica, agricultores se presentaron frente al domicilio del primer ministro, Alexander de Croo, en un acto peculiar de protesta.